La mayor estafa de Benidorm
Aplazado el juicio contra una banda que se apropi¨® de unos terrenos de gran valor junto al mar y los vendi¨® a un empresario
Imag¨ªnese que usted es propietario de un solar en una zona de gran valor inmobiliario, en primera l¨ªnea de costa. Suponga ahora que por motivos laborales ha permanecido alg¨²n tiempo en el extranjero y que a su regreso, cuando visita sus terrenos, se encuentra con dos edificios en construcci¨®n y con la noticia de que la titularidad de su propiedad ha cambiado misteriosamente a otras manos. Sue?e a continuaci¨®n que localiza al promotor del edificio y que ¨¦ste le muestra una documentaci¨®n en toda regla seg¨²n la cual usted le ha vendido el terreno.
Prueba de que estas cosas pasan las tiene el abogado valenciano Ricardo Lapeyre. Le sucedi¨® en 1988, cuando a su regreso de Londres comprob¨® que sus terrenos junto a la playa de Benidorm estaban siendo edificados. La estafa, una de las mayores que se recuerdan en la capital tur¨ªstica de la Costa Blanca, iba a ser juzgada ayer en Benidorm, pero la vista qued¨® aplazada, tras alegar los letrados de los acusados que los delitos que se les imputan han prescrito. No menos rocambolesca que la estafa ha sido la instrucci¨®n policial y judicial del caso. Y no s¨®lo por su lentitud -14 a?os- sino tambi¨¦n por su aparente falta de tino.
Uno de los participantes en la estafa, Agust¨ªn Imaz, recuerda a EL PA?S qu¨¦ ocurri¨® cuando el abogado Lapeyre descubri¨® el enga?o. 'V¨ª en el peri¨®dico y en la televisi¨®n que me buscaban como el cerebro de la estafa de 400 millones de pesetas [2,4 millones de euros] en la que particip¨¦ en Benidorm en 1988, as¨ª que cog¨ª un malet¨ªn con los 25 kilos [150.000 euros] que me correspond¨ªan y escap¨¦ a Francia'. 14 a?os despu¨¦s, Agust¨ªn Imaz no ha sido juzgado por estos hechos. Ni lo ser¨¢, ya que un juzgado de Benidorm le ha comunicado que su responsabilidad penal est¨¢ extinguida.
A finales de los ochenta, Imaz, un manchego afincado en la ciudad tur¨ªstica, merodeaba el ambiente subastero de Benidorm. Un d¨ªa, uno de los procesados en el caso, Francisco Coll Momp¨®, le ofreci¨® la posibilidad de ganar un dinero f¨¢cil. Le dijo que en Londres hab¨ªa muerto un se?or que era propietario de unos terrenos en Benidorm y que sus herederos quer¨ªan hacer una venta r¨¢pida, para eludir las transmisiones a Hacienda, ya que hab¨ªa un comprador muy interesado en la finca. Imaz escudri?¨® el plan y lo ejecut¨® a la perfecci¨®n. Le proporcionaron un falso documento nacional de identidad a nombre del verdadero propietario del terreno, Ricardo Lapeyre. Con ese documento, acudi¨® junto a los instigadores de la estafa a una notar¨ªa de X¨¤tiva, donde ya estaba preparado el documento por el que el falso Lapeyre otorgaba poderes para la operaci¨®n a un tal Pascual Coll Momp¨®. All¨ª, el 1 de septiembre de 1988, el notario Jos¨¦ Alfonso L¨®pez Tena, hoy miembro del Consejo General del Poder Judicial, dej¨® constancia por escrito de que conoc¨ªa a Lapeyre, pese a que la persona que estaba frente a ¨¦l era Imaz.
El plan defraudatorio iba viento en popa. Tras varios intentos fallidos se consum¨® la compra-venta entre el falso Lapeyre y el empresario de origen gallego Alfonso Ramos quien, seg¨²n sus declaraciones judiciales, actu¨® de buena fe, sin saber que su vendedor estaba suplantando la identidad del verdadero propietario.
Pero de la noche a la ma?ana salt¨® el esc¨¢ndalo. El verdadero Lapeyre recibi¨® una notificaci¨®n del Ayuntamiento de Benidorm que le exig¨ªa el pago de las plusval¨ªas generadas por la venta de su terreno. Cuando ¨¦ste fue a su solar no dio cr¨¦dito a lo que vio: se estaban construyendo dos edificios.
Lapeyre se querell¨® inicialmente contra el comprador, denuncia que posteriormente retir¨®, cuando ¨¦ste le pag¨® los 400 millones de pesetas que val¨ªa el terreno. Y Ramos denunci¨® a los presuntos estafadores, un proceso en el que hay seis procesados -incluido el director de una sucursal bancaria- y cuyo juicio qued¨® ayer aplazado.
Imag¨ªnese, por fin, que tama?a estafa nunca sea juzgada. Probablemente acierte.
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