Ilusiones vanas

El cartel era uno de los m¨¢s rematados del a?o y se abrigaba la esperanza de que los tres chavales demostraran sus posibilidades de futuro. Pero, una vez m¨¢s, no fue posible. Fallaron los novillos, mansos, sosos y muy deslucidos, que en nada colaboraron a la brillantez del espect¨¢culo. Mansearon en los caballos y estuvieron m¨¢s pendientes de los movimientos en los tendidos que de los toreros. Y fallaron los novilleros, que se mantuvieron en el tono gris que impusieron sus oponentes y, a pesar de su juventud y maneras, no fueron capaces de levantar la tarde.

El m¨¢s experimentado es Gir¨®n, quien tuvo momentos muy lucidos, aunque no remat¨® ninguna faena. Tiene madera de torero: valor, quietud, temple y gusto. A su primero lo recibi¨® con empaque en unas ver¨®nicas con las manos bajas. Se emple¨® en el tercio final, se coloc¨® muy cerca de los pitones y consigui¨® muletazos estimables. Algo parecido le ocurri¨® en el cuarto, con el que Gir¨®n anduvo muy centrado. Tiene una buena concepci¨®n del toreo aunque ayer no lleg¨® a rematar una tarde de triunfo. Salvador Vega se llev¨® la peor parte. Es torero preocupado por componer la figura y poco por torear como exigen los c¨¢nones: se coloca mal, abusa del pico y aburri¨® mucho.

Hay muchas esperanzas puestas en Escribano, un chaval valiente, alegre y bullidor, pero tambi¨¦n acelerado, lo que resta prestancia a su toreo. Recibi¨® a sus dos novillos en la puerta de toriles con m¨¢s voluntad que lucimiento, los lanz¨® con rapidez, los banderille¨® con desigual fortuna y mejor¨® en la muleta; en su primero destacaron varias tandas con la derecha y alg¨²n pase de pecho largo y templado; en el otro, ca¨ªda ya la noche, derroch¨® voluntad pero no fue capaz de romper una tarde aburrida en la que se desvanecieron muchas ilusiones depositadas en tres chavales que formaban uno de los carteles m¨¢s ilusionantes del a?o.