?A qui¨¦n le toca resolver el problema?

Apunta con iron¨ªa Fernando Savater (Recuerdos de Chillida, EL PA?S, 24 de agosto) que a las concentraciones de la primera hora de Gesto por la Paz no sol¨ªan acudir gentes otros¨ª ocupadas en cosas de la existencia cotidiana. Un amigo donostiarra, al sugerirle yo hace poco que la vida all¨¢ no pod¨ªa ser c¨®moda con tanta agresi¨®n moral del nacionalismo, me respondi¨® que ¨¦l no se ocupaba de estos temas. No se le pod¨ªa pedir que, am¨¦n de vivir honradamente sin meterse con nadie, tuviera que hacer frente a cuatro chalados empe?ados en reventar la convivencia. Tocaba al Gobierno de Ajuria Enea resolver el problema, que por otra parte padec¨ªan quienes se quer¨ªan meter en l¨ªos.

A lo que mi madre (que hab¨ªa vivido en la Alemania nazi durante un tiempo) levant¨® la cabeza y dijo: 'Ya, tampoco en Alemania sab¨ªa nadie nada de lo que estaba ocurriendo; pobrecitos'.

Cada cual tiene derecho a sus miedos y tal vez la culpa no sea de los vascos que apartan la mirada. Porque, ?qu¨¦ ha sido del c¨¦lebre esp¨ªritu de Ermua, de la rabia de todo un pueblo que, con s¨®lo alzar la vista, mand¨® a los simpatizantes de Herri Batasuna a esconderse al desv¨¢n? ?Qu¨¦ han hecho el Gobierno de Madrid y el de Vitoria para responder juntos (porque juntos siguieron) al empuj¨®n, a la exigencia de su pueblo?

Sabemos, nadie lo duda, que HB es el brazo pol¨ªtico de ETA y que su silencio frente a las barbaridades de la banda no es de miedo, sino de asentimiento. Qu¨¦ le vamos a hacer. Pero tengo una pregunta para las madres batasunas: ?c¨®mo explican ustedes a sus hijos la muerte de la ni?a en Santa Pola? Seis a?os ten¨ªa, oiga; aunque, bien mirado, estaba bailando y seguro que con ello despreciaba la tragedia del pueblo vasco.