Preguntas que Putin no quiere responder
Con la ferocidad de un animal herido, Rusia ha lanzado una ofensiva contra los pa¨ªses con los que los secuestradores de Mosc¨² mantuvieron contactos. Azerbaiy¨¢n y Georgia han cedido enseguida, cerrando las oficinas de los representantes de los independentistas chechenos. Turqu¨ªa y los pa¨ªses del Golfo todav¨ªa dudan.
El otro frente se abri¨® en Dinamarca, que acogi¨® el Congreso del Pueblo Checheno, pese a las vivas protestas de Mosc¨². En virtud de un mandato de la Interpol, la polic¨ªa danesa detuvo a Ajmed Zak¨¢yev, viceprimer ministro del Gobierno checheno. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, el ministro de Justicia dan¨¦s se neg¨® a ceder a la presi¨®n de Mosc¨². Y resulta f¨¢cil comprender las razones: licenciado por el Instituto de Teatro de Mosc¨² y durante ocho a?os actor en Voronej, Zak¨¢yev desempe?¨® un papel muy activo durante la primera guerra de Chechenia, pero no tiene nada que ver con los islamistas. Incluso durante las negociaciones de septiembre de 1996 en Mosc¨², fue uno de los pocos en no llevar el gorro de astrac¨¢n que luc¨ªan los dem¨¢s chechenos. ?ltimamente, Zak¨¢yev ha recorrido el mundo como emisario de Asl¨¢n Masj¨¢dov, y en noviembre pasado mantuvo una entrevista en Mosc¨² con el general V¨ªctor Kazantsev. Si se le buscaba por terrorismo, los rusos tuvieron una buena ocasi¨®n para detenerlo.
La Duma rusa ha aprobado una ley que limita el derecho de expresi¨®n en situaciones de guerra. Est¨¢ calcada de otra ley en vigor en Estados Unidos
Putin solicitar¨¢ a Bush que incluya a Chechenia en la lista de organizaciones terroristas. A cambio le dejar¨¢ las manos libres en la cuesti¨®n de Irak
El rechazo dan¨¦s ha provocado una campa?a de prensa contra ese pa¨ªs, acusado de todos los pecados del mundo. Pero el fondo del problema nada tiene que ver con esta controversia. Para Vlad¨ªmir Putin no hay ni separatistas ni independentistas chechenos. 'El que no est¨¢ conmigo est¨¢ con la red terrorista mundial de Al Qaeda y, por tanto, no puede ser un interlocutor', sostiene, haci¨¦ndose eco de George Bush y su 'eje del mal'. Resulta in¨²til decirle que tal actitud le condena a mantener una guerra interminable en el C¨¢ucaso y de nada sirve invocar el precedente de la paz en Irlanda del Norte: 'Esa guerra dur¨® 30 a?os antes de que se negociase la paz', replican sus propagandistas.
Sin embargo, hay que reconocer que el prestigio de Masj¨¢dov en Occidente -sobre todo en Estados Unidos- ha ca¨ªdo notablemente. El presidente de Chechenia no tom¨® distancias de inmediato respecto a la toma de rehenes de Mosc¨², como si esperase sacar alg¨²n provecho de una situaci¨®n de la que no ten¨ªa los medios para controlar. Es cierto que tras el desenlace en Mosc¨², Jamil Bas¨¢yev, el extremista wahab¨ª comandante en jefe, carg¨® con la responsabilidad de la tragedia, pero esto no bast¨® para que Masj¨¢dov recuperase su credibilidad. Incluso en la prensa liberal, como Financial Times, se sostiene que los rusos no deber¨ªan retirar sus tropas de Chechenia para evitar que vuelva a sumirse en el caos de los tres a?os de independencia -de 1996 a 1999- que benefici¨® ¨²nicamente a los wahab¨ªes.
L¨ªmites a la prensa
La Duma ha aprobado, tras tres votaciones, una ley que limita el derecho de expresi¨®n en las situaciones de guerra y de toma de rehenes. Est¨¢ calcada de una ley en vigor en EE UU donde la prensa apenas dispone de medios para saber lo que ocurre realmente en Afganist¨¢n o en Guant¨¢namo. Pero el tr¨¢gico desenlace de la toma de rehenes del teatro de la calle de Dubrovka plantea demasiados interrogantes para que esta noticia pueda acallar todo el debate. ?C¨®mo pudo el comando de Movsar Bar¨¢yev armarse en el mismo Mosc¨²? ?Qu¨¦ gas fue empleado para neutralizarlo, que mat¨® a cerca de 200 personas? ?Por qu¨¦ se ejecut¨® a los secuestradores, incluso a las 18 mujeres que parec¨ªan profundamente dormidas? ?Acaso no era mejor apresarlos (aunque es cierto que dos terroristas fueron detenidos) en vez de ejecutarlos? Por ¨²ltimo, ?c¨®mo explicar que cerca de 60 personas sigan sin ser encontradas? En efecto, no figuran ni entre los muertos ni entre los heridos.
La prensa rusa trata estos problemas, pero con muchas precauciones. Los asesores de Putin han sugerido que los explosivos fueron transportados en autob¨²s desde Grozny tras haber sido regados con vinagre para confundir el olfato de los perros. As¨ª que entrevistan a un viejo conductor checheno que desde hace ocho a?os realiza el trayecto Grozny-Mosc¨²: 'Todo lo que puedo decir es que en cada control me preguntan: '?Conoces la norma?'. Y si no pago, me retienen durante tres o cuatro horas', explica con candor, convencido de que todo el mundo conoce las leyes de la corrupci¨®n en las carreteras de la Rusia de Putin.
