'Exigimos justicia y que no se burlen'
Los familiares de los afectados por el s¨ªndrome Ardystil claman contra los constantes retrasos en la causa judicial
Los afectados del s¨ªndrome Ardystil, que caus¨® la muerte de seis trabajadores y afecciones pulmonares a 70 operarios del sector de la aerograf¨ªa textil, han recibido como una mazazo la decisi¨®n de la Audiencia de Alicante de devolver el sumario al juzgado de Alcoy, al descubrirse que faltan los escritos de defensa de varias empresas imputadas en una instrucci¨®n judicial que ha durado una d¨¦cada.
El colectivo pide justicia y se muestra indignado ante los constantes retrasos en el sumario judicial. El testimonio de algunos de los implicados es estremecedor. Las dos hijas de Consuelo Rau¨¦s, Yovana y Soraya, se dejaron la vida trabajando en Ardystil. Ten¨ªan 20 y 18 a?os y fallecieron hace 10 a?os en un hospital de Valencia, lejos de casa y como consecuencia de la fibrosis pulmonar que desarrollaron tras varios meses de trabajo en la empresa Ardystil. Consuelo, su madre, apenas pudo despedirse de ellas. 'Todo fue muy r¨¢pido, en menos de una semana las perd¨ª a las dos', recordaba ayer entre la lucidez y la ira. Consuelo quiere que sus hijas descansen en paz de una vez por todas y que los imputados -empresas de aerograf¨ªa textil y un inspector de Trabajo- se sienten en el banquillo de los acusados, que alguien pague por el da?o que caus¨® el s¨ªndrome Ardystil en su familia y en otras tantas de las localidades de Cocentaina y Alcoy. 'Yo creo que quien tenga hijos entender¨¢ mi impotencia, sea juez, abogado o fiscal', explicaba la madre. Consuelo se refer¨ªa a la indignaci¨®n que le supuso el pasado viernes conocer que un fallo en la documentaci¨®n aportada por las defensas en los ¨²ltimos diez a?os y detectado por la Audiencia de Alicante estos d¨ªas ha provocado la devoluci¨®n del sumario del caso al juzgado de Alcoy esta misma semana.
'Creo que quien tenga hijos entender¨¢ mi impotencia, sea juez, abogado o fiscal'
'Llegamos a pensar que hay alguien interesado en que este tema no se esclarezca'
Esta indignaci¨®n la comparti¨® ayer junto a otras afectadas, Gemma Mart¨ªnez, compa?era de sus hijas, Maria del Carmen Figuerola, Chelo Valls y Jos¨¦ D¨ªaz, hijo de Josefa Parra, otra de las seis v¨ªctimas que caus¨® el s¨ªndrome Ardystil. No lo han tenido f¨¢cil, en estos 10 a?os les han llegado m¨¢s noticias negativas que positivas en torno a este caso.
Tras pasar el mal trago de las muertes y el largo tratamiento, los afectados supieron que el National Institute of Security and Health (NIOSH), al que la Generalitat Valenciana encarg¨® la investigaci¨®n, no logr¨® dar con el agente causal. La investigaci¨®n se cerr¨® y con ello las esperanzas de los afectados por conocer qu¨¦ productos fueron los que mataron y enfermaron a sus hijos y compa?eros. Los afectados tuvieron que esperar cuatro a?os para que la juez, que abri¨® diligencias en 1992 por negligencia, imprudencia y delito contra la seguridad e higiene en el trabajo, empezara a llamar a declarar a los primeros imputados por el caso Ardystil.
En medio del negro panorama, se abrieron nuevas esperanzas al conocer que un juzgado de lo Social de Alicante reconoc¨ªa el s¨ªndrome Ardystil como enfermedad laboral y determinaba las prestaciones econ¨®micas para los afectados que quedaron in¨²tiles para trabajar. Gemma Mart¨ªnez ten¨ªa entonces 17 a?os. Ahora la mantienen 'entretenida' como secretaria de una empresa familiar. Aun as¨ª se considera afortunada porque salv¨® la vida: 'Desde que sal¨ª de Ardystil no he vuelto a hacer nada. No puedo intentar esfuerzos. Pronto me agoto y me canso enseguida'. Como Gemma, otros afectados comenzaron a notar las consecuencias del s¨ªndrome y su medicaci¨®n, y denuncian que sufren secuelas.
'Eso sin contar el da?o moral que nos han causado estos diez a?os sin visos de soluci¨®n', protestaba Chelo Valls. 'Ha habido seis muertos, un trasplante pulmonar y decenas de afectados. ?No demuestra eso nuestro sufrimiento? Pedimos justicia por las v¨ªctimas', dec¨ªa ayer y ped¨ªa, al igual que Consuelo Rau¨¦s, a las autoridades 'que no se burlen m¨¢s de ellos con tanto problema y retraso'.
Chelo Valls fue compa?era de Josefa Parra, que en 1992 dej¨® hu¨¦rfano a Jos¨¦ D¨ªaz. El joven no llega a comprender la raz¨®n por la que el caso no deja de deambular de un juzgado a otro y cree aquella la justicia que tiene que ver con los ricos y famosos va m¨¢s r¨¢pida que la que pide la gente sin dinero.
Consuelo le explica que todo se reduce a una clara 'falta de inter¨¦s, pero nosotros no pararemos'. Ella fue personalmente a hablar con el ¨²ltimo de los tres jueces instructores que ha tenido el caso Ardystil en Alcoy para solicitarle ayuda en la conclusi¨®n del caso. 'Nos pidi¨® paciencia para completar todo el sumario y evitar que invalidasen el juicio por falta de documentaci¨®n. De poco sirvi¨®', concluy¨®. Menos contentos est¨¢n los afectados con el trato de sus abogados. 'Nosotros no sabemos de leyes. Confiamos ciegamente en ellos pero no nos han aportado una soluci¨®n'. Su impotencia les llev¨® a solicitar el traslado del caso a un despacho de Valencia, que seg¨²n explican, le ha dado un nuevo impulso.
Aseguran que los impedimentos les han hecho fuertes en su lucha. 'Hemos llegado a pensar que hay alguien interesado en que este asunto no se esclarezca. Si creen que retrasando las cosas nos van a desanimar est¨¢n equivocados. No vamos a parar y mientras podamos seguiremos luchando por nuestros hijos. Si es necesario, volveremos a salir a la calle', concluy¨® Consuelo Rau¨¦s.
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