Un Nobel feliz y socarr¨®n
Imre Kert¨¦sz celebra su premio en Berl¨ªn y anuncia su nueva novela, que ser¨¢ editada en Espa?a por Alfaguara
Socarr¨®n y sonriente, Imre Kert¨¦sz entr¨® ayer en la sala en la que celebr¨® una conferencia de prensa tras obtener el Nobel de Literatura el jueves pasado, y contest¨® con una broma a la pregunta que todo ganador del premio debe afrontar, sobre qu¨¦ piensa hacer con el dinero del galard¨®n:
-Puede usted estar seguro de que me lo gastar¨¦ como sea. Lo derrochar¨¦. Seguro.
La sala estall¨® en risas. Por el tono de voz y el gesto p¨ªcaro. Kert¨¦sz, de 72 a?os, afronta con muy buen humor su primera cita oficial con los periodistas en un ala del Wissenschaftskolleg (Colegio de las Ciencias), la instituci¨®n que le acoge como profesor invitado en Berl¨ªn y que le permite seguir escribiendo.
Alemania ha sido siempre un pa¨ªs fundamental para el escritor h¨²ngaro. Tras el triunfo aqu¨ª de su novela Sin destino, se le abrieron las puertas de editoriales y lectores de toda Europa, e incluso el ¨¦xito en su propio pa¨ªs. Y porque, claro, tambi¨¦n aqu¨ª pas¨® por el horror de dos campos de concentraci¨®n bajo la dictadura nazi. ?se es el primer tema por el que se le pregunta:
-?Qu¨¦ c¨®mo puedo vivir con los alemanes, si se tienen en cuenta mis experiencias? Yo me pregunto: ?c¨®mo puedo vivir con los h¨²ngaros, si se tienen en cuenta mis experiencias? Mi literatura contiene algo especial para los alemanes. Han encontrado en mis libros una explicaci¨®n y un an¨¢lisis del holocausto. Eso es algo que se espera de la literatura. Una mujer alemana me dijo una vez: usted ha encontrado el lenguaje que yo entiendo. Me alegro mucho por el premio, pero m¨¢s a¨²n por la amistad y la alegr¨ªa con la que mis amigos alemanes han acogido mi designaci¨®n.Desde el principio del acto de ayer, sus respuestas provocaron, alternativamente, la risa o el aplauso espont¨¢neo y c¨¢lido de los asistentes, entre los que se encontraban, adem¨¢s de los periodistas, sus amigos, colaboradores y editores, entre ellos los alemanes y el sueco.
Imre Kert¨¦sz es un escritor querido; y no s¨®lo admirado. Por su socarroner¨ªa y sus medias sonrisas. Por su humor. Se nota en la serenidad de su discurso, pese a que por ¨¦l desfila lo m¨¢s terrible del siglo pasado: la guerra, los campos de concentraci¨®n, las dictaduras. Y la literatura. Hay escritores que no tienen un discurso sobre la creaci¨®n literaria. Kert¨¦sz s¨ª lo tiene, y es fundamental para entender sus libros:
-Todos los escritores parten de un acontecimiento que les supone un trauma primigenio. La fuente de lo que escribo, la experiencia fundamental de mi vida ha sido Auschwitz. Y no s¨®lo la m¨ªa. Ha sido un trauma profundo en toda Europa. Yo provengo de esa experiencia, y siempre que pienso en una nueva novela, pienso en Auschwitz. Uno es un escritor cuando tiene un tema. Los temas se reciben de la vida. El dilema en mi caso no era entre escribir o no escribir. Si no c¨®mo escribir sobre un tema, el holocausto, sobre el que se ha escrito cien veces.
El escritor ha finalizado el gui¨®n cinematogr¨¢fico de Sin destino, su libro m¨¢s conocido y para muchos la mejor novela que jam¨¢s se ha escrito sobre el holocausto, y conf¨ªa que se convierta en pel¨ªcula en breve. Pero cuando habla de una nueva novela, se refiere a la que planea acabar antes del verano que viene, y que en h¨²ngaro lleva como t¨ªtulo provisional Felsz¨¢mol¨¢s. (Por su parte, la editorial Alfaguara inform¨® de que ayer cerr¨® el trato para la publicaci¨®n en espa?ol de la citada novela, que podr¨ªa titularse La liquidaci¨®n o La soluci¨®n).
-Me he propuesto acabar esta nueva novela antes del verano que viene. Ya tengo escrita la primera mitad.
Los protagonistas no son ya los supervivientes del holocausto. Kert¨¦sz centra su mirada esta vez en la segunda generaci¨®n, en aquellos que no conocieron el horror directamente, pero que han tenido que crecer, formarse, y convertirse en seres humanos con la memoria de los que s¨ª pasaron por los campos de concentraci¨®n.
Para ello, el escritor afirm¨® ayer que desea permanecer en Berl¨ªn hasta julio, en lugar de volver a su pa¨ªs tras obtener el primer premio Nobel de Literatura concedido a un escritor h¨²ngaro.
Con todo, y pese a la omnipresencia de Auschwitz, Kert¨¦sz recalca y desea que quede claro que el tema de su obra consiste en una denuncia sistem¨¢tica de toda barbarie, de toda dictadura, de todo embrutecimiento del ser humano:
-Cuando entr¨¦ en Auschwitz era un ni?o. S¨®lo llegu¨¦ a entender su significado con posterioridad, ya bajo el comunismo. De hecho, en el libro ya est¨¢n presentes las especiales circunstancias del mundo comunista, lo que le convert¨ªa en material explosivo . Es una protesta contra todas las dictaduras, no s¨®lo contra la nazi.
Eso es lo que confiere a la obra una cierta universalidad, m¨¢s all¨¢ de Hungr¨ªa y Alemania, del comunismo y de la dictadura parda de Hitler. En Espa?a, por ejemplo, su obra ha gozado de buena acogida, pese a lo minoritario de su difusi¨®n, hasta ahora. Kert¨¦sz est¨¢ muy al tanto:
-Lo bien que se acogen mis libros en Espa?a supone una sorpresa maravillosa. Mi escaso conocimiento del espa?ol ha dificultado una relaci¨®n directa con la literatura en espa?ol. Luego adem¨¢s, las circunstancias pol¨ªticas en Espa?a y el hecho de que yo no tuve pasaporte durante mucho tiempo tambi¨¦n complicaron las cosas mucho. Pero ahora es diferente.
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