Otros hablan de una amplia red de apoyo a los terroristas formada por m¨¢s de 100 personas y en la que figurar¨ªan altos funcionarios de polic¨ªa. Pero aqu¨ª tambi¨¦n la noticia lanzada por Izvestia no ha sido confirmada ni desmentida y la ¨²nica reacci¨®n oficial ha consistido en realizar redadas entre los chechenos. No entre los ricos que controlan los casinos -la mafia chechena es una de las m¨¢s antiguas de Rusia-, sino entre los pobres que son golpeados antes de ser puestos en libertad. El n¨²mero de imputados se limita a 30, pero ni siquiera se conocen sus nombres ni los cargos con los que se les acusa. Estas noticias dan ideas a los 'vengadores del pueblo' que por la noche atacan los comercios pertenecientes a los chechenos y escriben en las paredes: 'Ojo por ojo y diente por diente'.
Sobre los gases introducidos por las spetznaz (fuerzas especiales rusas) en el sistema de ventilaci¨®n del teatro y cuyo efecto ha sido tan potente, los rusos se mantuvieron en silencio durante los cuatro primeros d¨ªas. En cambio, en la prensa estadounidense se especul¨® mucho sobre su naturaleza: ?se trataba del fentanil, un producto opi¨¢ceo utilizado para anestesiar a los caballos? Hasta cinco d¨ªas despu¨¦s del drama, el ministro de Sanidad no convoc¨® una rueda de prensa para confirmar que se trataba, en efecto, del fentanil y no de un gas qu¨ªmico prohibido por los tratados internacionales. Subray¨® que si este anest¨¦sico tan potente hab¨ªa tenido unos efectos tan negativos se deb¨ªa a que los rehenes encerrados en la sala desde hac¨ªa 56 horas estaban agotados y hambrientos. Pero aqu¨ª tambi¨¦n ha habido un nuevo desmentido por parte de unos cient¨ªficos rusos emigrados a EE UU que sostienen que Rusia no dispon¨ªa de fentanil. Unos m¨¦dicos alemanes de M¨²nich, tras haber realizado an¨¢lisis de sangre a dos de sus compatriotas que se encontraban entre los rehenes, llegaron a la conclusi¨®n de que la composici¨®n del gas era distinta. La controversia no ha terminado.
Algunas preguntas
?Por qu¨¦ se ejecut¨® a los secuestradores, incluidas las 18 mujeres, viudas de combatientes chechenos? Durante otra rueda de prensa, ante una mesa cubierta de artefactos explosivos, el vicepresidente del FSB (antiguo KGB) explic¨® en unos t¨¦rminos pat¨¦ticos que las chechenas ten¨ªan previsto explosionar este arsenal y que las mil personas que se encontraban en la sala habr¨ªan fallecido. Nadie ha tratado de averiguar c¨®mo unas personas anestesiadas con fentanil habr¨ªan estado en condiciones de accionar el dispositivo. El origen de un comportamiento tan conformista no es la ley, sino el reflejo condicionado que consiste en no contradecir al FSB.
?Qu¨¦ se puede decir por ¨²ltimo a aquellos que deambulan con las fotograf¨ªas de sus seres queridos, desaparecidos sin dejar rastro? Uno de ellos, de nacionalidad caucasiana, tuvo la suerte de encontrar a su familiar en el dep¨®sito de cad¨¢veres entre los cuerpos de los rehenes. Vestido con traje y corbata, como debe ser cuando uno va al teatro, segu¨ªa teniendo cara de caucasiano, lo que explica el error de los empleados del dep¨®sito. Otros siguen buscando, aguardando un milagro o una confesi¨®n de las autoridades hospitalarias: tal vez conserven a algunas v¨ªctimas an¨®nimas, fuertemente intoxicadas, para no aumentar las cifras de los enfermos en estado cr¨ªtico. De todas formas, el sistema sanitario ruso no sale bien parado de esta prueba, al estar tan mal equipado y desprovisto de medicamentos modernos.
Dentro de unos d¨ªas, Vlad¨ªmir Putin se reunir¨¢ con George W. Bush en Praga, con motivo de la cumbre de la OTAN, o bien en Mosc¨² o en una tercera capital. Solicitar¨¢ al presidente estadounidense que incluya a Chechenia en la lista de las organizaciones terroristas, con todas las consecuencias financieras que se derivan de ello. A cambio, claro est¨¢, dejar¨¢ las manos libres al presidente estadounidense para arreglar la cuesti¨®n de Irak. No ser¨¢ 'un mercado persa', como Putin afirm¨® tras la reciente visita de Tony Blair, sino una mera cuesti¨®n de relaci¨®n de fuerzas y de dependencia de Rusia respecto al poderoso EE UU.
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K. S. Karol es periodista franc¨¦s especializado en cuestiones del Este
![Soldados rusos abren los paquetes que han recibido de todos los lugares del pa¨ªs en un punto situado a 20 kil¨®metros de Grozny, la capital chechena.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/27ZFYICQTB6NIJJEWCCNJMD2CU.jpg?auth=3d8d76dbca3447690e6ed401aa000bf01292a9d62c2768467d1ec98d2825f815&width=414)
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