Carod emplaza a Pujol a sumarse a una reforma del Estatuto

El debate alcanz¨® uno de los momentos de mayor intensidad en el final del duelo entre Maragall y Pujol, quien hab¨ªa calificado de perdigonadas las cr¨ªticas del l¨ªder socialista a su obra de gobierno. Fue un picado ir y venir de la tribuna que, muy resumidamente, discurri¨® as¨ª: Pasqual Maragall. Porque Catalu?a necesita m¨¢s ambici¨®n, m¨¢s empuje, m¨¢s capacidad, y usted ya no quiere tenerlas, o no puede tenerlas, o no le dejan tenerlas, proponemos un nuevo proyecto sustentado en una nueva mayor¨ªa. Lo queremos nosotros y lo quiere una mayor¨ªa de los ciudadanos y las ciudadanas de Catalu?a. Por tanto, en nombre del grupo parlamentario que presido, le pido formalmente la disoluci¨®n del Parlament. Jordi Pujol. Escuche, se?or Maragall, encuentro que su segunda intervenci¨®n ha acabado, digamos, de situar el debate, su discurso, en un tono muy bajo. Muy bajo de calidad. (...) Bien, no disolveremos el Parlament. Usted ya lo sabe, y me parece que esto tambi¨¦n forma parte de aquello que usted dice que no se ha de hacer, que es utilizar el Parlament para lanzar cohetes al aire. No lo disolveremos porque no tenemos por qu¨¦ hacerlo. Porque estamos gobernando y estamos gobernando bien. Pasqual Maragall. Usted ha querido degradar el debate, se?or presidente. Usted ha volado muy bajo en sus dos intervenciones de esta ma?ana. ?Qu¨¦ esperaba que yo hiciese despu¨¦s del discurso que usted hizo ayer? (...) He hecho lo que debe hacer la oposici¨®n, que es recordar en nombre del pueblo cu¨¢les son las cosas que no funcionan, y no s¨®lo en las guarder¨ªas, no s¨®lo en los accidentes, en la siniestralidad, en la pol¨ªtica de familia, sino tambi¨¦n en el dise?o de pa¨ªs. Porque usted, presidente, ha perdido el norte en cuanto al dise?o de pa¨ªs, usted no nos est¨¢ ofreciendo ning¨²n futuro para Catalu?a que no sea el ya veremos, ya hablaremos. Francamente, nos ha decepcionado hoy, casi m¨¢s que ayer, no queriendo entrar en la discusi¨®n de lo que realmente interesa. No solamente la perdigonada, como usted dice muy despectivamente, de las guarder¨ªas. Las guarder¨ªas no son perdigones; no son perdigones las pensiones; no son perdigones los accidentes laborales; no son perdigones las responsabilidades de la sociedad civil. Me hubiese gustado m¨¢s que se hubiera situado en la parte alta de su discurso de ayer, y no lo ha hecho. Usted sabr¨¢ por qu¨¦. Es una despedida, desde mi punto de vista, desde el punto de vista de esta parte de la C¨¢mara, triste, que usted no se merec¨ªa. Usted ha querido degradar el debate. La imagen es la de un presidente que prefiere aburrirse a entrar a fondo en los temas y que no se va porque no puede. Le he pedido, presidente, la disoluci¨®n del Parlament, usted dice que 'no pensamos' -lo ha dicho en primera persona del plural, interesante- disolverlo. Y usted no se va -que tambi¨¦n podr¨ªa irse en lugar de disolver- por una cosa, sencillamente por una: ?porque ustedes no est¨¢n en condiciones de pasar el mal trago de una nueva investidura, de un nuevo candidato en manos del Partido Popular! ?sta es la ¨²nica raz¨®n por la que no se va. Y ha de tener la gallard¨ªa de confesarlo, ha de tener la altura de responsable pol¨ªtico que muchas veces ha tenido, de decir la verdad. De decir 'me quedo porque quiero gobernar', o decir 'me voy porque no quiero gobernar', que es lo que todos pensamos que quiere. O decir, que es lo que todos desear¨ªamos en esta parte de la C¨¢mara y en gran parte del pueblo de Catalu?a, 'disuelvo el Parlament porque con este Parlament y con este Gobierno, Catalu?a no tiene lo que se merece'. Jordi Pujol. Sigue en vena baja, se?or Maragall. Escuche, le quiero decir una cosa: ?yo no dimito porque no tengo por costumbre hacer lo que hacen otros, que a media legislatura, por un arrebato, se van. Pasqual Maragall. Usted no dimite porque no puede. Cuando yo me fui del Ayuntamiento de Barcelona, el plenario del Ayuntamiento eligi¨® un alcalde, y lo eligi¨® sin gran dificultad, que es lo que no pasar¨ªa en esta C¨¢mara si disolviera, porque los se?ores que le dieron la investidura ahora se la cobrar¨ªan muy cara.