Hinault no lo sab¨ªa
En los grandes puertos, la velocidad a la que avanza una bicicleta depende casi ¨²nicamente de la potencia que las piernas del ciclista son capaces de generar para vencer a sus dos enemigos naturales: el rozamiento de las ruedas sobre el asfalto, y, sobre todo, la fuerza de la gravedad (o, dicho de otro modo, el peso del ciclista). La potencia, que se mide en vatios (W), depende de la fuerza y de la velocidad con que se contraen los m¨²sculos del ciclista -sobre todo el cu¨¢driceps-. La fuerza de la contracci¨®n muscular var¨ªa en funci¨®n del desnivel de la carretera y del desarrollo, que es la combinaci¨®n entre el tama?o del plato y de los pi?ones. Cuanto mayor el plato y menor el pi?¨®n, m¨¢s fuerza hay que hacer, y viceversa. Y la velocidad de la contracci¨®n muscular depende de la cadencia de pedaleo, que se expresa en revoluciones (n¨²mero de pedaladas) por minuto (¨® rpm).
En un puerto t¨ªpico de los Alpes o Pirineos (7 u 8% de desnivel medio), un buen escalador en plena forma -de 65 kilos de peso, pongamos por caso- es capaz de subir a una velocidad media de 20 km/h (siempre en n¨²meros redondos). O expresado en potencia: cerca de 400 W, ¨® 6 W por kilo de peso. Para ello muchos suelen emplear una combinaci¨®n bastante com¨²n, de 39 x 19-21 dientes (en plato y pi?ones, respectivamente), y hacen girar los pedales bastante r¨¢pido, a unas 70-80 rpm.
Para subir a la misma velocidad en la parte m¨¢s dura del Angliru, la famosa Cue?a les Cabres, del 22% de desnivel, ese mismo ciclista tendr¨ªa que generar una potencia de...?m¨¢s de 1500 W! Algo humanamente imposible. Al menos despu¨¦s de cinco horas de tortura, con tres duros puertos de por medio y los nueve kil¨®metros previos del Angliru bajo una intensa lluvia. Lo m¨¢s posible es que a ning¨²n corredor le quedaran energ¨ªas para pasar de 400 W en ese muro de casi un kil¨®metro. Y, a¨²n con una potencia tan respetable como son 400 W, apenas si se puede pasar de 7 u 8 km/h en un tramo de tanto desnivel. Y eso, en el mejor de los casos. Para avanzar a esa misma velocidad, un ciclista m¨¢s pesado -un sprinter de 75 kilos de peso, por ejemplo- tendr¨ªa que llegar a mantener 450 W durante casi 10 minutos -los que tardar¨ªa en hacer el kil¨®metro m¨¢s duro del puerto-. Algo en el l¨ªmite de las posibilidades humanas al final de una etapa como la de ayer.
Adem¨¢s, por muy peque?os que fuesen los desarrollos empleados por los ciclistas (30 x 23, por ejemplo), sus cadencias de pedaleo no pasaban de 60 rpm cuando trepaban por las paredes m¨¢s duras. Ni de 30 ¨® 40 rpm, en algunos casos. Para mantener potencias altas (de alrededor de 400 W) con cadencias tan bajas, los m¨²sculos del cuadriceps deben contraerse con tanta tensi¨®n que llegan a ocluir a los vasos sangu¨ªneos del muslo, que son precisamente los que les llevan sangre y ox¨ªgeno. Peor imposible.
Para colmo, en los tramos de m¨¢s desnivel las ruedas de los ciclistas patinan sobre el asfalto mojado. Muchos consegu¨ªan avanzar sin caerse ni poner pie a tierra a base de zigzaguear y tirar con toda su fuerza de brazos, antebrazos y lumbares. A¨²n m¨¢s esfuerzo: si adem¨¢s de pedalear con toda su alma un ciclista ha de hacer fuerza con los brazos, su frecuencia cardiaca no tarda en alcanzar su m¨¢ximo (de hasta 200 latidos por minuto), debido a un mecanismo reflejo. Desde luego, cuando el gran Bernard Hinault afirmaba que un buen escalador ha de pedalear s¨®lo con las piernas, evitando dar chepazos y tirar de brazos -'se tendr¨ªa que poder tocar el piano mientras se sube un puerto', dec¨ªa- no conoc¨ªa el Angliru.
Alejandro Luc¨ªa es fisi¨®logo de la Universidad Europea de Madrid.
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