?Qu¨¦ esconde Sadam Husein?
Los inspectores lograron destruir importante arsenal iraqu¨ª hasta 1998, pero no pueden evaluar la amenaza actual sin volver a Bagdad
Los inspectores de desarme de Naciones Unidas han dado la bienvenida al anuncio por parte del Gobierno de Irak el lunes pasado de que aceptar¨¢ el retorno sin condiciones de la misi¨®n de la ONU, cuyos trabajos fueron interrumpidos en 1998 tras los bombardeos por parte de Estados Unidos y el Reino Unido sobre Irak. Los inspectores sospechan que el r¨¦gimen de Sadam Hussein ha desarrollado armas de destrucci¨®n masiva en estos casi cuatro a?os, pero aseguran que s¨®lo es posible verificarlo a trav¨¦s de inspecciones in situ.
'Entre 1991 y 1998 realizamos un importante trabajo de desarme en Irak. Un trabajo significativo, pero incompleto. Desde entonces, hay indicios como im¨¢genes de sat¨¦lite, que apuntan a que Irak est¨¢ llevando a cabo un rearme, pero sin una inspecci¨®n sobre el terreno no lo podemos certificar', asegura Iwin Buchanan, portavoz de la comisi¨®n de la ONU para la Verificaci¨®n e Inspecci¨®n de desarme en Irak (Unmovic, el nombre que hoy recibe la comisi¨®n). Las fotograf¨ªas por sat¨¦lite muestran que al menos 50 centros de fabricaci¨®n de armamentos han sido reconstruidos e incluso ampliados. La Agencia Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (AIEA) descarta tambi¨¦n que se trate de una evidencia definitiva. 'Hay nuevos edificios en plantas nucleares, pero no sabemos qu¨¦ hay debajo de esos tejados', asegura Melissa Fleming, portavoz de la agencia de energ¨ªa at¨®mica.
En abril de 1991, el Consejo de Seguridad de la ONU, a trav¨¦s de la resoluci¨®n 687, estableci¨®, adem¨¢s de los t¨¦rminos para el alto el fuego entre Irak y las fuerzas aliadas -incluido Kuwait-, la necesidad de supervisar el desarme del r¨¦gimen de Bagdad al que se le acusaba de desarrollar armas biol¨®gicas, qu¨ªmicas y nucleares tras la Guerra del Golfo. Para ello, Naciones Unidas cre¨® la pol¨¦mica Comisi¨®n Especial para el desarme en Irak (Unscom), encargada de averiguar si Sadam Husein escond¨ªa armas qu¨ªmicas, biol¨®gicas y misiles de alcance mayor de 150 kil¨®metros, prohibidos por la ONU. La AIEA trabajar¨ªa codo con codo con la Unscom para desmantelar el programa clandestino de armamento nuclear iraqu¨ª.
Desde entonces, los expertos en misiles, armas qu¨ªmicas, biol¨®gicas y nucleares desarrrollaron lo que fuentes de la AIEA califican de un mandato 'muy intrusivo, ilimitado y sin ning¨²n tipo de restricci¨®n'; es decir, los inspectores pudieron visitar f¨¢bricas, oficinas y centros de producci¨®n de armas o productos qu¨ªmicos sin previo aviso. Sin embargo, reconocen que Bagdad trat¨® de 'obstruir' sus trabajos. En el mismo sentido se pronuncian varias resoluciones del Consejo de Seguridad que denuncian reiteradamente la falta de colaboraci¨®n por parte de Irak. 'En general, no tuvimos problemas, pero al menos una docena de veces nos prohibieron el acceso a informaci¨®n decisiva', asegura Buchanan. En el campo del desarrollo de armas nucleares, las inspecciones de la ONU dieron los resultados. Seg¨²n la AIEA, fueron capaces de poner fin al programa nuclear clandestino. Destruyeron todos los centros susceptibles de ser utilizados para el enriquecimiento de uranio y la producci¨®n de combustible para reactores. Por su parte, los inspectores de la Unmovic aseguran que en 1998 los trabajos de desarme no se hab¨ªan completado, pero reconocen que destaparon y supervisaron la destrucci¨®n de programas clandestinos de armas biol¨®gicas, de misiles de largo alcance y qu¨ªmicas.
