Julio ?lvarez, con tres goles, y el ¨¢rbitro doblegan al Racing

Cierto es que el partido naci¨® viciado. Que nada fue igual desde que aquella ca¨ªda de Perag¨®n (m. 17) le pareci¨® al ¨¢rbitro digna de ser penalti. Protestaron los racinguistas y el m¨¢s airado en la queja, el meta Lemmens, vio la tarjeta amarilla. Lanz¨® la m¨¢xima pena Julio ?lvarez y Lemmens rechaz¨®. Pero vio algo raro el ¨¢rbitro, Medina Cantalejo, en la acci¨®n. Tal vez que el portero se adelant¨®. O quiz¨¢ que alg¨²n impaciente entr¨® antes de tiempo en el ¨¢rea. Qui¨¦n sabe. Algo no le gust¨® y mand¨® repetir el lanzamiento. Julio ?lvarez lo intent¨® de nuevo y marc¨®. Y entonces Lemmens cogi¨® la pelota y la lanz¨® con rabia contra el suelo. No hizo un boquete en el c¨¦sped, ya de por s¨ª agujereado, ni hiri¨® a nadie. Pero el colegiado consider¨® que aquello ten¨ªa pinta de delito, as¨ª que le ense?¨® la segunda amarilla.

Con 70 minutos por delante y un jugador menos, al Racing le quedaba una tarea ¨ªmproba. El Rayo cedi¨® el dominio y se encontr¨® con el empate, logrado por Munitis tras rechazar Etxeberria un penalti. Pero el ¨¢rbitro se hab¨ªa gustado. Tanto, que pit¨® otra pena m¨¢xima, la tercero, ¨¦sta para el Rayo. Menos mal que all¨ª estaba Camu?as para que la gente se olvidara de Medina gracias al jugad¨®n que dio origen al tercer gol de Julio ?lvarez, m¨¢ximo culpable, que no ¨²nico, del triunfo del Rayo, al que le habr¨ªa bastado con su f¨²tbol para conseguirlo.

Cierto es que el partido naci¨® viciado. Que nada fue igual desde que aquella ca¨ªda de Perag¨®n (m. 17) le pareci¨® al ¨¢rbitro digna de ser penalti. Protestaron los racinguistas y el m¨¢s airado en la queja, el meta Lemmens, vio la tarjeta amarilla. Lanz¨® la m¨¢xima pena Julio ?lvarez y Lemmens rechaz¨®. Pero vio algo raro el ¨¢rbitro, Medina Cantalejo, en la acci¨®n. Tal vez que el portero se adelant¨®. O quiz¨¢ que alg¨²n impaciente entr¨® antes de tiempo en el ¨¢rea. Qui¨¦n sabe. Algo no le gust¨® y mand¨® repetir el lanzamiento. Julio ?lvarez lo intent¨® de nuevo y marc¨®. Y entonces Lemmens cogi¨® la pelota y la lanz¨® con rabia contra el suelo. No hizo un boquete en el c¨¦sped, ya de por s¨ª agujereado, ni hiri¨® a nadie. Pero el colegiado consider¨® que aquello ten¨ªa pinta de delito, as¨ª que le ense?¨® la segunda amarilla.

Con 70 minutos por delante y un jugador menos, al Racing le quedaba una tarea ¨ªmproba. El Rayo cedi¨® el dominio y se encontr¨® con el empate, logrado por Munitis tras rechazar Etxeberria un penalti. Pero el ¨¢rbitro se hab¨ªa gustado. Tanto, que pit¨® otra pena m¨¢xima, la tercero, ¨¦sta para el Rayo. Menos mal que all¨ª estaba Camu?as para que la gente se olvidara de Medina gracias al jugad¨®n que dio origen al tercer gol de Julio ?lvarez, m¨¢ximo culpable, que no ¨²nico, del triunfo del Rayo, al que le habr¨ªa bastado con su f¨²tbol para conseguirlo.