Un detalle del Carme
Si usted pasa por la ronda que circunvala el centro hist¨®rico de Val¨¨ncia, podr¨¢ comprobar que la escultura de la Pla?a del Portal Nou (nombre de una de las puertas de la desaparecida muralla) ha sido desplazada de su sitio: ahora est¨¢ en la acera de enfrente, marginal del cauce viejo del Turia. Se trata de una escultura de la Virgen del Carmen sobre un pilar d¨®rico que, ubicada en la Pla?a, cobraba todo su sentido dado que es uno de los accesos al barrio del Carme. Pero sobre todo es que era un detalle delicado y culto, pues como hito vertical armonizaba a la perfecci¨®n con las dimensiones del espacio urbano. En la Pla?a del Portal Nou, de planta con voluntad cuadrada en recuerdo de su traza antigua y cornisas de media altura (aunque con los solares inevitables a los que no nos acostumbramos), el pilar con la escultura resultaba de una proporci¨®n exacta, bella, enaltecedora.
Cambiada de sitio, aunque est¨¦ muy cercana, en la amplitud del paisaje urbano del viejo cauce, pierde su car¨¢cter y trastoca su funci¨®n. De ser un peque?o atractivo de la ciudad ha pasado a ser un desprop¨®sito. Uno m¨¢s. No voy a discutir las razones que se han sopesado para decidir el cambio (constato, eso s¨ª, que ahora por la plaza circulan los coches sin obst¨¢culo que valga), me interesa se?alar que forma parte de un rosario de peque?os detalles significativos, que califican (o descualifican) a una ciudad.
Hace unos a?os, por ejemplo, se coloc¨® en la Pla?a de l'Ajuntament una estatua de Vinatea sobre un pedestal completamente inarm¨®nico. O en la vecina y diminuta Pla?a dels Porxets, donde se hab¨ªa realizado una urbanizaci¨®n muy correcta, se embuti¨® sin calzador un monumento dedicado a Blasco Ib¨¢?ez sin el menor sentido de la proporci¨®n espacial urbana. Por contra, en la de la Merc¨¦, un cilindro luminoso, un hito de acertadas dimensiones que recualificaba la plaza, se suprimi¨® sin explicaci¨®n alguna. Cambiando de tercio: los t¨²neles automovil¨ªsticos de las marginales del viejo cauce emergen sin consideraci¨®n alguna a los robustos petriles y tajamares del r¨ªo, la ciudad se nos llena por todas partes de rancias farolas, no sabemos si el mobiliario urbano se escoge aqu¨ª o a miles de kil¨®metros de la ciudad... Y en el Centre del Carme la administraci¨®n auton¨®mica, que siempre ha sido mucho m¨¢s sensible a las cuestiones patrimoniales, pretende ahora desmontar los elementos del palacio del Embajador Vich que Luis Ferreres coloc¨® con acierto a principios del siglo XX.
No voy a seguir enumerando peque?os detalles, algunos no tan peque?os, que dan el tono civilizado de la ciudad de Val¨¨ncia. No hablo solo de una cuesti¨®n de respeto al patrimonio hist¨®rico, son cuestiones de sensibilidad cultural colectiva y de capacidad profesional. Hace mas de treinta a?os que el arquitecto Rom¨¢n Jim¨¦nez instal¨® el pilar escult¨®rico en Portal Nou en una intervenci¨®n culta y exquisita; hace tan solo unas semanas, antes del verano, tras una trayectoria larga y en muchos aspectos fecunda, se jubil¨® de su trabajo en el Ayuntamiento de Val¨¨ncia; unos dias despu¨¦s, sin m¨¢s consideraci¨®n, la cambiaron de sitio... No pretendo establecer una relaci¨®n entre un hecho y otro, son iron¨ªas de la vida, bastante abundantes en una instituci¨®n como el Ayuntamiento de Val¨¨ncia donde las desconexiones y las contradicciones entre servicios son habituales.
Temo, sin embargo, que sea algo m¨¢s. Una cuesti¨®n de cultura, quiz¨¢ de idiosincrasia, de mal gusto, de desprecio hac¨ªa las cosas bien hechas... O de estulticia. Y, por lo que cuenta Jos¨¦ Ram¨®n Giner en sus sabrosas columnas en este peri¨®dico, se trata de una condici¨®n que compartimos con Alacant, una ciudad donde, por ejemplo, en contra de todas las s¨®lidas razones europeas se despeatonalizan calles. El resultado final son ciudades m¨¢s pobres, m¨¢s chabacanas.
Para acabar, con des¨¢nimo propongo que se recoloque el pilar con la Virgen en su lugar de la Pla?a del Portal Nou. Era su sitio perfecto.
Carles Dol? es arquitecto-urbanista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.