Gente sencilla, otra galaxia
Como se?ala su traductor, Adan Kovacsics, en la nota biogr¨¢fica, las pusztas a las que este libro se refiere son 'las grandes haciendas, hijas del feudalismo, situadas en la ribera occidental del Danubio, habitadas por jefes, ayudantes, encargados, jornaleros, braceros y sobre todo por los criados, el estrato social del que (el autor) proced¨ªa'. En efecto, el libro no se refiere a los campesinos del territorio regado por el Tisza, la gran llanura, sino a una gente, unos lugares y un modo social de supervivencia establecidos en el espacio que media entre la ribera occidental del Danubio y el lago Balat¨®n de una forma que el autor califica de 'ap¨¢trida'. En realidad se trata del retrato de una clase especial de gente dentro del mundo rural h¨²ngaro, retrato y relato en el que el autor se embarca para extraerlo de su mundo cerrado y, por as¨ª decirlo, incorporarlo a una Hungr¨ªa que los ignoraba. Pues de la misma manera que para la gente de las pusztas la llegada del se?or del castillo -relato magistral el que hace de este hecho- es como la aparici¨®n de un ser de otra galaxia, para el resto de Hungr¨ªa son ellos, la gente de las pusztas, los que parecen a su vez de otra galaxia.
GENTE DE LAS PUSZTAS
Gyula Illy¨¦s Traducci¨®n de Adan Kovacsics Min¨²scula. Barcelona, 2002 416 p¨¢ginas. 19,50 euros
Hay, pues, una caracter¨ªstica esencial en estos hombres y mujeres que dependen feudalmente del propietario o arrendador del castillo y sus tierras. 'Las gentes de las pusztas aparecen y desaparecen en la historia h¨²ngara como aquellos arroyuelos que surgen y se esconden en el relieve c¨¢rstico, provocando m¨¢s de una sorpresa, no siempre agradable. ?Ha escrito alguien su historia? ?La historia de los productores de medio pa¨ªs?'.
Eso es lo que hace este libro y es una obra maestra. Gyula Illy¨¦s (1902-1983), nacido en el mundo de los criados, se convirti¨® con el tiempo en un gran escritor debido en parte a sus dotes y en parte a 'la tenacidad de insectos habitantes del subsuelo con que las m¨¢s madres y las abuelas empujaban a sus hijos hacia la luz del sol'. Su condici¨®n de escritor le depar¨® otra forma de vida y otro ambiente, pero fue fiel a su infancia y por eso regres¨® a recordar y tomar datos y notas para escribir la historia de aquella gente, de su gente. Y he aqu¨ª que el relato est¨¢ hecho con enorme talento literario, con la convicci¨®n que produce el amor a las cosas queridas que lo han hecho a uno y tras un trabajo de recopilaci¨®n impresionante. Illy¨¦s tiene la hermosa habilidad de mezclar el dato y el relato como si dos formas de expresi¨®n tan diferentes fueran una sola. En realidad, su trabajo es el de ir a buscar vida y belleza en medio de la miseria ('s¨®lo el pan no es un bien com¨²n' en las pusztas, dicen con verdadero humor negro) y lo hace como un buen contador de historias cuya escritura se empapa de comprensi¨®n mientras su mirada recorre implacable la realidad de las cosas. Es este inteligente equilibrio entre autobiograf¨ªa y sociolog¨ªa lo que sostiene la irresistible fuerza de atracci¨®n de esta escritura desde que el libro se abre.
'Los se?ores cambiaban, los administradores tanto como los propietarios, pero ellos no. Nunca. Hab¨ªan nacido en la puszta'. Y de hecho, ellos no pertenec¨ªan a una puszta concreta sino a todas las de un mismo propietario o familia (Los Esterh¨¢zy, por ejemplo). Eso es lo que los hace tan singulares: no tienen tierras, pero tienen ra¨ªces. Al t¨¦rmino de cada a?o, cuando son llamados en la v¨ªspera de Todos los Santos para saber qui¨¦n continuar¨¢ y qui¨¦n no en esa puszta (ellos lo llaman 'el d¨ªa de cagarse en los pantalones') su precariedad s¨®lo es comparable a su amor a la tierra y a su mundo, a esas ra¨ªces sin tierra que constituyen su se?a de identidad. Ah¨ª est¨¢ toda la clave de esta gente tan notable. Porque sus costumbres, con todo lo pintorescas, divertidas, brutales, peculiares y conmovedoras que puedan ser, no dejan de parecerse a otras de otros espacios rurales; pero la cualidad de 'criados sin tierra de las pusztas' de la gente de Illy¨¦s la convierte en un caso humano -y literario- fascinante.
Gyula Ylli¨¦s public¨® en el a?o 1936 este libro y, ciertamente, fij¨® literariamente las ra¨ªces y la existencia de la gente de las pusztas. Un libro inolvidable. Un libro que tambi¨¦n nos ayuda a comprender que el mundo est¨¢ lleno de gente distinta, en estos tiempos de rechazo e incomprensi¨®n. Es un libro que s¨®lo puede leerse con amor y curiosidad.
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