No te quiero
Existe el derecho a decir: no te quiero. No quiero estar contigo, no quiero hacer el amor contigo, ni tampoco la guerra. No quiero hacer nada contigo. No quiero verte. No quiero. No. Ese derecho tambi¨¦n existe despu¨¦s de haber hecho el amor una vez o muchas. Despu¨¦s de haber vivido con una persona d¨ªas, meses, a?os, milenios. Despu¨¦s de haber sido felices, muy felices los dos, y de escribirse versos, y de viajar por el Mediterr¨¢neo, y de sentir una gran pasi¨®n, y de comprar juntos el apartamento; y tambi¨¦n despu¨¦s de haber rodado doscientos v¨ªdeos dom¨¦sticos poblados de dicha y de parientes, de cumplea?os y tartas.
Existe el derecho a que dejes de gustarme, de interesarme, de importarme. El mismo derecho a que me guste otro/a, a que no me guste nadie, a que me gusten todos/as, a que me guste tu amigo ¨ªntimo, tu amiga del alma, el vecino del quinto, qui¨¦n me d¨¦ la gana. Y si hay reciprocidad, mejor que mejor.
Ese derecho, aunque es constitucional -art¨ªculo 18-, tal vez se ense?a poco en las escuelas. Se escamotea; no se estudian casos pr¨¢cticos. Por eso es tan urgente difundirlo. Reafirmarlo. Profundizar en ¨¦l. Y aceptarlo democr¨¢ticamente aunque su ejercicio tantas veces venga cuajado de tristezas y lamentos, de insomnios y melancol¨ªas, de dolores tan admirables como bald¨ªos, de soledades y nostalgias, y de muchas otras penas que pueden parecer infinitas pero que casi nunca lo son, para bien de todos y de la especie.
En este verano de Valencia han muerto varias mujeres a manos de personas que han atentado b¨¢rbaramente contra el derecho a la intimidad. Personas que creen haber comprado a sus c¨®nyuges delante del altar, del concejal de guardia o del funcionario del juzgado. Personas que creen tener derecho de pernada sobre sus c¨®nyuges y amantes, y que son capaces de malherir a sus hijos, para castigar as¨ª, desde la ci¨¦naga del odio, a quien ha ejercido el derecho de decirle no a tu cuerpo, a tus palabras, a tus gestos, a tus man¨ªas, a tus m¨¦ritos y dem¨¦ritos. A todo y a nada porque no es preciso justificarse. Te han dicho que no y con eso basta. Amor y pedagog¨ªa.
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