El para¨ªso tur¨ªstico de Bali se desmorona
'Habr¨¢ que trabajar duro, muy duro, para reflotar esto', asegura un empresario espa?ol en la isla
'Siempre hemos vendido Bali como una isla de tranquilidad y, sinceramente, no s¨¦ lo que diremos a partir de ahora'. Carlos Vi?as, un empresario catal¨¢n afincado en Bali desde hace 12 a?os, reflexionaba ayer con estas palabras sobre lo que el atentado que caus¨® 187 muertos el pasado s¨¢bado puede significar para ¨¦l, su familia y sus tres restaurantes en la isla. 'Habr¨¢ que trabajar duro, muy duro para reflotar esto y poco se podr¨¢ hacer si el Gobierno indonesio no ayuda poniendo m¨¢s medidas de seguridad y vigilando lo que pasa aqu¨ª'.
Mientras pronunciaba estas palabras centenares de turistas segu¨ªan abandonando la isla de Bali, aunque tambi¨¦n muchos decid¨ªan permanecer all¨ª y acabar sus vacaciones como ten¨ªan previsto. La principal queja de Vi?as es hacia el Gobierno: 'Estaban advertidos de que por este pa¨ªs circulaban organizaciones terroristas, pero creo que poco han hecho hasta ahora para detenerlos'.
El sentimiento de este empresario es compartido por la mayor parte de hoteleros de Bali, que ayer se reunieron para planear una salida conjunta a una crisis que se prev¨¦ larga y muy dura. 'Comenzamos la semana con una ocupaci¨®n del 90% y temo que la vamos a acabar por debajo del 20%', afirmaba el gerente de un hotel de lujo en primera l¨ªnea de mar. 'Pero ahora no es momento de hablar de dinero, sino de explicar al mundo que Bali sigue siendo un lugar magn¨ªfico para pasar sus vacaciones', repet¨ªa con convencimiento este empresario balin¨¦s.
Los espa?oles en Bali son una colonia peque?a, la mayor parte de ellos relacionados con el turismo, el principal negocio de la isla. Ricardo Casta?eda, director del hotel Meli¨¢ Bali, apuntaba ayer que lo que m¨¢s teme ahora es el 'alarmismo' de algunos medios. 'En la televisi¨®n se est¨¢ describiendo esto como si fuera un infierno y, a pesar de que lo ocurrido fue muy grave y nos duele a todos, esto contin¨²a siendo el destino de siempre'.
Comparaciones con el 11-S
Casta?eda no es nuevo en el sector y sabe lo que puede suceder a partir de ahora. Este espa?ol, afincado en el sureste asi¨¢tico desde hace m¨¢s de 15 a?os, vivi¨® en Yakarta la ca¨ªda del r¨¦gimen de Suharto, en mayo de 1998, y, seg¨²n dice, 'all¨ª s¨ª est¨¢bamos todos asustados'. En cambio, explica, 'lo de ahora es muy diferente, ha afectado a una zona muy concreta de Bali y el resto s¨®lo se ha enterado por la televisi¨®n y los medios escritos'. Este hotelero no se atrev¨ªa ayer a lanzar previsiones de futuro pero recordaba que, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, su hotel, con capacidad para m¨¢s de 1.000 personas, tard¨® 'cuatro o cinco meses' en recuperar el ritmo habitual. 'Ahora puede ser lo mismo, quiz¨¢ un poco m¨¢s'.
A pocos metros del director del hotel, y al lado de una gran piscina, una docena de turistas espa?oles apuraban ayer por la tarde sus ¨²ltimos d¨ªas de vacaciones. Aunque su alojamiento est¨¢ a menos de 10 kil¨®metros del lugar donde ocurri¨® la explosi¨®n, estos turistas decidieron no marcharse. 'Aqu¨ª todo est¨¢ tranquilo y no creo que hubiera servido de nada que nos hubi¨¦ramos marchado el domingo o el lunes', explicaba Carina Mart¨ªn, de O Grove (Pontevedra). De hecho, ni ella ni su marido, que se encuentran de luna de miel, se enteraron de lo ocurrido hasta que sus familiares les llamaron desde Espa?a cinco horas despu¨¦s del atentado. 'Estaban alarmados y nos sorprendi¨® mucho lo que nos contaron, ya que una hora antes de que la bomba explotara hab¨ªamos estado paseando por la zona', recordaba Carina. 'Pero no vimos ni escuchamos nada ya que en el hotel est¨¢s completamente aislado del mundo'.
Ismael Plata, un granadino que lleg¨® a Bali la semana pasada con su hija y su esposa, lo pas¨® peor. Se alojaba en el Hard Rock Hotel, a menos de 400 metros de la explosi¨®n y en pleno coraz¨®n de Kuta. 'La explosi¨®n nos hizo salir del hotel con lo puesto y comenzamos a ver gente que escapaba con cortes y quemaduras'. Aunque su hotel no result¨® afectado, su familia decidi¨® marcharse a otro hotel la ma?ana siguiente, aunque tampoco se les pas¨® por la cabeza irse de Bali antes de lo previsto.
No han hecho lo mismo todos los turistas. Aunque los hoteleros no pueden cuantificar cu¨¢nta gente se ha marchado, el aeropuerto de Denpasar, la capital de Bali, segu¨ªa ayer ofreciendo vuelos especiales hacia Singapur y Australia. Los ciudadanos de este ¨²ltimo pa¨ªs son los que, en mayor medida, han decidido irse de Bali, lo que ha vaciado de turistas la zona de Kuta, la preferida de los australianos por su vibrante vida nocturna y econ¨®micos precios. Los hoteleros balineses calculaban que alrededor de 20.000 australianos pod¨ªan estar en la isla en el momento del atentado.
Pocos, muy pocos quedaban ayer, al menos en la playa de Kuta, habitualmente abarrotada por centenares de surfistas buscando las mejores olas.
A pocos metros del mar, Ivan Dunner, un ingl¨¦s de 22 a?os, almorzaba ayer con un amigo recordando los acontecimientos del s¨¢bado en el Sari Club, el m¨¢s afectado por la bomba. Una gran cicatriz con una decena de puntos de sutura bajaba por su mejilla. 'Tuve suerte, me encontraba en la zona de la calle donde la gente pudo escapar f¨¢cilmente'. Sin embargo, este turista tiene previsto para hoy un vuelo a Singapur. 'Quiero que un m¨¦dico vea a fondo mi herida; aqu¨ª, el hospital sigue colapsado'.
Por este motivo, y por la falta de medios, ayer se aceler¨® el traslado de heridos desde Bali hasta los pa¨ªses vecinos. Dos australianos seriamente heridos murieron en el vuelo que les llevaba hacia Sidney. A ¨²ltima hora de la noche, las autoridades indonesias afirmaron que ning¨²n extranjero herido permanec¨ªa en los centros m¨¦dicos de la isla. S¨®lo los restos mortales de los m¨¢s de 140 cad¨¢veres que siguen sin identificar permanecen en la isla.
El director del hotel Meli¨¢ Bali cree que el buen nombre de la isla ha quedado da?ado para siempre, pero conf¨ªa 'en la magia que desprende la isla' para salir adelante. 'Es tiempo de curar las heridas'.
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