Periferia
Se habla mucho de periferia en contraposici¨®n a las posiciones centralistas o como v¨ªctima de ellas. La Comunidad Valenciana es perif¨¦rica. Reflejo de esta posici¨®n es, por ejemplo, que los valencianos de Castell¨®n, Alicante y Valencia cuando tiene que viajar en avi¨®n al extranjero -salvo a Par¨ªs, Mil¨¢n, Z¨²rich, Londres o Lisboa-, tienen que a?adir una media de cuatro horas y un sobrecoste medio de 150 euros m¨¢s que sus cong¨¦neres de Madrid o Barcelona.
Recientemente se quejaba un se?alado empresario valenciano, Vicente Boluda, de la falta de transparencia en el concurso de privatizaci¨®n de Trasmediterr¨¢nea, compa?¨ªa naviera con or¨ªgenes netamente valencianos en la persona de Jos¨¦ Juan D¨®mine (1917), fundador a su vez de la Compa?¨ªa Naviera de los Correos de ?frica, de la Compa?¨ªa Valenciana de Vapores, e impulsor de los astilleros de Uni¨®n Naval de Levante, que despu¨¦s se ha convertido en Uni¨®n Naval de Valencia, ya bajo la presidencia de Boluda.
El lamento de Vicente Boluda por esta falta de claridad, que le impide recurrir la adjudicaci¨®n de Trasmediterr¨¢nea se debe, en parte, a que los resortes perif¨¦ricos no son eficaces. Del mismo modo, cuando los valencianos tenemos que pagar peaje por circular por las autopistas que recorren el litoral mediterr¨¢neo, estamos asumiendo un sobrecoste con respecto a los espa?oles que gozan de autov¨ªas libres de pago. El ya legendario Parque Central, que desde hace varias legislaturas es objeto de promesas electorales en las campa?as municipales de la ciudad de Valencia, es otra muestra de abandono perif¨¦rico. ?ste es un proyecto fundamental para acometer la modernizaci¨®n de la ciudad.
Tenemos el antecedente del Plan Sur de Valencia que acometi¨® el desv¨ªo del cauce del r¨ªo Turia en los a?os sesenta y que todav¨ªa est¨¢ acab¨¢ndose, con la adecuaci¨®n de los colectores de alcantarillado. El Plan Sur de Valencia se financi¨® con impuestos especiales, incluida una vergonzosa sobretasa de correos que nos record¨® durante a?os nuestra triste situaci¨®n.
La periferia existe y no siempre en sentido peyorativo. Tambi¨¦n hay unos proyectos perif¨¦ricos que pueden dar lecciones a muchos pol¨ªticos centralistas y abrirles los ojos acerca de las posibilidades que ofrece esta plataforma. De hecho las reivindicaciones perif¨¦ricas han sido, en muchas ocasiones, la palanca y el punto de apoyo para que el pa¨ªs progrese como lo ha hecho. En el campo del comercio exterior, de la internacionalizaci¨®n y de las ferias, el motor perif¨¦rico ha sido muy eficaz hasta que la instituci¨®n ferial de Madrid ha descubierto los mecanismos para aprovechar los agravios comparativos del factor de situaci¨®n. Esta circunstancia le permite apropiarse de las ventajas de ser la capital del Estado -inversiones, espect¨¢culos, red hotelera, comunicaciones, aeropuerto, sede del Gobierno y de su Administraci¨®n central- para utilizarlas en beneficio propio.
Adem¨¢s, la periferia no se refiere ¨²nicamente al centralismo del Estado, sino tambi¨¦n a los abusos de poder ejercidos por otras zonas de Espa?a y m¨¢s concretamente desde Barcelona que, junto con Madrid, constituyen los dos n¨²cleos predominantes de poder en la realidad espa?ola del siglo XXI.
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