La sala "exquisita" de Rubinstein
El Conservatorio Profesional de Valencia celebra el 120 aniversario de su sede en la Plaza de San Esteban
El Conservatorio Profesional de M¨²sica de Valencia celebr¨® ayer la inauguraci¨®n del curso acad¨¦mico en el mismo sal¨®n de actos donde Arthur Rubinstein ofreci¨® un concierto en 1916. El recuerdo de aquella cita queda reflejado en el libro de firmas de la instituci¨®n, donde el genial pianista, uno de los m¨¢s grandes del siglo XX, escribi¨® en franc¨¦s: "En recuerdo de mi primer concierto en su sala exquisita e ideal para el piano". Datada seis a?os m¨¢s tarde, se puede ver la firma de Jos¨¦ Iturbi, quien escribi¨®: "Un recuerdo muy cari?oso de un alumno de primer a?o que comienza a emanciparse". Tanto Iturbi como la misma Wanda Landowska, una pionera que recuper¨® para este siglo a Vivaldi y Bach, o como Joaqu¨ªn Rodrigo, disfrutaron e hicieron disfrutar en esa "sala exquisita" de Rubinstein que durante a?os fue sede concertista de la Sociedad Filarm¨®nica de Valencia. Los a?os sesenta pusieron lin¨®leo en el suelo y trajeron las butacas de la d¨¦cada a este sal¨®n de actos que ahora necesita ser remozado. "Queremos mejorarlo, conservando el sabor de ¨¦poca y su particular estilo", apunta el director del centro, Ricardo Callejo, consciente del peso de la historia tanto como de las exigencias que los tiempos actuales plantean a la ense?anza de la m¨²sica. En las mismas aulas en que estudiaron Manuel Palau, Iturbi o Joaqu¨ªn Rodrigo, se forman ahora los alumnos del grado medio de la LOGSE.
Y es que en ese edificio hist¨®rico de casi dos siglos, emplazado en la plaza de San Esteban, se encuentra ubicado el actual conservatorio desde 1882 y, por tanto, cumple ahora 120 a?os como sede del centro de formaci¨®n musical, heredero del primer conservatorio de Valencia, que pocos a?os antes hab¨ªa creado la emprendedora Sociedad Econ¨®mica de Amigos del Pa¨ªs. Hasta entonces, s¨®lo ejerc¨ªan ese papel educativo las escolan¨ªas de las capillas, pero "hab¨ªa un gran ambiente musical en Valencia", recapitula Ricardo Callejo, que exig¨ªa nuevos planteamientos pedag¨®gicos. Fue una instituci¨®n de car¨¢cter privado hasta 1917, cuando en virtud de la nueva legislaci¨®n sobre instrucci¨®n p¨²blica, se convirti¨® en escuela oficial de m¨²sica. No conseguir¨ªa la concesi¨®n de grado superior hasta 1968, "lo que evidenciaba ya el nivel de su claustro docente", subraya el actual director del centro. En los 90 pas¨® a denominarse Conservatorio Superior de M¨²sica Joaqu¨ªn Rodrigo hasta que, en 1997 y con la aplicaci¨®n de la LOGSE, se desglos¨® en dos: el conservatorio profesional se qued¨® en San Esteban y las ense?anzas de grado superior se fueron al nuevo edificio del Camino de Vera. Fue entonces cuando Ricardo Callejo accedi¨® a la direcci¨®n del centro de la plaza de San Esteban. "Lo primero que me toc¨® hacer, fue parar una denuncia por falta de decoro, higiene y salubridad", recuerda. "Desde entonces, hemos hecho lo m¨¢s con lo menos", agrega y hemos tratado de convencer a la Administraci¨®n de una rehabilitaci¨®n m¨¢s amplia". Con todo, el director demuestra alta estima por este vetusto edificio cargado de historia. "Est¨¢ hecho con grandes muros, las puertas son como las de las c¨¢maras frigor¨ªficas antiguas, aislantes y tiene una distribuci¨®n humana", describe Callejo en alusi¨®n a sus condiciones ac¨²sticas y de insonorizaci¨®n, para concluir: "Para mi gusto, es mejor que el del Camino de Vera".
Otro empe?o de recuperaci¨®n relacionado con la herencia recibida es rescatar el archivo hist¨®rico, enriquecido con algunas partituras, pero sobre todo, con decenas de miles de expedientes acad¨¦micos. Y habr¨ªa m¨¢s, de no haber sido anegada la planta baja por la riada de 1957. Ahora, explica el director, este hist¨®rico conservatorio se ha implicado en el amplio proyecto de catalogaci¨®n e investigaci¨®n del patrimonio musical que tiene entre manos el Institut Valenci¨¤ de la M¨²sica. Es un trabajo a largo plazo, pero valdr¨¢ la pena, "sobre todo", apostilla Callejo, "teniendo en cuenta algunos de los ilustres m¨²sicos que se han formado entre estas paredes".
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