Herraduras a un paso del cielo

A los pies del Penyagolosa, a 1.400 metros de altura, existe un gran llano donde se cr¨ªan caballos de pura raza espa?ola. Es un buen lugar. Al menos as¨ª lo piensa Marcelino Gonz¨¢lez, su propietario y criador. Y cuidador. Marcelino no trata a los caballos como a las personas. Bien sabe que no son lo mismo, aunque los dos sean especies mam¨ªferas. Sin embargo, habla de ellos, y los maneja, con sentido com¨²n. Sin olvidar que son animales, pero teniendo en cuenta aspectos racionales y el hecho comprobado de la memoria que poseen. Tampoco parece un rom¨¢ntico, ya que sabe el valor que tiene entre manos, aunque se refiera a ellos diciendo que 'son como de casa'.

Quiz¨¢ haya sido la vida la que ha dado a Marcelino las dosis de prudencia y riesgo en parecida medida. O ¨¦l mismo, que trata los problemas como cuestiones de susceptible soluci¨®n.

La puesta en marcha de una ganader¨ªa caballar precisa de un periodo de doce a?os

Los caballos tienen sus horarios establecidos, con horas de vida social, descanso y comida

Marcelino Gonz¨¢lez empez¨® su vida laboral trabajando como empleado en una f¨¢brica de azulejos. Hoy posee una firma de productos qu¨ªmicos para el sector y una cuadra que provoca envidias, recelos e incomprensi¨®n por parte de muchos, que no entienden como 'un se?or empresario' se tira al monte en cuanto puede para caminar por encima de las bo?igas de los caballos. Mas a¨²n cuando la puesta en marcha de una ganader¨ªa caballar precisa de un per¨ªodo de unos doce a?os. Pero, seg¨²n dice, para ¨¦l, no todo se limita a la rentabilidad econ¨®mica. 'Y hay otras cosas, con una alt¨ªsima rentabilidad de otro tipo', asegura. 'Cosas que no tienen precio. Es esa la rentabilidad que deber¨ªa primar', a?ade. Su filosof¨ªa de vida, tal como la describe, se basa en el hecho de que cada d¨ªa es irrepetible. 'Si lo has vivido correctamente, lo has aprovechado. Si no, lo has desperdiciado y no tenemos tantos d¨ªas como para desperdiciarlos', afirma.

Marcelino Gonz¨¢lez ha podido, con riesgo y decisiones tomadas con sangre fr¨ªa, hacer factible su afici¨®n: los caballos. Un macho tordo fue el primer ejemplar que tuvo y que compr¨®, simplemente, para montarlo. Despu¨¦s, 'H¨¦ctor tuvo la culpa de todo', seg¨²n dice. Este semental, que ahora tiene 10 a?os, es un ejemplar grande, fuerte y resistente. Negro, guapo y cari?oso con su due?o. Con estas condiciones, f¨ªsicas y de car¨¢cter, Marcelino decidi¨® que deb¨ªa tener descendencia. Actualmente, su cuadra, entre sementales, potros y yeguas, est¨¢ compuesta por m¨¢s de dos docenas de ejemplares en los que busca no un gran tama?o, pero s¨ª funcionalidad, aplomos y hueso.

Los caballos tienen sus horarios establecidos, con horas de 'vida social', en las que se relacionan entre ellos, de descanso y de comida. Marcelino considera que en el desarrollo psicol¨®gico de los animales influye la libertad y los juegos que hayan protagonizado desde peque?os, como cualquier otra especie de mam¨ªfero. 'El animal perfecto no existe', sentencia. 'Y yo cr¨ªo lo que me gusta', a?ade. Pero no debe andar muy descaminado cuando, consciente de que para seguir con la cuadra ha de vender, se permite elegir a los compradores. Quiz¨¢ por ello, acuden desde m¨²ltiples y diversos lugares para comprobar 'la mercanc¨ªa'. En cualquier caso, la ¨²ltima palabra, siempre la tendr¨¢ su due?o, quien asegura que 'las mejores ideas se me han ocurrido encima de un caballo', un animal que, seg¨²n dice, le reporta muchas satisfacciones. 'Tienen mucha fuerza y unas posibilidades f¨ªsicas tremendas y nosotros les convencemos para que hagan cosas. Para que nos den sus patas, que es lo m¨¢s valioso que tienen, y nos admite encima de ¨¦l. Hay ocasiones en las que se produce un contacto casi mental y eso es lo m¨¢ximo que nos podemos aproximar al concepto de centauro', sostiene. 'Durante la historia, el caballo ha sido una ayuda formidable para el ser humano. La historia se ha hecho encima de caballo y ser¨ªa terrible que ahora desaparecieran porque no son ¨²tiles', argumenta y pone como ejemplo el de los burros: 'miles de a?os transportando cargas y ahora, como existe la gasolina, en peligro de extinci¨®n'. Por eso, considera que no se trata de un elemento que se debe ofertar como un valor a?adido, sino que 'la educaci¨®n integral de los ni?os deber¨ªa estar relacionada con los animales, porque nosotros somos una especie m¨¢s de los millones que hay en el mundo'.