Ministro por fuera, 'verde' por dentro
Los ecologistas aprovechan en la campa?a electoral el tir¨®n de Joschka Fischer, el pol¨ªtico m¨¢s valorado de Alemania
En la sede de Los Verdes en Berl¨ªn cuelga un cartel: 'Joschka, ministro por fuera, 'verde' por dentro'. En la fotograf¨ªa aparece el rostro arrugado de un Joschka Fischer, de 54 a?os, entre risue?o y fastidiado. Hay im¨¢genes por toda la calle sobre el buen resultado de lo verde, el futuro verde, la solidaridad verde y el mundo verde. Pero es esa frase en el cartel la que encierra el presente y el futuro del partido de los ecologistas alemanes.
Alianza 90/Los Verdes gobierna en coalici¨®n con los socialdem¨®cratas del SPD desde 1998, con tres ministros: Fischer, en Exteriores; Renate K¨¹nast, en Consumo, y J¨¹rgen Trittin, en Medio Ambiente. Y ahora se les abre un enigma: ?seguir¨¢ siendo Fischer 'verde' por dentro si deja de ser ministro por fuera? ?Seguir¨¢n Los Verdes si¨¦ndolo si no est¨¢n en el Gobierno tras las elecciones del 22 de septiembre o se perder¨¢n en sus propias discusiones internas?
Las elecciones del 22 de septiembre deciden el futuro pol¨ªtico de la generaci¨®n de1 68
Deciden 69 millones de votantes. Y lo har¨¢n si apoyan mucho al SPD de Schr?der y lo suficiente a los ecologistas. Para entrar en el Parlamento alem¨¢n se necesita un 5% de los votos. Las encuestas de estos d¨ªas pronostican un 6% para Los Verdes.
Fischer no tiene duda. 'La rojiverde es la mejor opci¨®n', dice ante el autob¨²s que le llevar¨¢ durante seis semanas por un centenar de lugares y 17.000 kil¨®metros. '?Hace campa?a por Schr?der?', le preguntan. 'El pacto rojiverde debe continuar. Hay muchas cosas en el tintero', contesta ¨¦l. 'Buscamos el 8% de los votos como m¨ªnimo', a?ade.
Fischer es el pol¨ªtico mejor valorado. Al 74% de los alemanes les gustar¨ªa como canciller, frente al 64% de Schr?der y el 52% de Edmund Stoiber, el candidato democristiano (CDU/CSU).
Lo que sucede al salir Fischer de gira es un ejemplo de lo que se avecina. Fischer aparece, se detiene, la multitud corre hacia ¨¦l. Ya le rodean tres gigantes. El votante se acerca a mirar al ministro, pero su espalda es la mejor guardada de toda la campa?a. El l¨ªder 'verde' tiene previsto ponerse las deportivas y correr en 32 ocasiones junto con simpatizantes, tras previa inscripci¨®n y comprobaci¨®n de datos.
'Nuestro programa tiene ocho puntos, algunos ya iniciados y otros por hacer', afirma Renate K¨¹nast, la eficiente ministra de Consumo. 'Apoyo a las energ¨ªas limpias, alimentos sanos y protecci¨®n del consumidor, m¨¢s trabajo y en mejores condiciones, refuerzo de las pol¨ªticas infantil y familiar, el 50% del poder para las mujeres, una globalizaci¨®n justa o que Alemania vuelva a ser tierra de inmigrantes, son algunas de nuestras propuestas', suelta de un tir¨®n.
K¨¹nast, Trittin, la presidenta del partido, Claudia Roth, todos cuentan en esta batalla electoral, pero Los Verdes depositan sus esperanzas en el ministro de Exteriores. Uno de sus lemas viene a decir: 'Puede que no te gustemos, pero piensa que es Fischer'. Ning¨²n pol¨ªtico alem¨¢n, salvo Schr?der, es tan famoso en el mundo. Ninguno tan discutido en su propia casa. Dicen que es arrogante, egoc¨¦ntrico y que utiliza el partido para sus intereses. Para otros, es el centro de las cosas. Discusiones. As¨ª ha sido casi siempre, desde que Los Verdes llegaron al Parlamento en 1983.
El partido se alimentaba de pacifistas, ecologistas, universitarios, ni?os bien y proletarios cansados de la agitaci¨®n callejera de los setenta, como Fischer. Siempre ha sido un problema para Los Verdes la teor¨ªa y la pr¨¢ctica; la utop¨ªa y el medio para llegar a ella. Este dilema ha generado m¨¢s discusiones que d¨ªas tienen de existencia. ?C¨®mo conjugar las bases con la pol¨ªtica real? Las peleas entre realistas y fundamentalistas han sido un espect¨¢culo en la pol¨ªtica alemana. Y les costaron las elecciones de 1990. Fischer es realista. La mayor¨ªa de los fundamentalistas se han ido.
Los Verdes se han apuntado ¨¦xitos en sus cuatro a?os de coalici¨®n con el SPD: abandono de la energ¨ªa at¨®mica, mejora en leyes de consumo y protecci¨®n de los animales, ley de inmigraci¨®n. Ahora hacen campa?a como una pi?a alrededor de su l¨ªder. As¨ª lo decidi¨® en noviembre el congreso del partido en Rostock.
A pesar de haber movilizado al Ej¨¦rcito alem¨¢n por vez primera desde la II Guerra Mundial, a pesar de haber llevado soldados a Kosovo y Afganist¨¢n echando por tierra principios pacifistas. A pesar de todo eso, Fischer sali¨® reforzado. Muchos 'verdes' ya no son aquellos revolucionarios. Algunos se acercan a los 60 a?os.
Cuando en julio concluyeron las sesiones del Parlamento se jubil¨® Helmut Kohl, canciller antes de Schr?der. Con ¨¦l lo hac¨ªa una generaci¨®n. Los dinosaurios pol¨ªticos ya no son los de siempre. Ahora son los de la generaci¨®n del 68. En las elecciones del 22 de septiembre se decide su futuro.
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