Pero a principios de 1998 comenzaron a llover las cr¨ªticas a la Unscom, a la que Bagdad acus¨® de espiar para EE UU. Rusia -uno de los cinco miembros permanentes del Consejo- se suma a las acusaciones y varios diarios estadounidenses recogieron informes y testimonios de altos funcionarios que, desde el anonimato, ratificaban que Washington infiltr¨® a varios de sus agentes entre los inspectores para sus propios fines estrat¨¦gicos y militares. Seg¨²n The Washington Post a principios de marzo de 1999, funcionarios del Gobierno de EE UU ratificaron que los servicios de inteligencia de Washington infiltraron agentes y equipos de espionaje durante tres a?os en la misi¨®n de desarme de la ONU en Irak, para investigar la situaci¨®n militar en el pa¨ªs. Seg¨²n las mismas fuentes, sin embargo, la Unscom ni autoriz¨® ni sac¨® beneficio del espionaje estadounidense.
Por su parte, Rolf Ekeus, quien dirigi¨® la misi¨®n de desarme de la ONU entre 1991 y 1997, asegur¨® el pasado mes de julio, en declaraciones a la radio sueca, que EE UU trat¨® de extraer informaci¨®n sobre la capacidad militar de Sadam Husein a trav¨¦s de la Unscom. Asimismo, indic¨® que tras su marcha supo que Washington hab¨ªa infiltrado a dos de sus agentes en la misi¨®n de inspectores de desarme.
En octubre de 1998, el Gobierno iraqu¨ª ratific¨® el fin de su cooperaci¨®n con la Unscom debido al supuesto espionaje, y prohibi¨® la inspecci¨®n de sus almacenes de armas. A finales de ese mismo a?o, los 140 miembros del equipo de inspectores de la ONU abandonaron territorio iraqu¨ª ante la inminente operaci¨®n zorro del desierto, en la que EE UU y el Reino Unido bombardearon Irak en sucesivas oleadas ante la decisi¨®n de Bagdad de no permitir el acceso de los inspectores y en pleno esc¨¢ndalo Lewinsky. El fracaso de la Unscom, desacreditada seg¨²n el propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, llev¨® a la ONU a dar un lavado de cara a su misi¨®n de desarme y cre¨® la Unmovic para sustituir a su pol¨¦mica agencia. Desde entonces, ni la Unmovic ni la AIEA han podido volver a Irak, y el propio Hans Blix, actual jefe de inspectores de la ONU, ha reconocido que aunque no tienen suficientes pruebas del rearme, los iraqu¨ªes han tenido tiempo de sobra en estos casi cuatro a?os de reconstruir su arsenal.
El anuncio de Bagdad el lunes pasado de que aceptar¨¢ el retorno de los inspectores sin condiciones, para que verifiquen el cumplimiento de las resoluciones sobre desarme, ha despertado de nuevo las esperanzas de la misi¨®n de desarme de la ONU. 'Por supuesto, Blix y su equipo est¨¢n preparados para continuar su trabajo', afirm¨® el lunes por la noche el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
Para ello, Unmovic tiene a 250 inspectores de hasta 40 nacionalidades listos, y la AIEA a otros 20. 'Estamos preparados para reanudar las inspecciones. S¨®lo falta que el Consejo de Seguridad d¨¦ la luz verde', asegura Buchanan, por parte de la Unmovic. La Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica, sus socios en las inspecciones de desarme, no han querido quedarse atr¨¢s: 'Podr¨ªamos empezar ma?ana, s¨®lo nos falta el acuerdo del Consejo de Seguridad', afirm¨® ayer Fleming.
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