Confesi¨®n de parte

El viejo conflicto entre el Gobierno vasco y el Gobierno de la naci¨®n acerca del grado de cumplimiento/incumplimiento del Estatuto de Gernika, activado recientemente por la resoluci¨®n del Parlamento vasco en la que se insta al Gobierno a asumir unilateralmente una vez transcurridos dos meses las competencias todav¨ªa no transferidas por el Estado, ha obligado al nuevo ministro de Administraciones P¨²blicas, Javier Arenas, a ordenar un estudio sobre cu¨¢l es el estado de la cuesti¨®n en lo referente a la transferencia a todas las comunidades aut¨®nomas, no s¨®lo a la vasca, de las competencias que hubiera asumido cada una a trav¨¦s de su estatuto de autonom¨ªa.

No hay mal que por bien no venga, dice el refr¨¢n. Y es lo que podr¨ªamos decir los ciudadanos andaluces en este caso. Un conflicto no deseado y no deseable, como es el que se ha suscitado por el Parlamento vasco, ha tenido la consecuencia positiva de que el Estado haya hecho lo que ten¨ªa que tener hecho permanentemente: un mapa del grado de cumplimiento/incumplimiento por parte del Estado de las obligaciones dimanantes de los diecisiete estatutos de autonom¨ªa, que, no se olvide, son leyes org¨¢nicas, es decir, normas tambi¨¦n estatales, aprobadas por las Cortes Generales.

No se puede hacer depender la transferencia de ninguna competencia de la 'docilidad' de un Gobierno auton¨®mico respecto del Gobierno del Estado

La elaboraci¨®n de dicho mapa por los servicios jur¨ªdicos del ministerio ha deparado m¨¢s de una sorpresa, aunque, sin duda, la m¨¢s llamativa de todas ha sido la comprobaci¨®n de que el estatuto de autonom¨ªa para Andaluc¨ªa es la norma con un grado mayor de incumplimiento por parte del Estado. A pesar de que Andaluc¨ªa accedi¨® a la autonom¨ªa por la v¨ªa del art¨ªculo 151 de la Constituci¨®n, el Gobierno, a trav¨¦s de la indebida retenci¨®n del ejercicio de competencias que ten¨ªa que haber transferido, la ha relegado, la est¨¢ relegando, a una posici¨®n desventajosa respecto de las comunidades que accedieron por la v¨ªa del art¨ªculo 143 CE.

En este caso el PP no puede recurrir a su argumento tradicional de hacer recaer la responsabilidad sobre los gobiernos socialistas anteriores, porque el 'retraso' de Andaluc¨ªa se ha producido ¨ªntegramente en los a?os de gobierno del PP. En 1996 Andaluc¨ªa estaba muy por delante de casi todas las comunidades aut¨®nomas desde una perspectiva competencial. Ha sido en estos ¨²ltimos a?os cuando se ha acelerado el traspaso de competencias a las comunidades del art¨ªculo 143 CE y se ha paralizado el traspaso a Andaluc¨ªa de las competencias que todav¨ªa quedaban por transferir. El 'retraso' andaluz es en consecuencia de origen exclusivamente 'popular'.

En realidad, la elaboraci¨®n del mapa de transferencia por parte del ministerio ha venido a confirmar de manera inequ¨ªvoca la percepci¨®n no s¨®lo de los ciudadanos andaluces, sino de los de todo el Estado, de que Andaluc¨ªa es la comunidad aut¨®noma peor tratada por el Gobierno del PP. Este resultado no s¨®lo aparece de manera continuada en los estudios de opini¨®n espec¨ªficamente andaluces, sino que ha aparecido tambi¨¦n en estudios de opini¨®n efectuados fuera de Andaluc¨ªa, como el encargado por la Generalitat de Catalu?a hace algo m¨¢s de un a?o.

Ante esta confesi¨®n de parte los dirigentes andaluces del PP han reaccionado de una manera dif¨ªcilmente comprensible, responsabilizando al Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa por la no transferencia de competencias por parte del Estado. Seg¨²n Te¨®fila Mart¨ªnez, no ser¨ªa el Estado el que estar¨ªa incumpliendo su obligaci¨®n de transferir las competencias asumidas por la comunidad aut¨®noma a trav¨¦s del Estatuto de Autonom¨ªa, sino que ser¨ªa el propio Gobierno andaluz el responsable del incumplimiento estatal.

No s¨¦ si la presidenta del PP andaluz est¨¢ perdiendo la cabeza o es que piensa que los ciudadanos andaluces somos tontos. La traslaci¨®n de la responsabilidad del Gobierno de la naci¨®n al Gobierno andaluz no s¨®lo es absurda desde una perspectiva l¨®gica, sino que pone de manifiesto un entendimiento del Estado de las Autonom¨ªas verdaderamente preocupante. Las competencias tienen que ser transferidas por el Estado, porque as¨ª lo prev¨¦n la Constituci¨®n y el Estatuto de Autonom¨ªa. Y eso es independiente o, mejor dicho, debe ser independiente de que el Gobierno de la naci¨®n y el Gobierno andaluz se entiendan mejor o peor. No se puede hacer depender la transferencia de ninguna competencia de la 'docilidad' de un Gobierno auton¨®mico respecto del Gobierno del Estado. El Gobierno andaluz tiene todo el derecho del mundo a poner en pr¨¢ctica la pol¨ªtica que estime pertinente, siempre que se mantenga dentro de los l¨ªmites establecidos en la Constituci¨®n y en el Estatuto de Autonom¨ªa. Y el Gobierno de la naci¨®n no puede penalizar a la comunidad aut¨®noma por esto. El Gobierno de la naci¨®n no puede utilizar la pol¨ªtica de transferencias como arma arrojadiza contra ning¨²n Gobierno auton¨®mico. No puede intentar torcer, mediante la retenci¨®n de las competencias que ten¨ªa que transferir, la voluntad de un Gobierno elegido democr¨¢ticamente por los ciudadanos andaluces.

No se acierta a comprender que la presidenta del PP andaluz justifique la discriminaci¨®n de Andaluc¨ªa por parte del Gobierno de la naci¨®n simplemente porque a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no le gusta la pol¨ªtica que sigue el Gobierno presidido por Manuel Chaves. ?Qu¨¦ idea tiene la presidenta del PP del Estado de las Autonom¨ªas? ?De verdad piensa que esa argumentaci¨®n puede ser entendida por los ciudadanos andaluces, incluidos los votantes del PP?