Irazoqui: 'El ajedrez tiene m¨¢s jugadas que ¨¢tomos el Universo'

Habla muy r¨¢pido, quiz¨¢ porque intenta la imposible tarea de contar su vida de vor¨¢gine en poco tiempo. Economista y doctor en Literatura, castigado durante el franquismo, huy¨® a la Roma de Pasolini para ser Jesucristo en El evangelio seg¨²n Mateo, al Par¨ªs revolucionario de la d¨¦cada de 1960, al EE UU de Bob Dylan... y acab¨® siendo un experto en computadoras de ajedrez. Enrique Irazoqui, de 58 a?os, es el ¨¢rbitro del duelo, que termina el pr¨®ximo s¨¢bado en Bahrein, entre Vlad¨ªmir Kr¨¢mnik y el programa inform¨¢tico Deep Fritz.

'La intuici¨®n no se ha conseguido programar. Por tanto, el ¨²nico camino para vencer al campe¨®n del mundo es el de la fuerza bruta', dice Irazoqui. 'Pero el n¨²mero de jugadas posibles en el ajedrez es mayor que el de ¨¢tomos en el Universo. Ni siquiera la ¨²ltima supercomputadora monstruosa de IBM puede calcular tanto. Quiz¨¢ con las computadoras cu¨¢nticas, si llegan a existir, se avance mucho. Pero yo no lo ver¨¦'. Con esos argumentos, Irazoqui pronostica una f¨¢cil victoria de Kr¨¢mnik para vengar la derrota de Gari Kasp¨¢rov ante Deep Blue hace cinco a?os, que el ¨¢rbitro atribuye a los errores del ruso: 'No supo explotar los defectos del programa, y Kr¨¢mnik s¨ª sabe hacerlo, magistralmente'.

Hijo menor de un republicano agn¨®stico, librepensador y psiquiatra, y de una italiana viajera, Enrique estudiaba con los jesuitas en Barcelona y veraneaba en Sitges y Cadaqu¨¦s. De pronto, la vida burguesa se convirti¨® en un torbellino de locos: 'Mi primer gran error fue estudiar Econ¨®micas porque Marx dec¨ªa que la econom¨ªa era el motor de la humanidad, y yo quer¨ªa conocer ese motor'. Obviamente, se meti¨® en l¨ªos desde el primer d¨ªa como universitario, y tuvo que huir a Roma para escapar de una redada. All¨ª, a trav¨¦s de un amigo poeta y comunista, conoci¨® a Pasolini. De regreso a Barcelona, le quitaron el pasaporte, le amargaron en la mili y le echaron de la Universidad 'por subversivo'. Huy¨® a Par¨ªs y termin¨® Econ¨®micas.

Irazoqui a?ora sus veraneos de los a?os sesenta en el Cadaqu¨¦s de Dal¨ª, cuando jugaba al ajedrez con el pintor Marcel Duchamp y el m¨²sico John Cage.

En 1979 comenz¨®, en Estados Unidos, a comprar, analizar y comparar todos los programas de ajedrez que sal¨ªan al mercado. Anualmente, organiza un torneo entre programas, conocido como 'el Linares de las computadoras'.

Irazoqui no teme que el mejor ajedrecista del mundo sea una m¨¢quina: 'Si eso llega a ocurrir alg¨²n d¨ªa, habr¨¢ servido para mejorar el c¨¢lculo molecular, la fabricaci¨®n de medicamentos, la agricultura y la meteorolog¨ªa, por ejemplo. Y cuantos m¨¢s problemas mec¨¢nicos nos quitemos de encima, m¨¢s podremos dedicarnos a lo que realmente merece la pena: pescar y leer'.