Gaarder reflexiona sobre la fama en 'El vendedor de cuentos'
El autor de 'El mundo de Sof¨ªa' llama a los j¨®venes a ejercitar la imaginaci¨®n
Jostein Gaarder (Oslo, 1952) fue un adolescente de imaginaci¨®n desbordante. Eso, seg¨²n explic¨® ayer el autor, es lo ¨²nico que le une al protagonista de El vendedor de cuentos (Siruela), su nueva novela, en la que reflexiona sobre la fama, algo que Gaarder, un ex profesor de filosof¨ªa, conoce bien: ha vendido 25 millones de copias de El mundo de Sof¨ªa, un manual de filosof¨ªa para j¨®venes que hace tiempo se estudia en los colegios.
Gaarder habla por los codos y gesticula sin parar. Entre pitillo y pitillo, el escritor convirti¨® ayer la presentaci¨®n de El vendedor de cuentos en una clase magistral sobre la b¨²squeda de la identidad en la sociedad posmoderna. Para empezar, cont¨® que llevaba a?os dando vueltas al contenido de esta novela, una mezcla de comedia y tragedia, protagonizada por un personaje capaz de repartir ideas y de vender cuentos y argumentos a escritores de toda Europa, pero incapaz de sentarse ¨¦l mismo para trabajar con constancia en una obra propia.
Como en muchos cuentos, la vanidad, la familia, la sexualidad y la fama forman parte de la trama. 'El libro se puede leer como una alegor¨ªa porque refleja tendencias que se est¨¢n produciendo en la sociedad actual', aclar¨® Gaarder. Como ejemplo cit¨® su propia infancia y lo que ¨¦l y sus compa?eros habr¨ªan respondido si el profesor les hubiera preguntado qu¨¦ quer¨ªan ser de mayores. Los ni?os de ahora no quieren ser m¨¦dicos o bomberos. Prefieren ser famosos y ricos. 'La culpa de eso la tienen en parte los reality shows. Cuando era ni?o en Oslo hab¨ªa una emisora de radio y una cadena de televisi¨®n, ahora hay diez televisiones'. La novela refleja tambi¨¦n, en opini¨®n del autor de El enigma y el espejo, esa permanente b¨²squeda de identidad de la sociedad posmoderna, una sociedad que genera tanta informaci¨®n cultural que no podemos digerirla.
Gaarder realiz¨® una apasionada defensa de la imaginaci¨®n, a la que compar¨® con un m¨²sculo que se atrofia si no se ejercita. 'Consumimos tanto que nos quedamos sin ideas', a?adi¨® el autor, que puso como muestra una encuesta sobre el consumo de televisi¨®n en los ni?os y su impacto en sus sue?os. 'Son un reflejo de las im¨¢genes prefabricadas, y los sue?os deben ser nuestros'.
Gaarder, que preside la Fundaci¨®n Sof¨ªa, a la que se destinar¨¢n todos los ingresos de El vendedor de cuentos, termin¨® su exposici¨®n con un llamamiento a la defensa del medio ambiente, la libertad de expresi¨®n y los derechos humanos.
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