Alozie se estrena a lo grande
La vallista espa?ola, de origen nigeriano, gana con facilidad la prueba de 100 metros vallas
El atletismo espa?ol ha encontrado una mina en Glorie Alozie, nacionalizada en julio del pasado a?o, tras representar a Nigeria, su pa¨ªs de origen en los Mundiales de Sevilla y en los Juegos de Sydney. Alozie, que vive en el barrio de la Pechina, en Valencia, desde 1997, representa para Espa?a lo que Fiona May para Italia, por citar a otra gran atleta que cambi¨® de nacionalidad cuando ya hab¨ªa alcanzado un gran prestigio como deportista. En el caso de Alozie, su consideraci¨®n era todo lo alta que puede esperarse de una mujer que hab¨ªa ganado las medallas de plata en los Mundiales de Sevilla 99 y en los Juegos de Sydney. Como espa?ola, ha inaugurado su nueva carrera con el triunfo en la final de 100 vallas, donde no encontr¨® rival. A la peque?a Alozie -s¨®lo mide 1,55 metros- no le hizo falta una gran marca (12,73 segundos) para imponerse a la ucrania Krasovska. Entre ambas hubo una diferencia de 15 cent¨¦simas, distancia sideral en una prueba de velocidad.
A Glory Alozie nunca le han resultado sencillos los ¨¦xitos. Durante los ¨²ltimos meses ha estado pendiente de las trabas que le pon¨ªan en Nigeria para competir bajo pabell¨®n espa?ol. En su caso, sus v¨ªnculos con su pa¨ªs de origen se hab¨ªan diluido en los ¨²ltimos tiempos, primero por la distancia f¨ªsica, despu¨¦s por su adaptaci¨®n a Valencia, donde se entrena desde etapa juvenil con Rafael Blanquer, el fact¨®tum de la explosi¨®n que se ha generado en el atletismo valenciano. Finalmente las dificultades se han resuelto, pero quiz¨¢ han pasado alguna factura emocional para una mujer muy querida en el equipo espa?ol.
Alozie tiene fama de extremadamente bondadosa. Ella fue la primera atleta procedente de Nigeria que se instal¨® en Valencia. Blanquer hab¨ªa tenido noticias de Alozie durante los Mundiales j¨²nior de 1996. Estaba por pulir, pero le ven¨ªa de perlas al club Valencia Terra i Mar, que andaba escaso de velocistas. Con Alozie gan¨® una sprinter que en 1999 logr¨® una excelente marca de 10,90 segundos en 100 metros. Sin embargo, Blanquer consider¨® que su ligero f¨ªsico no le permit¨ªa acceder al siguiente nivel, el que ocupan atletas como Marion Jones, Zhana Pintusevich o Ekaterina Thanou, todas extremadamente poderosas.
Blanquer convenci¨® a Alozie del cambio, a pesar de escasa estatura. Con su velocidad y la mejora en la t¨¦cnica de vallas podr¨ªa convertise en una segunda Gail Devers, la americana que combin¨® con acierto los 100 metros lisos y las vallas. Despu¨¦s de tres a?os entre las mejores del mundo, Alozie todav¨ªa da signos de debilidad t¨¦cnica, pero eso no le ha impedido forjarse un palmar¨¦s espl¨¦ndido, con un momento muy especial: la medalla de plata en Sydney.
Aquellos Juegos fueron dram¨¢ticos para ella. Su novio, Hyginius Aghuno, atleta suplente del equipo nigeriano de relevos 4x400, muri¨® atropellado en la ciudad australiana cuando se dirig¨ªa a comprar un refresco. Como Glory Alozie, Aghuno resid¨ªa en Valencia, donde muchas veces brindaban su ayuda a cualquier atleta nigeriano que se lo pidiera. Ella recibi¨® la noticia en la ciudad japonesa de Yokohama, antes de partir para Australia. Fue un golpe del que tard¨® en recuperarse. Hubo d¨ªas en que Rafael Blanquer le pon¨ªa la cuchara en la boca para que se alimentara algo. No hablaba con nadie. Ensimismada, presa de una tristeza infinita, tard¨® varios d¨ªas en reaccionar. Sin apenas entrenarse, con unos pocos ejercicios de trote, particip¨® en los Juegos de Sydney. Su entrenador considera que aquella medalla de plata fue casi milagrosa a la vista de las condiciones de la atleta.
El pasado a?o no pudo participar como espa?ola en los Mundiales de Edmonton, pero esta temporada ha contribuido decisivamente a un periodo m¨¢gico de nuestro atletismo. Gan¨® la prueba de 60 metros vallas en los Europeos de pista cubierta, result¨® esencial en el ascenso del equipo espa?ol a la primera categor¨ªa de la Liga continental y ayer venci¨® en M¨²nich. Lo hizo con m¨¢s determinaci¨®n que clase, pero sin sufrir apreturas. La lesi¨®n de la francesa Patricia Girard probablemente favoreci¨® su victoria, la primera en lo que se supone una larga y brillante carrera para una mujer que s¨®lo cuenta 24 a?os.
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