Un gran mirador ajardinado sobre el Bot¨¢nico
Arrancan las obras para la construcci¨®n de un 'belvedere' de 3.150 metros cuadrados en la zona m¨¢s elevada del parque regio
Las obras de construcci¨®n de un gran mirador en la zona m¨¢s prominente del Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid comienzan en los pr¨®ximos d¨ªas. As¨ª lo asegura la directora del Jard¨ªn, Mar¨ªa Teresa Teller¨ªa, cuyo prop¨®sito es iniciar las obras 'antes de las primeras lluvias de oto?o'. La atalaya albergar¨¢ la espl¨¦ndida colecci¨®n de bons¨¢is del Bot¨¢nico y permitir¨¢ la contemplaci¨®n, hasta el momento imposible, de las copas de los ¨¢rboles centenarios del regio parque en su ciclo estacional y de la fachada sur del Museo del Prado desde un enclave de singular luminosidad.
El mirador es el resultado de la conjunci¨®n del entusiasmo de Mar¨ªa Teresa Teller¨ªa, del arte de construir del arquitecto Pablo Carvajal y de la propuesta paisajista de Fernando Caruncho, con la delicada documentaci¨®n de Isabel Casans y el apoyo de sus respectivos equipos. El proyecto consiste en un parapeto de un centenar de metros de longitud dispuesto de sur a norte, escalonado y ascendente, que, casi oculto bajo un bosquete de cincuenta tilos y pl¨¢tanos y un revestimiento de laureles y hiedra en sus paredes, se desplegar¨¢ bajo el muro oriental que ci?e por la calle de Alfonso XII el Bot¨¢nico.
Tilos, laureles, boj y hiedra revestir¨¢n los muros del nuevo sal¨®n, desde el que ser¨¢n visibles las estaciones
El belvedere descubrir¨¢ una parte hasta ahora vedada a los visitantes y les permitir¨¢ ascender su pendiente por una senda de flancos ajardinados, sobre una base de piedra abujardada, que desembocar¨¢ en una l¨¢mina de agua de 18 metros de longitud por otros siete de anchura. El paseo, que adoptar¨¢ para el p¨²blico la forma de un sal¨®n de rampa tenue y salvar¨¢ hasta ocho metros de desnivel, se ver¨¢ rematado por una superficie el¨ªptica remarcada por setos de boj, en cuya circunferencia, de unos 950 metros cuadrados, ser¨¢ desplegada la magn¨ªfica colecci¨®n de aproximadamente dos centenares de bons¨¢is, ¨¢rboles de peque?o tama?o, de la cual el jard¨ªn madrile?o dispone. Contar¨¢n con sistemas de sombreado, antigranizo y nebulizaci¨®n del agua.
Bajo el parapeto, en disposici¨®n no visible desde fuera, quedar¨¢n encastrados un taller para los cuidadores de los ¨¢rboles, un umbr¨¢culo para guarecerlos en verano, un vivero de paredes de vidrio para su exhibici¨®n y dep¨®sito, m¨¢s una sala de seminarios de aforo medio, explica Pablo Carvajal.
Para Fernando Caruncho, el emplazamiento y la estatura del mirador 'procurar¨¢n una bell¨ªsima vista de las terrazas neocl¨¢sica y del siglo XIX que segmentan el Bot¨¢nico. De esta manera', a?ade, 'la apuesta contempor¨¢nea que la nueva balconada incorpora resumir¨¢, gracias a una mirada circular desde su promontorio, la historia y el despliegue del jard¨ªn regio'.
La dificultad de las actuaciones sobre un vergel enclavado en el coraz¨®n de Madrid desde 1781, Jard¨ªn Hist¨®rico y Bien de Inter¨¦s Cultural, ha sido todo un laberinto felizmente culminado, reconoce Mar¨ªa Teresa Teller¨ªa. 'Tenemos ya todos los permisos y licencias municipales en orden para empezar a actuar, as¨ª como los estudios pertinentes y la adjudicaci¨®n de las obras, tras sortear un recorrido administrativo muy denso', dice la directora del Bot¨¢nico. 'El resultado va a ser fant¨¢stico', anuncia con una sonrisa. La extensi¨®n de la rampa ser¨¢ de 3.150 metros cuadrados.
'El presupuesto asignado frisa los dos millones de euros y las obras durar¨¢n hasta el comienzo del a?o 2004', a?ade. Meta decisiva del nuevo proyecto ser¨¢ la modificaci¨®n de la circulaci¨®n interior del Bot¨¢nico. 'Hasta ahora, los visitantes entraban por la plaza de Murillo, frente al museo, y se adentraban por la primera terraza hasta el pasillo axial que arranca desde la puerta de Carlos III, sobre el paseo del Prado, para subir perpendicularmente hasta el Pabell¨®n de Villanueva, una gran sala de eventos hoy a los pies de la futura balconada. Pues bien', destaca Teller¨ªa, 'ahora invitaremos a prolongar el paseo hasta el trecho paralelo a la cuesta de Moyano, apenas visitado, y a completarlo a trav¨¦s de un ¨¢rea de olivos en un c¨ªrculo que culminar¨¢ en la panor¨¢mica que el mirador brinda'.
Un vecino inquietante para 450 autom¨®viles
En las pr¨®ximas semanas comienza tambi¨¦n la construcci¨®n de un estacionamiento para residentes en la calle de Espalter, que perfila la fachada norte del Jard¨ªn Bot¨¢nico. Una unidad temporal de empresas formada por Vicesa y Pottemar acometer¨¢ la excavaci¨®n de hasta cuatro plantas para 450 plazas de garaje. De momento, las conducciones de agua y luz que discurr¨ªan por la calle hasta la plaza de Murillo, junto al Museo del Prado, ya han sido desviadas por la empresa Emiur hacia los laterales de la v¨ªa, uno de los cuales forma frontera con el Bot¨¢nico. La excavaci¨®n, de gran envergadura, bajar¨¢ al menos 12 metros en un barrio muy alterado ya por la ampliaci¨®n del Prado. La Puerta de Murillo, donde el estacionamiento se adentrar¨¢ unos cuatro metros, podr¨ªa absorber las aguas procedentes de las escorrent¨ªas desviadas por el enorme estacionamiento. As¨ª lo temen algunos vecinos, que destacan la delicadeza del Real Jard¨ªn contiguo, uno de los vergeles urbanos m¨¢s singulares de Europa. Proyectado por Villanueva, hoy tiene 8 hect¨¢reas de extensi¨®n.
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