Los 'okupas' saquean el futuro museo de Padilla
La casa que la familia del maestro Jos¨¦ Padilla (Almer¨ªa 1889, Madrid 1960) proyecta convertir en museo del m¨²sico en Valencia volvi¨® ayer a manos de su propietaria tras dos a?os de denuncias en los tribunales por la ocupaci¨®n de la finca desde 2000 por un grupo de j¨®venes. A las 6.00 de ayer, varias unidades de la Polic¨ªa Nacional se personaron en el n¨²mero uno de la calle del Doctor Lluch para obligar a la decena de okupas que habitualmente estaban en el interior a abandonar la casa. Aunque en ese momento no hab¨ªa nadie dentro, a lo largo de la ma?ana fueron llegando al edificio, construido en 1910 con est¨¦tica de casino, los okupas para sacar sus efectos personales. Bicicletas, fancines, pancartas, octavillas, bombonas de butano y pinturas hab¨ªan tomado desde hac¨ªa dos a?os un espacio que Eugenia Montero, sobrina del c¨¦lebre m¨²sico que compuso, entre otras piezas, el pasodoble Valencia, El relicario, La violetera, Princesita y La bien amada, compr¨® a principios de los noventa y cuya rehabilitaci¨®n interior finaliz¨® hace cinco a?os.
Del paso de los okupas por la finca -de tres alturas, m¨¢s de 450 metros cuadrados y con fachada, adem¨¢s de la que recae a la calle de Doctor Lluch, a la calle de la Reina y a la plaza de la Armada Espa?ola- quedan un sinf¨ªn de pintadas que, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, han destrozado artesonados, frescos, el m¨¢rmol de macael de la escalera principal y el suelo de madera. De los dormitorios del autor datados en 1880 y 1929, del comedor tambi¨¦n de 1929, del piano Bulow -marca objeto de coleccionistas-, de las l¨¢mparas con pentagramas impresos en las tulipas y cuadros del XIX, no queda ni rastro. Donde hab¨ªa un sal¨®n de inspiraci¨®n rom¨¢ntica ahora hay restos de una barra entre s¨ªmbolos anarquistas. Donde reposaba una virgen oriental, panfletos del movimiento okupa.
'Compr¨¦ esa casa porque quer¨ªa un lugar en Valencia, cerca del mar, donde poder guardar discos, recortes de prensa, muebles, partituras, objetos muy personales de mi t¨ªo, todo lo que liga a mi t¨ªo con Valencia, que pudieran ser disfrutados por el p¨²blico', explic¨® Eugenia Montero. 'Empezamos muy despacio la rehabilitaci¨®n del interior, que era precioso, tipo el casino de Madrid pero en peque?o, y cuando estuvo listo traslad¨¦ los muebles que ten¨ªamos en la casa-museo de Madrid y que por falta de espacio no pod¨ªan ser expuestos'. Pero su sorpresa fue cuando a principios de 2000, dispuesta a acometer la rehabilitaci¨®n exterior, se encontr¨® con que lo que deb¨ªa ser casa-museo se hab¨ªa convertido en Centro Social Malas Pulgas.
La polic¨ªa mantuvo vigilada la finca durante todo el d¨ªa de ayer, hasta que a media tarde se hizo cargo una empresa de seguridad privada, detuvo a uno de los okupas porque estaba en busca y captura por otros cargos, y busca pistas del destino de los muebles que us¨® el maestro Jos¨¦ Padilla.
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