Caudales salados
Las aguas del trasvase del Ebro est¨¢n salinizadas y empeorar¨¢n, sostiene la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua
Uno de los m¨¢s graves d¨¦ficits del Plan Hidrol¨®gico Nacional y de sus estudios de evaluaci¨®n es el tratamiento dado a los problemas de calidad del agua trasvasada del Ebro, seg¨²n la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua, contraria a este trasvase, que considera inviable. De acuerdo con los argumentos de esta entidad, los informes del Ministerio de Medio Ambiente no profundizan en los efectos que tendr¨¢ la salinizaci¨®n del agua del Bajo Ebro en los abastecimientos urbanos y en la agricultura a pesar de experiencias tan recientes y cercanas como la del trasvase Tajo-Segura.
"La calidad del agua del Ebro no deja de empeorar", sostienen los expertos de la Fundaci¨®n. Los caudales que se prev¨¦ trasvasar desde el Baix Ebre al sur son de mala calidad, "superando actualmente en media los 1.000 ?S/cm [unidad de conductividad que mide la concentraci¨®n de sales] que la UE recomienda como l¨ªmite de salinidad para aguas prepotables. Su almacenamiento en el embalse de Tous, mezcl¨¢ndose con unas aguas del J¨²car de gran calidad [extremo ¨¦ste negado por la Generalitat], arrojar¨ªa, aun y con todo, una salinidad por encima de los l¨ªmites", "poniendo en peligro la potabilidad del agua para Valencia".
Los expertos no esperan una mejora de la situaci¨®n sino m¨¢s bien todo lo contrario. La calidad de las aguas empeorar¨¢ en los pr¨®ximos a?os, debido sobre todo a la transformaci¨®n de nuevos regad¨ªos. Seg¨²n la Fundaci¨®n, el propio Ministerio de Medio Ambiente ha reconocido que el aumento de concentraci¨®n salina en el tramo bajo del Ebro, como consecuencia de los regad¨ªos previstos a largo plazo (500.000 hect¨¢reas) estar¨¢ entre el 20% y el 50%. El proceso de degradaci¨®n del caudal se acentuar¨¢, a juicio de los expertos, con las actuaciones previstas ya por el propio PHN en la Cuenca del Ebro: 70.000 nuevas hect¨¢reas de cultivos regados con caudales del Segre o las obras del Pacto de Arag¨®n, gracias al cual se roturar¨¢n 300.000 nuevas hect¨¢reas; o la puesta en funcionamiento de otras 50.000 hect¨¢reas mediante el embalse de Itoiz, ya construido.
El grado de salinidad de estas aguas, de acuerdo con las directivas comunitarias, no permitir¨¢, por otro lado, servir para el abastecimiento urbano -hasta el 47% de las aguas trasvasadas-, salvo en situaciones excepcionales a tenor de los estudios de la Fundaci¨®n. Sin embargo, prosiguen los expertos, el Plan apunta este uso como "la principal justificaci¨®n de la obra y, a pesar de ello, el estudio de evaluaci¨®n del PHN no estudia los problemas de calidad en estos usos urbanos".
La mala calidad de los caudales del Bajo Ebro afectar¨ªan tambi¨¦n a los usos agrarios, ya que, seg¨²n la clasificaci¨®n de aguas de riego de la FAO, los citados caudales son de "clase 3", es decir, con salinidades entre los 750 y los 2.250 ?S/cm, y el sodio tiene un impacto negativo en los cultivos. "El uso de estas aguas requiere, adem¨¢s de un buen drenaje, un incremento del 20% en las dotaciones de riego para el lavado de las sales, que no se contempla en el PHN", prosigue la Fundaci¨®n. Y esta entidad va m¨¢s all¨¢ en su diagn¨®stico de lo que ocurrir¨ªa en Valencia: "La agricultura de las dos Riberas del J¨²car podr¨ªa sufrir un empeoramiento, pues en el embalse de Tous siempre predominar¨ªan las aguas del Ebro, con lo que, a largo plazo y con raciones de riego muy ajustadas, podr¨ªa generarse una espiral de degradaci¨®n agraria y ambiental".
"La realidad", concluye la reflexi¨®n de la Fundaci¨®n sobre la calidad del trasvase del Ebro, "es que se pretende distribuir anualmente m¨¢s de 1.000 millones de metros c¨²bicos de agua de alta y creciente salinidad por una costa mediterr¨¢nea con graves problemas de deterioro del suelo debido a la salinidad. Y esto es extremadamente preocupante".
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