Se celebran los 50 a?os de 'El viejo y el mar', de Hemingway

Hace 50 a?os se public¨® por primera vez en la revista Life y en una sola entrega El viejo y el mar. Las 27.000 palabras de la genial novela de Ernest Hemingway se convirtieron enseguida en una de las obras cumbre del siglo XX y le valieron al escritor norteamericano un premio Pulitzer en 1953 y la concesi¨®n del Nobel un a?o despu¨¦s. El viejo y el mar inmortaliz¨® los mares de Cuba y a los pescadores del poblado habanero de Cojimar.

'Era un viejo que pescaba solo en un bote en la corriente del golfo y hac¨ªa ochenta y cuatro d¨ªas que no cog¨ªa un pez...'. Se ha dicho que el personaje de Hemingway -Santiago- est¨¢ inspirado en Gregorio Fuentes, el legendario patr¨®n del yate Pilar con quien el escritor sal¨ªa a pescar. Sin embargo, seg¨²n parece, el verdadero modelo fue un viejo pescador de Cojimar llamado Anselmo, aunque tambi¨¦n pueden haber aportado elementos Cachimba, El Sordo, Cheo L¨®pez y Quint¨ªn, otros hombres de mar que alternaron con el escritor en el restaurante La Terraza.

En 1995, Gregorio Fuentes -que falleci¨® hace algunos meses a la edad de 104 a?os- dec¨ªa que la idea de El viejo y el mar le vino a Hemingway un d¨ªa de pesca en el que se encontraron en aguas profundas con un pescador y un ni?o navegando en un bote de remos. Lo m¨¢s probable, sin embargo, es que el episodio que inspir¨® la novela se basara en un hecho real. El propio Hemingway cont¨® en una cr¨®nica period¨ªstica de 1936 -dos a?os antes de que contratase a Gregorio-: 'En otro tiempo, un viejo que pescaba solo en un bote frente a Caba?as enganch¨® en el anzuelo un gran pez que arrastr¨® la embarcaci¨®n mar afuera. Dos d¨ªas despu¨¦s el viejo fue recogido por unos pescadores a setenta millas hacia el Este: la cabeza y la parte superior del pez estaban amarradas al bote. Lo que los tiburones hab¨ªan dejado de ¨¦l pesaba ochocientas libras'. Hemingway a?ad¨ªa unas l¨ªneas despu¨¦s: 'El viejo luch¨® solo contra ellos en la Corriente del Golfo, en una fr¨¢gil embarcaci¨®n, apale¨¢ndolos, apu?al¨¢ndolos, golpe¨¢ndolos con un remo hasta que qued¨® exhausto; entonces los tiburones comieron cuanto quisieron. Estaba llorando en el bote cuando lo recogieron los pescadores, casi enloquecido por su p¨¦rdida. Dos tiburones a¨²n describ¨ªan c¨ªrculos en torno al bote'.

Life pag¨® a Hemingway un d¨®lar y diez centavos por cada palabra del manuscrito, 30.000 d¨®lares en total. La publicaci¨®n, el 1 de septiembre de 1952, fue todo un suceso; en s¨®lo 48 horas la revista vendi¨® mas de cinco millones de ejemplares. El 8 de septiembre, Scribner puso a la venta la novela y ese mismo d¨ªa decidi¨® hacer una segunda edici¨®n.

Un tiempo despu¨¦s, recuerda Ciro Bianchi, autor de Tras los pasos de Hemingway en La Habana, la revista cubana Bohemia ofreci¨® a Hemingway 5.000 d¨®lares por la publicaci¨®n del libro en castellano. ?l acept¨®, pero puso dos condiciones: que la traducci¨®n deb¨ªa hacerla Lino Novas Calvo y que el dinero que le ofrec¨ªan fuese empleado en comprar televisores y efectos el¨¦ctricos para los enfermos del leprosorio del Rinc¨®n, a las afueras de La Habana.