La ambici¨®n abandona al debutante
El M¨¢laga control¨® su partido ante el Zeljeznicar, pero careci¨® de apetito para vencer
La supuesta ventaja que para algunos es jugar fuera el partido de ida le sirvi¨® al M¨¢laga para no sufrir la exigencia de llevar la iniciativa en Sarajevo ante el Zeljeznicar. As¨ª, el equipo de Peir¨® solvent¨® los primeros minutos con entereza, esos primeros instantes que para un debutante pueden convertirse en letales. Superado el miedo del debutante, el partido se le puso en bandeja al conjunto andaluz, que no mostr¨® su lado m¨¢s ambicioso.
No temblaron las piernas al debutante. El partido, falto de mordiente, cay¨® en una fase de extrema vigilancia mutua entre dos equipos con intenciones sim¨¦tricas: dos l¨ªneas de cuatro con doble pivote en la medular y dos puntas con gran movilidad.
ZELJEZNICAR, 0| M?LAGA, 0
Zeljeznicar: Hasagic; Mulaosmanovic (Gredic, min. 74), Tica, Aihodzic, Kajtaz; Zeric, Biscevic, Karic, Silic; Cosic y Guvo (Radonja, min.78). M¨¢laga: Contreras; Rojas, Fernando Sanz, Roteta, Valcarce; Gerardo, Romero (Leko, min. 46), Miguel ?ngel, Musampa; Dely Vald¨¦s y Dar¨ªo Silva. ?rbitro: Michael Messner (Austria). Amonest¨® a Zeric, Tica, Roteta, Dely Vald¨¦s y Dar¨ªo Silva. Unos 7.000 espectadores en el remozado estadio Ol¨ªmpico de Sarajevo, donde se celebraron los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de 1984 y casi destruido durante la guerra. Partido de ida de la primera ronda de la Copa de la UEFA.
Las urgencias no iban con el M¨¢laga. As¨ª que los andaluces cedieron el bal¨®n aunque controlaron las t¨ªmidas acometidas de los hombres de Amar Osim, que se atropellaban en los ¨²ltimos metros. A pesar de la candidez ofensiva de los bosnios, el equipo de Peir¨® tuvo momentos de repliegue peligroso en lugar de ir a por un partido usando las bandas como acostumbra. Pero no estaba Sandro, el hombre capaz de ver el hueco que otros no ven. Tampoco aprovech¨® el M¨¢laga la velocidad y capacidad de lucha de Dar¨ªo Silva. Los escasos balones le llegaban v¨ªa l¨ªneas a¨¦reas, toda una alegr¨ªa para los corpulentos centrales locales.
La entrada de Leko en la segunda parte coincidi¨® con un cambio de actitud del M¨¢laga, que lleg¨® m¨¢s y llev¨® la pelota hacia Dar¨ªo Silva. El M¨¢laga se convenci¨® entonces de su superioridad y el partido se abri¨®.
El golpe de mano del M¨¢laga sirvi¨® m¨¢s para sembrar dudas y temblores en los jugadores bosnios que para sacar al partido de su continua insulsez. Cierto es que el Zeljeznicar retroced¨ªa, pero consegu¨ªa salir al contraataque con cuentagotas y sin demasiadas ideas.
Los ¨²ltimos minutos dieron paso a la heroica bosnia, mientras el M¨¢laga se relajaba y entregaba el mando en un ejercicio de desidia. Entre tanta desidia, Contreras y la madera salvaron el sonrojo.
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