El pobre ?puede ser bueno?

La OTAN se fund¨® contra estos enemigos que crearon el Pacto de Varsovia: ahora se funden. Eran el Bien y el Mal en guerra, aunque la calificaci¨®n depend¨ªa de la parte en que se hiciera. La verdad depende de la geograf¨ªa. Desde nuestro costado, los malos dejaron de serlo cuando no fueron comunistas: y lo eran s¨®lo porque sus mandos y su cabeza de imperio era comunista. Ahora son capitalistas -aspirantes- porque su cabeza imperial lo es. Lo que les importa a estos humanos es poder comer y abrigarse, tener hijos y emitirlos hacia la vida por un instinto que un pa¨ªs de enorme sabidur¨ªa popular hist¨®rica, como el nuestro, ha dominado. Tampoco es f¨¢cil ser pueblo en un pa¨ªs capitalista: citamos siempre Argentina, o Brasil, pero hay muchos m¨¢s. El capitalismo puede no tener l¨ªmite y comerse a sus hijos, como el Saturno de Goya. Estos pa¨ªses que ingresar¨¢n en la OTAN fabricar¨¢n armas y soldados, dar¨¢n ni?os para que vayan a la guerra de mozos, podr¨¢n entrar en la Uni¨®n Europea. Ya no son enemigos. Pero ?qui¨¦n es el enemigo ¨²til? Lo que se llamaba Tercer Mundo. Pero no se puede decir: son enormemente pobres, los hemos reducido a ese estado con sucesivas intervenciones -esclavismo, colonialismo, descolonizaci¨®n, aislamiento- y apenas viven de las visitas que hacemos a carcajadas por sus primitivismos religiosos -no vemos los nuestros; la moda papal y cardenalicia, el arte sansulpiciano, su manera cavern¨ªcola de gobernar- o su prostituci¨®n infantil o adulta, que nos viene a domicilio y que pensamos perseguir, pero sin dejar de utilizar. Como no les podemos llamar imperio, porque no imperan, les llamamos Eje del Mal; como no es cre¨ªble -?cu¨¢ndo se ha visto morir tan f¨¢cilmente al Mal?- les llamamos terroristas. Tr¨¢gica palabra en nuestras bocas: ha perdido su significado intr¨ªnseco y es sin¨®nimo de enemigo. No s¨®lo no hay anticomunismo, sino que los que fueron comunistas se han pasado al Bien (tambi¨¦n este pa¨ªs ha sido el campe¨®n de las conversiones); se crea el antiterrorismo y vuelve la caza de brujas y los grandes especialistas (Sharon en lugar de McArthur, el nuevo jefe de la seguridad nacional en Estados Unidos en lugar de McCarthy), la extensi¨®n de la sospecha. El antiterrorismo es un terrorismo, como el antifascismo se convierte en un fascismo. Y todo parte hacia la destrucci¨®n del pobre o de la conciencia.