Demasiado dolor
Hace unas semanas el alcalde de Br¨¢guino, en la regi¨®n de G¨®mel, lim¨ªtrofe con Chern¨®bil, se dirig¨ªa a algunas organizaciones humanitarias de nuestro pa¨ªs para exponer la terrible situaci¨®n que contin¨²an padeciendo miles de ni?os, adultos y ancianos condenados hasta hoy a malvivir con el estigma de la radiaci¨®n at¨®mica. Han pasado 16 a?os desde que la famosa cat¨¢strofe nuclear conmoviera al mundo, y aparece ahora en castellano este libro terrible donde decenas de afectados dan cuenta de la verdadera magnitud de la tragedia. Es dif¨ªcil imaginar que la lectura de semejante inventario de atrocidades pueda atrapar de forma tan decidida la atenci¨®n del lector, pero lo cierto es que resulta imposible abandonar su lectura.
LA PLEGARIA DE CHERN?BYL. CR?NICA DEL FUTURO
Svetlana Aleksi¨¦vich Traducci¨®n de R. San Vicente Casiopea. Barcelona, 2002 254 p¨¢ginas. 20,44 euros
Svetlana Aleksi¨¦vich, experta en el an¨¢lisis de las grandes lacras sociales de la sociedad sovi¨¦tica tard¨ªa (fue notable en casi toda Europa el impacto de su cr¨®nica sobre los combatientes en Afganist¨¢n), vertebra como reportaje coral una suerte de ensayo que va m¨¢s all¨¢ del sangriento relato de la explosi¨®n, la limpieza del reactor o el desalojo y lavado de los terrenos pr¨®ximos: deja al desnudo la fascinante interacci¨®n de los usos sociales con los tics de la pol¨ªtica y de la cultura de campesinos y obreros, civiles y militares, con los atavismos y las intuiciones personales. La traducci¨®n de Ricardo San Vicente refleja con espeluznante exactitud la verdadera y complej¨ªsima condici¨®n de este espanto multidisciplinar en el que se dieron la mano la negligencia t¨¦cnica, la vieja costumbre de las consignas y la impotencia de los peatones de la historia bielorrusa y ucraniana. Lo mejor, con todo, es que de este encuentro entre el factor humano y las condiciones objetivas surge una interpretaci¨®n capaz de sostener la esperanza en el futuro. El siglo XX dej¨® una estela de sufrimiento ('demasiado dolor para que te lo oculte, demasiado suplicio para que se me borre', escribi¨® Benedetti) que nuevas voces pueden y deben conjurar, como aqu¨ª se demuestra, con la verdad por delante.
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