Acuerdo antes de la cumbre
La cumbre parec¨ªa condenada al fracaso antes de empezar. Ya no se contaba con que los Gobiernos de los Estados miembros lograran plantear una oferta financiera razonable a los pa¨ªses del este de Europa candidatos a la integraci¨®n. Francia y Alemania se hab¨ªan encastillado excesivamente en sus posiciones nacionales. Pero puede que la ¨²ltima maniobra de desbloqueo haya tenido ¨¦xito. Pocas horas antes del comienzo de la cumbre, el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, y el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, presentaron a la sorprendida opini¨®n p¨²blica un acuerdo sobre la cuesti¨®n agraria: Alemania acepta el actual nivel de subvenciones hasta el a?o 2006. A partir de entonces se fija un tope: se congelar¨¢n los gastos en el nivel que se haya alcanzado en ese momento.
La nueva entente cordiale entre ambos jefes de Estado, que ¨²ltimamente no parec¨ªan tener mucho que decirse, no supone, en cualquier caso, la ¨²ltima palabra. Por ejemplo, la presidencia danesa de la UE reaccion¨® de forma relativamente indiferente cuando fue acosada con las primeras preguntas: 'Son quince los pa¨ªses que tienen que acordar una soluci¨®n, no s¨®lo dos', afirm¨®. Al fin y al cabo, Jacques Chirac y Gerhard Schr?der han exigido una 'rigurosa contenci¨®n del gasto' en otros ¨¢mbitos, como por ejemplo, en los fondos estructurales, de los que se benefician sobre todo los pa¨ªses meridionales. (...) En todo caso, lo que ya no deja lugar a dudas es que la cumbre no ser¨¢ un fiasco; la relaci¨®n entre Schr?der y Chirac podr¨ªa convertirse en una amistad entre caballeros.
M¨²nich, 25 de octubre
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