Estancamiento ¨¢rabe
El mundo ¨¢rabe est¨¢ bloqueado y necesitado de urgentes reformas pol¨ªticas, sociales y econ¨®micas, so pena de perder el tren de una modernizaci¨®n que no tiene por qu¨¦ equivaler necesariamente a occidentalizaci¨®n. ?sta es una conclusi¨®n en la que coinciden el informe sobre desarrollo humano que Naciones Unidas encarg¨® a un grupo de expertos ¨¢rabes y que patrocin¨® la Liga ?rabe, y el primer estudio que ha producido el Foro Econ¨®mico Mundial sobre competitividad en el conjunto de sus econom¨ªas.
De no modernizarse, los ¨¢rabes -que hoy son 280 millones y que ser¨¢n m¨¢s de 420 millones en 2020- pueden quedar condenados al subdesarrollo en una globalizaci¨®n competitiva, aunque entre sus diversas naciones existen grandes diferencias. Kuwait presenta, por ejemplo, un ¨ªndice de desarrollo humano cercano al de Canad¨¢, mientras que Yibuti tiene uno de los m¨¢s bajos del planeta. Pero en su conjunto, el crecimiento econ¨®mico por habitante, lastrado por una demograf¨ªa exuberante, ha sido del 0,5% anual durante el ¨²ltimo cuarto de siglo, la mitad del promedio mundial. En algunos pa¨ªses petroleros incluso ha retrocedido.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo apunt¨® en su informe de junio tres d¨¦ficit esenciales: en libertades y derechos humanos, en promoci¨®n de la mujer, y en capacidades humanas y conocimiento. El c¨ªrculo vicioso de estos tres d¨¦ficit queda de manifiesto en el hecho de que, pese a gastar en conjunto un mayor porcentaje del PIB en educaci¨®n que cualquier otra zona en v¨ªas de desarrollo, una de cada dos mujeres sigue sin saber leer ni escribir. Con un aumento de 15 a?os en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, la esperanza de vida en la mayor parte de estos pa¨ªses est¨¢ por encima de la media global, pero se registra una excepci¨®n m¨¢s entre las mujeres a causa de la elevada tasa de mortalidad maternal.
Reducir, y eventualmente eliminar, estos d¨¦ficit es una condici¨®n necesaria para abrir perspectivas de futuro. El Foro Econ¨®mico Mundial a?ade otras condiciones, como la resoluci¨®n de conflictos y tensiones internacionales, la estabilidad macroecon¨®mica y la consecuci¨®n de unas mejores instituciones p¨²blicas. Estas 22 econom¨ªas han de ir mucho m¨¢s lejos en su apertura a la iniciativa privada, en la diversificaci¨®n de sus exportaciones, o en sus esfuerzos para salvar la brecha digital, entre otras sensatas recomendaciones. Pero si no resuelven los d¨¦ficit b¨¢sicos ser¨¢n incapaces de innovar y se quedar¨¢n al margen de la sociedad de la informaci¨®n.
La productividad del mundo ¨¢rabe, que superaba hace 40 a?os a la hoy boyante Corea del Sur, se ha reducido de forma preocupante. La gran novedad es que sean expertos ¨¢rabes los que se han lanzado a preguntarse por qu¨¦. La propia existencia de estos informes y debates indica un cierto cambio. Contrariamente a lo que buscaba Bin Laden, el 11-S ha empezado a generar una reflexi¨®n aut¨®noma sobre su estancamiento. Sin embargo, la democracia, en general, brilla por su ausencia entre los reg¨ªmenes ¨¢rabes, y los intereses de las oligarqu¨ªas locales y el estrecho v¨ªnculo entre la pol¨ªtica y la religi¨®n no favorecen la apertura. Frente a la amenaza del radicalismo violento, los sectores modernizadores y democratizadores han hecho frente com¨²n con los conservadores.
Si sigue con su miedo a la libertad, a la igualdad de sexos y a la modernizaci¨®n, el mundo ¨¢rabe se puede quedar estancado en lo que ya es el pasado. Si no despierta, se abre a las libertades, apuesta por la igualdad de la mujer, e invierte en la sociedad del conocimiento, entrar¨¢ en un letargo peligroso para ellos, pero tambi¨¦n para nosotros: son vecinos muy pr¨®ximos, y de sus pa¨ªses procede gran parte de la inmigraci¨®n que recibimos.
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