Belbel dirige a Merc¨¨ Sampietro y Jordi Bosch en una comedia sobre las tensiones matrimoniales

En N¨¢poles es costumbre muy arraigada que las comidas familiares del domingo tengan como plato central una versi¨®n aut¨®ctona del rago?t. Merc¨¨ Sampietro ha tenido que aprender a hacerla para preparar su nuevo trabajo teatral, Dissabte, diumenge i dilluns, que se estrena el 14 de noviembre en el Teatre Nacional de Catalunya bajo la direcci¨®n de Sergi Belbel. Deber¨¢ elaborarla a diario para el amplio reparto de la obra (17 actores), una comedia de Eduardo de Filippo sobre las tensiones matrimoniales. Comparte protagonismo con Jordi Bosch.

Llu¨ªs Soler, ?ngels Poch, Quimet Pla y Jordi Banacolocha se encuentran entre el ramillete de actores que participan en el espect¨¢culo, cuya traducci¨®n del italiano firma tambi¨¦n Belbel. Est¨¢n todos emparentados por lazos familiares, como miembros de tres generaciones de un mismo clan, o por estrechos v¨ªnculos de amistad. Una familia ejemplar que el domingo se re¨²ne para compartir el delicioso plato en cuya preparaci¨®n la madre ha hipotecado todo el s¨¢bado. Pero en realidad, como suele ocurrir, la armon¨ªa es s¨®lo aparente y bajo ella se gesta un terremoto que acaba por estallar en pleno banquete: el matrimonio anfitri¨®n est¨¢ en crisis y tienen muchas cosas por resolver. En un canto a la importancia del di¨¢logo en cualquier pareja y del papel fundamental que desempe?a el amor, De Filippo permite que los esposos se reconcilien tras haber acortado distancias en una sincera conversaci¨®n. Es lunes, la semana empieza y lo hace tambi¨¦n una nueva etapa en la vida del matrimonio.

'Es una obra muy moral, aunque no moralizante', reconoce Belbel. Su adaptaci¨®n de la historia ha sido muy respetuosa con el original y no ha cambiado ni su ubicaci¨®n geogr¨¢fica (N¨¢poles, en el hogar de una familia peque?oburguesa) ni temporal (1959, en la ¨¦poca previa a la llegada del divorcio a Italia). De la trama principal florecen m¨²ltiples ramificaciones sobre temas diversos: las relaciones entre padres e hijos, la recuperaci¨®n econ¨®mica de una sociedad en la segunda mitad del siglo XX, tras una primera parte del siglo marcada por las guerras mundiales. Pero son caminos abiertos para explorarlos desde las emociones, porque 'esta obra no apunta a la cabeza del espectador, sino al coraz¨®n y al est¨®mago', se?ala el director.

Cree Belbel que el teatro 'peca muchas veces de intelectualidad'. Y esta obra, en cambio, est¨¢ planteada 'como un homenaje al teatro de toda la vida. Es un cl¨¢sico de la comedia, apta para todos los p¨²blicos'. Cada espectador, promete, ver¨¢ reflejadas situaciones que tambi¨¦n ¨¦l ha vivido, como hijo, como padre o como esposo, en esta 'gran lecci¨®n de humanidad' que es la obra. Uno de sus personajes, uno de los parientes invitados a la mesa dominical, es un banquero que conjura el aburrimiento de su trabajo con su vocaci¨®n de actor aficionado. Es un homenaje al teatro potenciado en el montaje de Belbel, y la escenograf¨ªa -'una sorpresa' que el director no quiere desvelar- gira en torno a ¨¦l. Dissabte, diumenge i dilluns estar¨¢ en cartel hasta el 5 de enero.