Directrices ¨¦ticas para la investigaci¨®n
Molesto por los esc¨¢ndalos recientes en dos prestigiosos laboratorios estadounidenses, el consejo de la Sociedad Americana de F¨ªsica (APS), que representa a los 40.000 f¨ªsicos del pa¨ªs, ha emitido unas directrices ¨¦ticas para los investigadores.
La falta de ¨¦tica cient¨ªfica "disminuye la confianza vital que los cient¨ªficos tienen entre s¨ª" y afecta negativamente a la confianza p¨²blica, afirma el consejo. ?ste ha pedido que en ciencia se ense?e m¨¢s ¨¦tica y anima a todas las instituciones de investigaci¨®n a adoptar procedimientos basados en la Pol¨ªtica Federal sobre Falta de ?tica en la Investigaci¨®n que la oficina encargada de establecer la pol¨ªtica cient¨ªfica y tecnol¨®gica public¨® en 2000 y aplica a todos los organismos federales y a la investigaci¨®n que ¨¦stos subvencionan.
La APS public¨® directrices ¨¦ticas en 1987 y 1991, dice James Tsang, f¨ªsico de IBM que dirige una comisi¨®n sobre asuntos p¨²blicos, pero no estaba claro qu¨¦ hacer respecto a la falta de ¨¦tica cient¨ªfica. "Para abordar las acusaciones ten¨ªamos que se?alar qu¨¦ se consideraba buena pr¨¢ctica", a?ade.
Las antiguas directrices sobre la autor¨ªa de art¨ªculos cient¨ªficos, se?ala Tsang, hac¨ªan referencia principalmente a los art¨ªculos de un solo autor. Pero como la ciencia es cada vez m¨¢s complicada, el n¨²mero de personas que participan en un proyecto y en la redacci¨®n del art¨ªculo correspondiente se ha multiplicado. Las nuevas directrices aclaran las funciones y los deberes de los coautores. Ya que en un gran proyecto nadie es experto en todos los aspectos, se intenta trazar una n¨ªtida l¨ªnea entre la confianza ciega en los colegas y la desconfianza absoluta.
"Todos los colaboradores tienen cierto grado de responsabilidad en cualquier art¨ªculo del que sean autores", establecen las directrices. "Aunque quiz¨¢ no todos los coautores conozcan todos los aspectos de la investigaci¨®n presentada en su art¨ªculo, toda colaboraci¨®n deber¨ªa disponer de un proceso adecuado para revisar y garantizar la fiabilidad de los resultados publicados, y todos los coautores deber¨ªan conocer este proceso". Esto "es para recordar a los colaboradores principales que cuando uno pone su nombre en un art¨ªculo, su reputaci¨®n est¨¢ en peligro", explica Tsang.
Los f¨ªsicos est¨¢n escandalizados por las acusaciones de fraude contra investigadores de dos laboratorios. Uno, J. Hendrik Sch?n, de Bell Labs, fue despedido, y m¨¢s de una docena de art¨ªculos suyos retirados, despu¨¦s de que una comisi¨®n descubriese que se hab¨ªa inventado datos en experimentos sobre superconductividad y electr¨®nica molecular.
En julio pasado, cient¨ªficos del Lawrence Berkeley National Laboratory retiraron un informe en el que publicaron la creaci¨®n del ¨¢tomo m¨¢s pesado hasta ahora, el elemento 118, cuando descubrieron que el an¨¢lisis crucial de datos, realizado por V¨ªctor Ninov, no se pod¨ªa confirmar. Tambi¨¦n ¨¦l fue despedido.
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