Ignacio Ramonet certifica la ruina del planeta y propone soluciones
El escritor presenta un l¨²cido ensayo sobre las 'Guerras del siglo XXI'
El director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet (Redondela, 1943), resume en su nuevo ensayo, Guerras del siglo XXI (Mondadori), los cambios geoestrat¨¦gicos que ha sufrido el mundo tras el 11-S. Tras constatar la ruina planetaria y enumerar los nuevos miedos y amenazas que socavan la libertad, la paz social y el desarrollo, Ramonet propone algunas soluciones para que 'la econom¨ªa deje de mandar en la pol¨ªtica'.
La reflexi¨®n de Ramonet comprende aspectos hist¨®ricos, sociales, econ¨®micos, ecol¨®gicos, militares, geogr¨¢ficos. Su tesis parte de dos cambios sim¨¦tricos, de dos fechas de ruptura. 'El 9 del 11 del 89 cae el muro de Berl¨ªn, y con ¨¦l nace el Nuevo Orden Mundial anunciado por el padre de Bush. Econ¨®micamente, surge la globalizaci¨®n, la segunda revoluci¨®n capitalista. Geopol¨ªticamente, la democracia se empieza a extender: Estado de derecho y sonrisas de Clinton para todos. El 11 del 9 de 2001 caen las Torres Gemelas. Sigue la globalizaci¨®n, y Bin Laden hace un regalo divino a Estados Unidos: les devuelve lo que perdieron en el 89, un enemigo. Un imperio sin enemigo siempre es m¨¢s d¨¦bil. El terrorismo internacional es la gran coartada: nace as¨ª la guerra infinita, la supremac¨ªa del inter¨¦s del Estado sobre el derecho, la manipulaci¨®n c¨ªnica de la informaci¨®n, y cambian los modales: la brutalidad y la tortura suceden al fair-play, desaparece incluso el habeas corpus, y los aliados ya no son aliados, sino vasallos, sin importar siquiera que sean golpistas o dem¨®cratas'.
Despu¨¦s de esa descriptiva introducci¨®n, el libro (que present¨® ayer la socialista Trinidad Jim¨¦nez en el C¨ªrculo de Bellas Artes), explica c¨®mo, en ese contexto de dominio del hipercentro, surge una inmensa periferia, 'una gigantesca favela' con nuevos conflictos, miedos y amenazas, con 'grupos extra?os cuyo alimento ya no es el marxismo, sino raros virus intelectuales capaces de engendrar la hiperviolencia'. Y as¨ª, dice Ramonet, nacen las guerras actuales: 'Aparecen las guerras que no se ven, guerras que no son s¨®lo de enfrentamiento. La guerra social planetaria. Los pobres contra otros pobres, y contra los ricos. Los 5.500 millones de pobres, 3.000 de ellos en la miseria, contra los 500 millones de ricos'.
Parad¨®jicamente, la violencia pol¨ªtica tradicional, 'la que trataba de cambiar el mundo', se limita hoy a seis o siete focos, dice Ramonet. Pero las sociedades de la globalizaci¨®n viven un polvor¨ªn cotidiano: asaltos, secuestros, asesinatos... La violencia de los miserables, de los inmigrantes, de los marginados. 'Para m¨ª, ¨¦sa es la nueva violencia pol¨ªtica, la violencia de la supervivencia, de la injusticia social. En Am¨¦rica Latina, hace 20 a?os, si un pobre ten¨ªa una pistola se iba al monte a cambiar el mundo. Hoy atraca un banco. Esa violencia ha costado m¨¢s muertes que las guerrillas. Y m¨¢s dinero: en Brasil se gasta en seguridad el equivalente al 10% de su PIB. O sea, el equivalente a todo el PIB de Chile'.
Hay, en fin, otra gran guerra m¨¢s: la ambiental. 'Hay 1.500 millones de personas sin agua. Cada d¨ªa mueren 30.000 personas por beber agua de mala calidad. Cada d¨ªa, 10 veces m¨¢s muertos que los que hubo en el World Trade Center. Mientras hay excedentes de comida, 800 millones de personas pasan hambre, y 30 millones mueren cada a?o. Y 99 de cada 100 ni?os que nacen, lo hacen en familias pobres o paup¨¦rrimas'.
?Soluciones? 'Cambiar el signo de la globalizaci¨®n. Que la pol¨ªtica mande sobre la econom¨ªa. Que los ciudadanos se movilicen. Implantar un impuesto de solidaridad universal y un sueldo para cada criatura que nace. Suprimir los para¨ªsos fiscales. Y esperar a que Estados Unidos tenga un l¨ªder visionario, un nuevo Roosevelt, un nuevo Marshall'.
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