Espa?a se inhibi¨® y consinti¨® que el 'Prestige' extendiese la marea negra frente a Galicia
El Ejecutivo no inform¨® de que el buque iba dejando un reguero de fuel en su peregrinaje
El Gobierno tuvo en su mano evitar que Galicia quedase expuesta a una prolongada marea negra, pero renunci¨® a ejercer las facultades que le atribuyen los tratados internacionales. Las autoridades espa?olas consintieron que el Prestige incumpliese sus ¨®rdenes de abandonar la zona de Finisterre con rumbo norte, el ¨²nico modo de alejar los vertidos de la costa. La compa?¨ªa holandesa a la que el armador adjudic¨® el rescate del petrolero siniestrado decidi¨® por su cuenta enfilar hacia el sur, lo que ocasion¨® que el buque dejase un reguero de contaminaci¨®n frente a Galicia.
El Gobierno no hizo nada por detener la maniobra, alegando que ya no ten¨ªa jurisdicci¨®n sobre el barco, cuando la Carta de Derechos del Mar de Naciones Unidas le conced¨ªa amplias atribuciones para imponer un rumbo al Prestige y aliviar considerablemente los efectos de una marea negra que se prolonga ya desde hace ocho d¨ªas y amenaza con proseguir.
Cuando al Prestige se le fracturaron dos de sus tanques y se fue a la deriva hacia la costa gallega, el Gobierno ten¨ªa dos alternativas: o trasladar el barco a puerto, con el riesgo de sembrar de contaminaci¨®n una zona poblada, o alejarlo mar adentro, donde era m¨¢s dif¨ªcil su reparaci¨®n y el trasvase de combustible a otro buque. Eligi¨® esta ¨²ltima, una decisi¨®n que ha suscitado opiniones encontradas entre los t¨¦cnicos mar¨ªtimos. Pero lo que nadie pone en duda es que si se quer¨ªa alejar el petrolero de la costa gallega, s¨®lo se pod¨ªa tomar rumbo norte.
?sas fueron las instrucciones del Gobierno a los remolcadores que sacaron el Prestige de la Costa da Morte despu¨¦s de que derramase unas 5.000 toneladas de fuel cerca de tierra. La Direcci¨®n General de la Marina Mercante sab¨ªa que los vientos dominantes en esta ¨¦poca soplan del sur, y que el norte era el mejor rumbo para que, si algo le ocurr¨ªa al Prestige, fuese lo m¨¢s adentro del oc¨¦ano que pudiera alcanzar y con el menor riesgo de que los vertidos derivasen hacia las costas espa?ola y portuguesa. Pero el viernes 15, dos d¨ªas despu¨¦s de que el buque se escorara frente a Finisterre, se hizo cargo de ¨¦l la compa?¨ªa holandesa Smit Tak. Lo primordial para la empresa de rescates ya no era ahorrar a Galicia una nueva marea negra, sino salvar el barco y cobrar el premio pactado (30 millones de euros, la mitad del valor de la carga). Como ning¨²n pa¨ªs europeo quiso acoger al Prestige, los holandeses se saltaron las ¨®rdenes espa?olas, viraron el barco y derrotaron al sur, en un intento de alcanzar alg¨²n puerto africano, probablemente en el archipi¨¦lago de Cabo Verde.
Las autoridades espa?olas no hicieron nada por impedirlo, alegando que ya no ten¨ªan jurisdicci¨®n sobre el petrolero. Tan s¨®lo pusieron la condici¨®n de que el Prestige, al mismo tiempo que avanzaba hacia al sur, se desplazara tambi¨¦n hacia el este hasta situarse a 120 millas de la costa. "Fue una decisi¨®n err¨®nea, pero la tomaron los holandeses y el armador. Nosotros ya no nos pod¨ªamos meter", explic¨® d¨ªas despu¨¦s el delegado del Gobierno, Arsenio Fern¨¢ndez de Mesa a este peri¨®dico, al tiempo que reconoc¨ªa que si el barco no hubiese cambiado de rumbo, las nuevas oleadas de la marea negra nunca llegar¨ªan a Galicia.
Los tratados internacionales conced¨ªan a Espa?a un amplio margen de actuaci¨®n para corregir el rumbo del buque, aunque ¨¦ste ya estuviese fuera de las 12 millas que delimitan la soberan¨ªa territorial de los estados. El petrolero no hab¨ªa salido a¨²n de las 200 millas que marcan la Zona Econ¨®mica Exclusiva, dentro de la cual la Carta de Derechos del Mar de la ONU, aprobada en 1982, autoriza a intervenir a los pa¨ªses ribere?os en casos como el del Prestige. El art¨ªculo 221.1 de ese tratado se?ala inequ¨ªvocamente que los Estados tendr¨¢n derecho a "tomar y hacer cumplir, m¨¢s all¨¢ del mar territorial, medidas que guarden proporci¨®n con el da?o real o potencial a fin de proteger sus costas o intereses conexos, incluida la pesca, de la contaminaci¨®n o amenaza de contaminaci¨®n resultante de un accidente mar¨ªtimo". Es m¨¢s, el convenio internacional de 1969 sobre intervenci¨®n en accidentes con derrame de hidrocarburos en alta mar reconoce derechos parecidos a los Estados incluso m¨¢s all¨¢ de las 200 millas. Entre los pa¨ªses signatarios de ese acuerdo figura Bahamas, donde estaba abanderado el Prestige. De hecho, Portugal s¨ª hizo uso de las competencias que le atribuye el derecho internacional y envi¨® una fragata de la Armada para vigilar que el petrolero no invadiese sus 200 millas.
El Gobierno espa?ol tambi¨¦n ocult¨® que el barco iba dejando tras de s¨ª un gran vertido de fuel. Despu¨¦s del viernes 15, cuando el buque vir¨® hacia el sur, el gabinete de crisis desminti¨® de forma reiterada que sus tanques siguiesen derramando. S¨®lo admiti¨® que dejaba una "estela" por "peque?as p¨¦rdidas de combustible". Hasta el lunes 18, cuando el barco ya estaba a punto de partirse en dos, no se inform¨® de que enfrente de Galicia estaban extendi¨¦ndose grandes manchas de fuel. Dos d¨ªas despu¨¦s, las fotograf¨ªas del sat¨¦lite mostraban el rastro de contaminaci¨®n que hab¨ªa dejado el Prestige en su sinuoso y vacilante itinerario.
Doble casco desde enero
Tras la tragedia del Erika, otro petrolero que dej¨® un reguero negro en las costas de Breta?a en diciembre de 1999, la UE decidi¨® protegerse contra estos desastres. Pero las normativas, llamadas Erika 1 y Erika 2, no entrar¨¢n en vigor hasta junio de 2003 y febrero de 2004, respectivamente.La comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, anunci¨® en declaraciones a Onda Cero que propondr¨¢ a los ministros de la UE que dicten ¨®rdenes para que estas medidas se pongan en marcha en enero y que refuercen la seguridad en los puertos para evitar casos como el del Prestige."Hay que prohibir desde enero tajantemente que este tipo de producto circule en ning¨²n barco que no sea con doble casco y la m¨¢xima seguridad". De Palacio sostiene que si se le hubiera hecho caso, el Prestige no habr¨ªa podido tocado aguas europeas. Pero, asegura, las reticencias de algunos pa¨ªses retrasaron el pacto. La comisaria anunci¨® adem¨¢s medidas legales contra los pa¨ªses de la UE que no controlen sus puertos, en clara referencia a Gibraltar.
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