Nabl¨²s, entre el toque de queda y el miedo a las deportaciones
El gobernador de la ciudad cisjordana asegura que la situaci¨®n es cr¨ªtica: faltan alimentos y empieza a haber malnutrici¨®n
Los Al Ayuri, dos de cuyos miembros se encuentran detenidos y eventualmente ser¨¢n deportados a la franja de Gaza, han comenzado a reconstruir la vivienda familiar que les fue dinamitada. Todo esto, porque los servicios de seguridad israel¨ªes llegaron a la conclusi¨®n de que prestaron apoyo log¨ªstico a su hermano Al¨ª, presunto terrorista que fuera despu¨¦s objeto de una operaci¨®n de asesinato selectivo. La familia espera con desesperaci¨®n el desenlace de un proceso judicial que podr¨ªa resolverse el pr¨®ximo lunes. Al igual que los m¨¢s de 220.000 habitantes del ¨¢rea aut¨®noma de Nabl¨²s, los Al Ayuri solamente han disfrutado de 47 horas de levantamiento del toque de queda durante los ¨²ltimos dos meses.
'Asesinaron a Al¨ª, nos dejaron sin nada y ahora quieren deportar a dos de los nuestros'
Ahmed al Ayuri, hermano mayor de Intisar, Kifah y Al¨ª, trabaja ya en la reconstrucci¨®n del bloque de seis apartamentos en que viv¨ªa su familia, hasta que fue demolido el pasado 19 de agosto a las dos de la madrugada. Ahmed comenta que 22 personas, la mayor¨ªa de ellas mujeres y ni?os, se quedaron sin techo. Seg¨²n afirma, dispusieron de menos de dos minutos para coger todas las pertenencias que pudieron y evacuar el edificio. Otros ocho edificios pr¨®ximos se vieron tambi¨¦n afectados, sufriendo el derrumbamiento de fachadas y tabiques. Las demoliciones quir¨²rgicas son imposibles dentro de un peque?o campo de refugiados en el que viven m¨¢s de 12.000 personas y donde las casas est¨¢n separadas por estrechos callejones que en ocasiones no llegan al metro de anchura.
'Creo que lo que intentan hacer con Intisar y Kifah es totalmente injusto', declara Ahmed junto al solar en que antes se ergu¨ªa su casa. 'Ellos lo ¨²nico que hicieron fue dar alojamiento o comida a Al¨ª, que en ese momento ten¨ªa que mantenerse en la clandestinidad, pues le estaban buscando para matarlo', a?ade. 'Pero en ning¨²n momento est¨¢n involucrados en la resistencia', dice Ahmed, que se niega a calificar a su hermano de terrorista, a pesar de que supuestamente organiz¨® un doble atentado suicida frente a la vieja estaci¨®n de autobuses de Tel Aviv, que caus¨® la muerte de tres trabajadores extranjeros y heridas a otras 20 personas.
Ahmed, que pas¨® 32 d¨ªas detenido y fue interrogado en varias ocasiones tambi¨¦n por presunta colaboraci¨®n con su hermano, condena la estrategia represiva practicada por Israel. 'Asesinaron a Al¨ª, nos dejaron pr¨¢cticamente sin nada, y ahora quieren deportar a dos de los nuestros', critica. Aunque todav¨ªa no hay una sentencia firme, lo m¨¢s probable es que antes o despu¨¦s el Tribunal Supremo israel¨ª autorice su expulsi¨®n a la franja de Gaza, sobre todo si se produce alg¨²n nuevo atentado suicida. Pues lo que antes era inimaginable dentro de un Estado de derecho en el que la aplicaci¨®n de los principios ¨¦ticos y jur¨ªdicos que lo fundamentan era totalmente escrupulosa, la din¨¢mica terrorista lo ha hecho posible.
El ¨¢rea aut¨®noma de Nabl¨²s es, con diferencia, la que menos horas de levantamiento de toque de queda ha experimentado entre todas las ciudades cisjordanas. Si el plan Gaza Primero ha de funcionar, ¨¦sta ser¨ªa probablemente la ¨²ltima en que se aplicar¨ªa, comenta el gobernador de Nabl¨²s, Mahmud al Alul, quien gestiona la ciudad de forma ininterrumpida desde 1996. Al Alul nos hace de gu¨ªa por el casco antiguo de la ciudad, la casbah, que ha sido sistem¨¢ticamente destrozada por las tropas israel¨ªes en el transcurso de las campa?as Muro Defensivo y Camino Firme. Seg¨²n el gobernador, 280 familias se han quedado en la calle debido a la destrucci¨®n de sus casas, unas veces de forma intencionada, y otras fortuita.
'En estos momentos nos encontramos en una situaci¨®n cr¨ªtica. Nos faltan alimentos y medicamentos. Los enfermos no pueden acceder al hospital, sobre todo aquellos que necesitan chequeos peri¨®dicos o di¨¢lisis. Y empezamos a sentir los efectos de la malnutrici¨®n, tal como denunciaba recientemente un informe de los estadounidenses', asegura Al Alul, a quien el comandante del Ej¨¦rcito en la zona ha prometido levantar el toque de queda diario desde las seis de la ma?ana hasta las seis de la tarde a partir del pr¨®ximo 1 de septiembre, en que comienza el curso escolar. No obstante, la gente se muestra esc¨¦ptica ante la eventualidad de la aplicaci¨®n de este sistema, que lleva ya varias semanas aplic¨¢ndose en Ramala.
La ciudad de Nabl¨²s, los campos de refugiados de Askar y Balata, y los pueblos pr¨®ximos, constituyen el ¨¢rea cisjordana donde la penetraci¨®n del extremismo islamismo es m¨¢s fuerte. Adem¨¢s, la presencia de asentamientos de colonos radicales en sus inmediaciones, como, por ejemplo, la colonia de Elon Moreh, y de asentamientos religiosos como el de Enmanuel, hacen que la retirada del Ej¨¦rcito israel¨ª se vaya probablemente a retrasar en la zona.
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