Cruz, s¨®lo la pectoral

El obispo em¨¦rito de Girona, Jaume Camprodon, no quiere la Creu de Sant Jordi que le iba a conceder la Generalitat el pr¨®ximo mes de diciembre, se conforma con la "cruz pectoral" que distingue su vocaci¨®n eclesi¨¢stica. Renuncia al galard¨®n, asegura, "por coherencia personal". Camprodon parece responder as¨ª, 11 a?os m¨¢s tarde, a las descalificaciones que un Jordi Pujol muy indignado le dirigi¨® en respuesta a un art¨ªculo suyo en la hoja diocesana de Girona. Era el primer conflicto de entidad que enfrentaba al l¨ªder de CiU, cat¨®lico practicante, con la jerarqu¨ªa de la Iglesia catalana.

Jubilado hace ya m¨¢s de un a?o, desde su retiro de Torell¨® (Osona) el prelado ha dirigido una carta al presidente de la Generalitat en la que le comunica su decisi¨®n y le explica que no debe interpretarse como un menosprecio al galard¨®n ni hacia quienes lo proponen. "Desde que fui ordenado obispo", escribe Camprodon en su carta, "tom¨¦ como referente al cardenal Vidal i Barraquer, que dec¨ªa que el mejor premio para un presb¨ªtero es la cruz pectoral, que tantas cosas dice de un obispo".

Con posterioridad, el obispo em¨¦rito no ha hecho ning¨²n tipo de declaraciones sobre el asunto. Fuentes del Obispado de Girona comentaron a la agencia Efe que la decisi¨®n de Camprodon "es coherente con su forma de ser, una persona sencilla para quien lo m¨¢s importante es el Evangelio".

El Gobierno de la Generalitat otorga la Creu de Sant Jordi a las personas que considera que se han distinguido por su trabajo en defensa de la identidad de Catalu?a. El n¨²mero de personas que actualmente ostentan el galard¨®n se cuenta por centenares. El obispo em¨¦rito de Girona fue propuesto por el Departamento de Bienestar Social y Familia. Su titular, la consejera Irene Rigau, no escondi¨® su sorpresa por la renuncia de Camprodon al galard¨®n, si bien se apresur¨® a indicar que comprende la decisi¨®n del prelado que considera motivada por razones "muy ¨ªntimas y personales" y no de "desprecio".

El mi¨¦rcoles 20 de noviembre de 1991, en una nota oficial, Pujol arremeti¨®, anticip¨¢ndose, contra el prelado, calificando de "agresivo e hiriente" el art¨ªculo que saldr¨ªa publicado el siguiente domingo en la hoja diocesana de Girona donde se criticaban las campa?as publicitarias puestas en marcha por el Ejecutivo de CiU bajo el t¨ªtulo de La feina ben feta y La gent ¨¦s la for?a de Catalunya.

Estas campa?as, escrib¨ªa el obispo en la hoja diocesana, "pueden servir para ocultar el trabajo mal hecho y la debilidad de mucha gente que no sabe d¨®nde encontrar la fuerza para avanzar". En el art¨ªculo se criticaba tambi¨¦n que "con dinero p¨²blico y con un gran despliegue en los medios de comunicaci¨®n est¨¢ cultivando, a base de propaganda millonaria y electoralista una pol¨ªtica de fachada externa".

Pujol respondi¨® atacando. El art¨ªculo del obispo de Girona, dijo en su nota, descalificaba su discurso basado en la necesidad de un rearme moral de la sociedad y en la reivindicaci¨®n del pol¨ªtico como hombre de servicio al pa¨ªs. Justo lo que premia la Creu de Sant Jordi.