LA B?SQUEDA DE LA IDENTIDAD
Sentido com¨²n y mesura para intentar de una vez por todas dejar atr¨¢s tantos a?os de sufrimiento
Tres a?os de miserias y coqueteos con el descenso han servido, al menos, para conceder a la Real Sociedad el sentido de la austeridad. Asustado por la decadencia de su primera plantilla, el club donostiarra se hab¨ªa empe?ado en comprarse una soluci¨®n: se encomend¨® a Javier Clemente y a John Toshack, y ¨¦stos, al talonario que la directiva les extendi¨® generosamente para peinar el mercado. Pr¨¢cticamente ninguna de sus m¨²ltiples adquisiciones cuaj¨® en San Sebasti¨¢n, para desaz¨®n de una grada que dej¨® de sentirse identificada con su equipo. Ahora, la prudencia dicta los movimientos del equipo, que trabaja a fondo en su nuevo proyecto de cantera y que trata de rehabilitar su imagen a base de mesura. Y tambi¨¦n gui?¨¢ndole un ojo al pasado, lo que explica los regresos de Kovacevic, en diciembre, y Karpin, ahora.
La Real, por vez primera en a?os, ha reducido su presupuesto anual, inferior en un 24% al del pasado ejercicio. No se ha gastado nada en las incorporaciones de Sch¨¹rrer, Karpin y Boris y cuenta con dar minutos a varios jugadores del filial. Adem¨¢s, se ha hecho con los servicios de Raynald Denoueix, un t¨¦cnico serio y fiel al trabajo con los j¨®venes: 'La cantera es mi filosof¨ªa', asegura el hombre que descubri¨® y form¨® en el Nantes a Karembeu, Desailly o Deschamps, entre otros.
El entrenador franc¨¦s se ha aplicado en solucionar desde su llegada la peor carencia del equipo: el centro de la zaga, mucho tiempo en los pies nada recomendables de Kvarme y Luiz Alberto. Sch¨¹rrer deber¨ªa aportar experiencia al centro de la defensa mientras Denoueix decide el apellido de su acompa?ante: Jauregi, Gurrutxaga, Pikabea, Kvarme o incluso Boris, reci¨¦n llegado del Oviedo, pueden aspirar al puesto.
Xabi Alonso, Karpin, De Pedro y Khokhlov aseguran un ataque m¨¢s que digno al club blanquiazul, convencido de que este a?o Kovacevic volver¨¢ a ser el que fue para corregir la ausencia de un delantero fiable que tanto ha lamentado el club estas ¨²ltimas campa?as.
Enfrascada con cordura en su reconstrucci¨®n, la Real no habla de otro objetivo que no sea evitar a toda costa los puestos de descenso. Al menos, en esta ocasi¨®n la coherencia, la modestia y la prudencia acompa?an los movimientos de un club que quiere romper definitivamente con las convulsiones que empezaban a hacerlo irreconocible.
LAS CARAS
SCH?RRER: EL CERROJO Fuerte, contundente en los balones a¨¦reos y experimentado, el hispano-argentino es el refuerzo imprescindible y barato que la Real Sociedad reclamaba a gritos. Su puesto en el centro de la zaga deber¨ªa relegar al olvido los desaguisados de Luiz Alberto y Kvarme, aunque este ¨²ltimo contin¨²a en el club.
BORIS: TRADICI?N ROTA Con el asturiano, el club donostiarra rompe con 35 a?os de tradici¨®n al fichar a un espa?ol sin ra¨ªces vascas. Boris, procedente del Oviedo, se maneja con soltura en el centro de la zaga, como lateral izquierdo e incluso como pivote defensivo. El entrenador, Denoueix, a¨²n no ha decidido su demarcaci¨®n.
KARPIN: DE VUELTA A CASA El centrocampista ruso descubri¨® el f¨²tbol espa?ol de la mano de la Real y despedir¨¢ su carrera en San Sebasti¨¢n. Cumplir¨¢ 34 a?os en febrero y el club blanquiazul le ha asegurado pr¨¢cticamente tres a?os de contrato. El ex capit¨¢n del Celta deber¨ªa reforzar el criterio ofensivo del cuadro donostiarra.
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