Est¨ªo musical burgal¨¦s

Un recital de Mar¨ªa Or¨¢n con su colaboradora al piano Chiquy Mart¨ªn, constituye un acontecimiento. Nos asegura, por ejemplo, un Strauss, o un Ravel de excepci¨®n, pero adem¨¢s en su concierto del teatro Principal, en Burgos, se a?adieron valores que resaltan los de la cultura castellana tal como el estreno de obras encargadas por la organizaci¨®n a los bien conocidos autores Zulema de la Cruz y Carlos Cruz de Castro. La primera ha escrito un d¨ªptico sobre versos del burgal¨¦s, Victoriano Cremer: m¨²sica fuerte y honda. El d¨ªptico de Zulema de la Cruz se incorpora al tesoro de nuestra l¨ªrica vocal, por razones de categor¨ªa y de belleza. Como no hay dificultad que no venza Mar¨ªa Or¨¢n, hoy en un momento de plenitud vocal y de madurez art¨ªstica, las dos hermosas p¨¢ginas sobre la po¨¦tica del nonagenario Cremer (Encontr¨¦ sobre la arena, Kasida de la mar) nos llegaron como si de repertorio se tratase, por perfecci¨®n y potencia afectiva.

Lo mismo sucedi¨® con los estrenos de Cruz de Castro. Todo lo crea la Tierra, recogida por Federico Olmeda en su cancionero, empleada por el franc¨¦s Laparra en su ¨®pera La Habanera, por Antonio Jos¨¦ en un coro de 1929 y ahora por Cruz de Castro que ha sabido reinventar musicalmente el dato po¨¦tico. Del repertorio espa?ol el d¨²o Or¨¢n-Mart¨ªn interpret¨® las tres afectivas Canciones de Valdemosa, de Garc¨ªa Abril y Antonio Gala, y en las sorprendentes Canciones negras, de Montsalvatge.