'Mi altruismo de mecenas alternativo est¨¢ perfectamente calculado'
Diego Ruiz de la Torre G¨®mez de Barreda -ah¨ª queda eso- es un personaje que en las filas de la cultura joven valenciana es conocido como MacDiego.
Tiene 39 a?os y un respetado estudio de dise?o gr¨¢fico y publicidad, donde capitanea a un equipo de 11 personas, pero lo que le ha convertido en una especie de icono neblinoso -un nombre del que mucha gente ha oido hablar, aunque no lo identifiquen con un rostro- son sus actividades paralelas. Como profesional de la publicidad, trabaja para grandes instituciones, ejerce como presidente de la Asociaci¨®n de Dise?adores de la Comunidad Valenciana, y se re¨²ne con ejecutivos alrededor de mesas redondas.
Como mecenas de la cultura alternativa, publica Ganader¨ªa Trashumante, el fanzine m¨¢s heterodoxo y voluminoso de Espa?a -300 p¨¢ginas de delirio creativo-, ejerce de anfitri¨®n en m¨²ltiples fiestas, edita libros inclasificables, es capaz de traer a actuar a disc-jockeys ibicencos a la explanada del IVAM, y se re¨²ne con toda clase de marcianos alrededor de las mesas cuadradas de un bar. La gracia es que puede complementar las dos facetas con serenidad.
Pregunta: ?Por qu¨¦ lo de MacDiego?
Respuesta: Viene de los ordenadores Macintosh, que son los que se utilizan en publicidad y dise?o.
P. ?Va a publicar m¨¢s n¨²meros de Ganader¨ªa Trashumante?
R. S¨ª, preparo el quinto. Parar¨¦ cuando consiga 300 p¨¢ginas que a¨²nen calidad y sorpresa. Porque esas son las premisas de la publicaci¨®n. Por lo dem¨¢s, vale todo. Desde recetas de cocina, a fotograf¨ªas, dibujos, poemas o tebeos. No hay censura, por muy duro, irreverente o pornogr¨¢fica que sea la colaboraci¨®n. Las colaboraciones son gratuitas, pero la difusi¨®n es bastante buena. Hemos llegado a dispensar 3.000 ejemplares, y hay muchas librer¨ªas especializadas que se interesan en tenerlo.
P. ?No gana dinero con esto?
R. No. Lo financia la publicidad, pero la finalidad no es la ganancia econ¨®mica.
P. ?Entonces, cu¨¢l es?
R. Bien, es algo autocomplaciente. A m¨ª me satisface hacer cosas as¨ª. Pero, m¨¢s all¨¢ de esto, mi altruismo de mecenas alternativo, por llamarlo de alg¨²n modo, est¨¢ perfectamente calculado.
P. ?Qu¨¦ quiere decir?
R. Que detr¨¢s de cada actividad paralela hay muchas horas de reflexi¨®n. Cada actividad que dispongo, en cierto modo, beneficia mi ejercicio profesional. A mis clientes les gusta que yo sea un t¨ªo conocido por hacer cosas personales originales que me han dado cierto nombre. Cuando he organizado una fiesta para la Asociaci¨®n de Dise?adores, en vez de hacerla en un sitio de post¨ªn, como ha sido siempre, he elegido un desguace de coches en Sagunto. En los premios de pintura y escultura de Bancaja, traje a Reche, el disc-jockey del after-hour Space de Ibiza, a pinchar a la explanada del IVAM. En otra ocasi¨®n vino Marcel¡¤l¨ª Ant¨²nez, el fundador de la Fura dels Baus, y dispuso una especie de tren, que conten¨ªa espect¨¢culos circenses. De eso, la gente se acuerda.
P. ?Y no se marea, saltando entre un mundo y otro?
R. No, no.
P. ?Va continuar editando libros?
R. Veremos. Con el editor Paco Camarasa llev¨¦ adelante la colecci¨®n Mercat, que rescataba autores de c¨®mics de los ochenta que nos parec¨ªan injustamente olvidados. Sento, Micharmut o Max eran algunos de ellos. Tambi¨¦n he editado el libro Basura Reciclada, de Casto Est¨®pico y Frank Lasecca, que analiza la telebasura desde un punto de vista muy divertido. Siempre que tenga a mano cosas sorprendentes, las editar¨¦, pero no con la preocupaci¨®n de la venta, sino velando por la originalidad del producto.
P. ?Por qu¨¦ lo atrae lo raro, lo freak?
R. Supongo que por el punto irreverente que tiene, por lo divertido que es.
P. ?Y qu¨¦ sentido tiene que a sus fiestas asistan invitados del mundo del espect¨¢culo? ?Tiene eso que ver con el rollo freak?
R. Yo organizaba una fiesta en mi estudio de Godella, siempre a finales de julio, para juntar a los y las rodr¨ªguez que se quedaban en Valencia en verano. La gente del festival Cinema Jove, en alguna ocasi¨®n, me pidi¨® permiso para aprovechar ese escenario e incorporar a la m¨ªa su fiesta de clausura. Llegamos a un acuerdo, y la cosa fue adelante, porque toda fiesta agradece la presencia de famosillos. Lo que pasa es que la cosa se ha ido complicando, ya que me encuentro cada vez con m¨¢s gente que espera que yo organize una fiesta para hacerla suya, y es algo que ya ha dejado de hacerme ilusi¨®n. Ahora me interesan m¨¢s otros proyectos, e implican mucho esfuerzo. Porque todo lo que hago, alternativo o no, requiere mucho trabajo. No me queda espacio para la improvisaci¨®n, o para la locura.
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