'Los j¨®venes lo tienen muy dif¨ªcil'
Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu (Madrid, 1944) public¨® El r¨ªo de la luna en 1981. La novela con la que gan¨® ese a?o el Premio de la Cr¨ªtica es considerada ahora por su autor como su primera obra importante, aquella en la que domina 'recursos y ambiciones'. El r¨ªo de la luna se publica ahora en bolsillo y en los pr¨®ximos meses editar¨¢n en el mismo formato sus dos ¨²ltimos trabajos literarios Un peso en el mundo y No acosen al asesino.
PREGUNTA. ?C¨®mo contempla con m¨¢s de veinte a?os de distancia la novela que le consagr¨®?
RESPUESTA. Cuando la escrib¨ª pens¨¦ que era mi primera buena novela, la que resum¨ªa todo lo anterior, pero entonces cre¨ª que hab¨ªa tenido mala suerte porque coincidi¨® con el intento de golpe de Estado de Tejero, luego no ha sido as¨ª. No suelo releer mis novelas m¨¢s que para corregirlas cuando las reeditan y en el caso de El r¨ªo de la luna me he encontrado con que, pese al paso del tiempo, sigo pensando igual que cuando se public¨®. Me gusta, aunque sea demasiado barroca para los gustos actuales.
P. ?Y cu¨¢les son los gustos actuales?
R. Hemos vuelto a la novela de construcci¨®n tradicional y de corte realista. No hay experimentaci¨®n, no se corren riesgos para hacer cosas nuevas. Entre la gente joven hay dos direcciones claras: la levedad en sentido calvinista y la superficialidad; no he visto a ning¨²n joven que trate de meterse por otros caminos; el riesgo es verborreico y se aparca la conflictividad.
P. ?Lo joven ha dejado de ser un valor literario?
R. Los j¨®venes lo tienen muy dif¨ªcil, o no los editan o publican cosas superficiales; creo que ahora es m¨¢s complicado que en mis tiempos publicar una buena novela, se ha pasado del entusiasmo por la nueva novela espa?ola a la saturaci¨®n.
P. ?El r¨ªo de la luna es una novela arriesgada?
R. Es la obra en la que domino recursos y ambiciones y as¨ª consigo algo de verdadera importancia. Hay una parte que es un homenaje a Guillermo Brown y a Salgary, y el resto, en cambio, pertenece a la madurez del personaje. Es una novela de amor en el sentido amplio, la historia de alguien que trata de ser m¨¢s poderoso que la vida, y eso aplicado al amor tiene muchos conflictos. En el fondo queda la imagen de la Espa?a de los setenta.
P. Sus dos ¨²ltimas obras supusieron cambios importantes: una novela de di¨¢logos y una policiaca, ?le gusta probar nuevos caminos?
R. Me gusta buscar nuevas formas de expresi¨®n. Siempre he sido muy intimista, por eso quise irme al lado contrario y experimentar con una novela de di¨¢logos, as¨ª consegu¨ª sacar una confesi¨®n ¨ªntima del di¨¢logo, al fin las palabras son las que decidimos decir nosotros. Con la policiaca trataba de cumplir un sue?o de juventud, el de organizar una trama en torno a una intriga. La escrib¨ª en un momento en que me hab¨ªa quedado estancado con una obra de envergadura.
P. ?Ha conseguido retomar esa obra?
R. Soy un cazador de novelas y creo que esta vez tampoco he dado con el rinoceronte blanco. Acabo de terminar una que voy a dedicar a mi hija, pero sigo con el rifle en la mano.
P. Como persona que conoce de primera mano lo que cuesta escribir un libro, ?c¨®mo se enfrenta a la cr¨ªtica?
R. Intento encontrar el coraz¨®n del libro y explic¨¢rselo al lector. Pertenezco al oficio y no soy un cr¨ªtico en el sentido exacto. Prefiero que se me llame rese?ista y lo que es m¨¢s importante animar a leer y convencer al lector. Procuro escribir sobre libros que me gustan; cuando lo elijo y me parece que no es un buen libro, muestro un criterio coherente.
El r¨ªo de la luna. Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu. Punto de Lectura. Madrid, 2002. 512 p¨¢ginas. 6,95 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.