Combatir la anorexia desde clase

El diagn¨®stico de la anorexia ha sido siempre complicado. Y la detecci¨®n de la enfermedad, demasiadas veces tard¨ªa. En ocasiones es el pediatra quien tiene el primer contacto con el paciente. En otras, como apuntaba ayer Luis Rojo, responsable de la unidad de trastornos de la conducta alimentaria del hospital La Fe de Valencia, se produce despu¨¦s de una peregrinaci¨®n de visitas a especialistas condicionadas por los s¨ªntomas que m¨¢s preocupan a los padres y a la propia enferma -son chicas en un 95% de los casos-. Si es la amenorrea -la falta de menstruaci¨®n- acudir¨¢n al ginec¨®logo, si es el dolor abdominal al m¨¦dico de digestivo y cuando es la disminuci¨®n de peso el aspecto que m¨¢s preocupa, el destino ser¨¢ la consulta del endocrin¨®logo. Eso en el mejor de los casos, es decir, si se deciden a afrontar el problema, lo que ocurre en ocasiones transcurridos varios meses despu¨¦s de que los primeros s¨ªntomas den a entender que algo va mal.

Para evitar que esta situaci¨®n se alargue en exceso o que incluso pase inadvertida, Rojo present¨® ayer un programa de prevenci¨®n y detecci¨®n de la enfermedad en ni?as, ni?os y adolescentes escolares en la sede de Valencia de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, donde se celebra el congreso Etiolog¨ªa de la anorexia. El plan, que cuenta con el apoyo de las consejer¨ªas de Sanidad y Educaci¨®n, est¨¢ dirigido a detectar "con precocidad" situaciones de riesgo en el entorno escolar y tratarlas cuanto antes.

De momento, este curso se ha puesto en marcha un programa piloto en el que participan 9.000 menores de entre 12 y 13 a?os de 105 colegios. Con esta primera experiencia se pretende realizar un primer rodaje de los materiales que se han elaborado antes de desplegar el programa de forma masiva. Esta segunda etapa se pondr¨¢ en pr¨¢ctica el a?o que viene y estar¨¢ al servicio de los casi 90.000 alumnos de primero y segundo de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria, lo que supone la "pr¨¢ctica totalidad de los centros escolares valencianos" apunta Rojo.

Para llegar a toda esta poblaci¨®n, el plan se realizar¨¢ a trav¨¦s de Internet. Los alumnos, asesorados por sus profesores, tendr¨¢n que contestar a unos test colgados en la p¨¢gina www.utcas.com, en los que se les preguntar¨¢ por sus pesos y medidas, adem¨¢s de datos sobre su conducta y h¨¢bitos. La encuesta es el primer escal¨®n del programa. Una vez procesados los resultados, los casos de alumnos que presenten indicios de problemas alimentarios tratar¨¢n de confirmarse a trav¨¦s de entrevistas con los servicios de orientaci¨®n psicol¨®gica de los centros mediante unos procedimientos previamente acordados con los responsables del plan. Si se confirman los indicios, el paciente es derivado a los servicios de atenci¨®n de salud mental.

Rojo destac¨® que las encuestas garantizan la confidencialidad de los datos remitidos a trav¨¦s de la red, que s¨®lo pueden ser consultados por el profesional encargado del programa en el colegio.

El responsable de la unidad de trastornos alimentarios en La Fe se?al¨® tambi¨¦n que junto a la vertiente de detecci¨®n de la enfermedad se acompa?ar¨¢n otros m¨®dulos dirigidos a prevenir la anorexia y para formar a los padres. El material preventivo se centrar¨¢ en una primera fase en menores de entre 12 y 13 a?os y se ofrecer¨¢ en un principio a la mitad de la poblaci¨®n que el otro plan. La intenci¨®n es hacer una evaluaci¨®n dentro de dos a?os y una vez comprobada su eficacia, extenderlo a todo el alumnado.

Rojo record¨® que del 0,5% al 1% de los j¨®venes entre 12 y 18 a?os padecen anorexia nerviosa. "La escuela y la red sanitaria se han de convertir en un factor de protecci¨®n y de prevenci¨®n de los riesgos de la juventud", a?adi¨® y precis¨® que un profesorado convenientemente formado "puede ayudar a alertar al alumno" de estas situaciones de riesgo y reconducir sus h¨¢bitos.