Rostros muy fr¨ªos, esclavos del silencio

El libro Una verdad extra?a recoge la poes¨ªa de Manuel Ruiz Amezcua (J¨®dar, Ja¨¦n, 1952) escrita entre los a?os 1974 y 2001. El libro tiene un pr¨®logo del novelista Antonio Mu?oz Molina, que relata c¨®mo conoci¨® al poeta y detalla varios episodios de su vida. Jos¨¦ Francisco Ruiz Casanova ha escrito el ep¨ªlogo.

'Si interpretamos la madurez como la voluntad de deshacernos de prejuicios y de pensar con libertad, sin someternos ni a nuestro propio sufrimiento, podemos afirmar que la poes¨ªa de Ruiz Amezcua se encuentra ahora en ese momento de plenitud donde el poeta, de vez en cuando, se permite descansar de sus cavilaciones generales para hablarnos de lo ¨ªntimo, para darse y darnos un respiro y mostrarnos abiertamente sus estados de esp¨ªritu, incluso un cierto impudor de felicidad', escribe Mu?oz Molina.

Uno de los poemas de Atravesando el fuego (secci¨®n que tiene como p¨®rtico una cita de Miguel Hern¨¢ndez: 'Dejadme la esperanza') es un buen ejemplo de la b¨²squeda de la palabra esencial, alejada de florituras y pomposos trampantojos, que recorre la poes¨ªa de Ruiz Amezcua. 'A veces vemos rostros que besamos / un d¨ªa, y nos besaron. / Rostros muy fr¨ªos, / extra?os como el mundo / y esclavos del silencio. // Como el tuyo, que mira desde lejos / lo que existi¨® / y lleva tanto tiempo muerto. // Como el m¨ªo, que mira muy despacio / lo que fueron tus ojos, / tan cerca de los m¨ªos / en la crueldad del tiempo. // Miramos, sosteniendo la mirada, / el origen de todo: / lo que nunca entendimos / ni entendemos. // Miramos, desde lejos, / el pasado: lo nuestro. // La mirada nos une / y nos deja indefensos. // Los muertos nos acusan / de la ternura que jam¨¢s nos dieron'.