La emigraci¨®n argentina acude a Internet para socorrer con urgencia a sus familiares
La organizaci¨®n madrile?aDiezeuros.org confirma con 'e-mails' la llegada de su ayuda a los comedores infantiles
Leche, conservas, pasta, legumbres... Rub¨¦n Petilo prepara el primer env¨ªo de comida para su madre, Adila, de 78 a?os. ?l vive en Tei¨¤ (Barcelona). Ella en el gran Buenos Aires. La cesta de la compra no llegar¨¢ por barco ni por avi¨®n sino por Internet, gracias al servicio de compras de una cadena de supermercados.
"El sistema es muy f¨¢cil. Basta con rellenar el formulario en la p¨¢gina de Disco. Piden los datos personales y la tarjeta de cr¨¦dito de la persona que paga. Tambi¨¦n los datos del domicilio de entrega en Argentina. Despu¨¦s esperas unas 48 horas hasta que el s¨²per te notifica por correo electr¨®nico que ya puedes comprar", cuenta Petilo.
Marcelo Ploder, gerente de servicios al cliente de Disco, explica que el sistema funciona desde octubre de 2001: "La primera petici¨®n lleg¨® de un cliente en especial, en Australia, y lentamente se fueron incorporando m¨¢s clientes en la medida en que el pa¨ªs afrontaba la crisis. Hoy tenemos m¨¢s de 100 personas que compran desde el exterior".
Un supermercado de Buenos Aires recibe por la Red encargos desde el extranjero para env¨ªos dom¨¦sticos
La asociaci¨®n Diezeuros.org tambi¨¦n encarga compras por Internet a supermercados Disco. Y la cesta la reciben 29 comedores infantiles en Argentina. "Cada socio dona 10 euros. Con 10 socios (100 euros, unos 350 pesos) cubrimos un hogar infantil y conseguimos llenar un carrito y medio de compra", cuenta Nancy Cosentino, responsable de esta ONG fundada en Espa?a.
Diezeuros.org s¨®lo opera por Internet. "Es f¨¢cil, r¨¢pido, seguro y transparente. Sabes que los alimentos no se extrav¨ªan por el camino. El martes hacemos la compra y el viernes llega el pedido al comedor infantil".
La llegada efectiva del socorro es normalmente el mayor problema con el que se encuentran las ONG que operan en situaciones de emergencia; de tal forma que la ¨²nica forma de garantizarlo es enviar al lugar emisarios de la propia ONG, lo que redunda en un aumento de gastos. "En Diezeuros", dice Cosentino, "todo se confirma por e-mail. Si no hay e-mail no volver¨¢ a haber comida".
A las 24 horas de recibir el carrito de la compra, el responsable del hogar infantil escribe un e-mail donde detalla la fecha de llegada, los productos y las cantidades recibidas. El informe llega a los 331 socios de 26 pa¨ªses que la ONG ha reclutado desde febrero, cuando se fund¨® en Madrid. Como Norberto Marino, un argentino que lleva 16 a?os en Espa?a. "Me adher¨ª por su transparencia: nadie mete la mano en la lata".
Diezeuros.org gasta mensualmente 2.900 euros en los 29 comedores infantiles y ha conseguido que Disco "respete el valor de la compra en red sin sufrir variaciones de precios por la inflaci¨®n", cuenta Cosentino.
Esta semana a?aden a su lista el hogar Nazareth de San Miguel de Tucum¨¢n -capital de la provincia que sufre los mayores problemas de desnutrici¨®n en un pa¨ªs con 56 millones de cabezas de ganado y que produjo 2.450.000 toneladas de carne-. El hogar Nazareth atiende a 300 ni?os.
Tambi¨¦n cuenta sobre el terreno con una red de 27 colaboradores. Su misi¨®n es fundamental: vigilan que las instituciones existan, que se dediquen a ni?os y que no redistribuyan los alimentos a terceros.
Silvia P¨¢ez, de 52 a?os de edad, los coordina para que visiten peri¨®dicamente los hogares, para que efect¨²en controles o verifiquen las condiciones de atenci¨®n a los ni?os. En una ocasi¨®n, recuerda P¨¢ez, la Fundaci¨®n Pidmer no mandaba el e-mail. "El enlace fue a ver lo que ocurr¨ªa. Su sorpresa fue brutal: les hab¨ªan robado los hilos de cobre del cable telef¨®nico".
Otras iniciativas aprovechan Internet para paliar los efectos de la crisis econ¨®mica y social que vive Argentina. Por ejemplo, porloschicos.com. Cada vez que un internauta entra en la p¨¢gina cuatro empresas donan una raci¨®n de comida. El sitio tambi¨¦n da cuenta de la magnitud de la situaci¨®n: "Los pobres son m¨¢s de 19,1 millones, lo que eleva la tasa al 54,7% de la poblaci¨®n total".
ASPA (Acci¨®n Solidaria con el Pueblo Argentino) envi¨® el 31 de octubre 90 cajas, con ropa, ¨²tiles escolares y algunos medicamentos al centro de salud de Villa Fiorito. En su p¨¢gina se lee: "Somos conscientes de que no es mucho, pero creemos que el esfuerzo ha valido la pena. La solidaridad hay que cultivarla todos los d¨ªas, no puede ser s¨®lo un impulso que alivie moment¨¢neamente nuestras conciencias".
A Petilo, de 49 a?os, s¨®lo le queda resolver un "problema dom¨¦stico" para encargar la pr¨®xima cesta de la compra que recibir¨¢ su madre en Argentina. "Ella quiere recoger el pedido en la tienda. Y nosotros -su hermano tambi¨¦n colabora en la iniciativa- queremos que Disco se lo lleve a casa".
"Con Western Union en 10 minutos mi familia tiene la plata"
A M¨®nica C., de 52 a?os, no le importan los altos intereses que el servicio internacional Western Union le cobra por mandar dinero a su familia en Argentina. Tampoco que el courrier entregue pesos cuando ella manda euros. "Es un sistema internacional de env¨ªo muy seguro. Adem¨¢s, en 10 minutos mis familiares pueden recoger el dinero. Incluso ha funcionado con el corralito porque se puede recoger en cualquier oficina de correos", cuenta esta argentina que abandon¨® su pa¨ªs hace 32 a?os para casarse con un espa?ol.
M¨®nica tambi¨¦n manda ropa por barco. "Recojo todo tipo de vestimentas que mis amigos y conocidos desechan por viejas".
"Mi padre saca dinero con mi tarjeta de cr¨¦dito"
Leonardo G. vive en Asturias. Su familia, padres y tres hermanos de 9, 15 y 30 a?os, en Argentina. El a?o pasado quiso regresar a su pa¨ªs; "pero la situaci¨®n econ¨®mica era tan mala que tras pasar unos meses all¨ª decid¨ª volver a Espa?a", cuenta este dise?ador industrial de 34 a?os que manda todos los meses 200 euros para ayudar a su familia.
En febrero, durante su ¨²ltimo viaje a Argentina, le dej¨® su tarjeta de cr¨¦dito a su padre. "As¨ª, en caso de extrema urgencia, ¨¦l saca directamente el dinero de mi cuenta corriente en un banco espa?ol sin que me cobren muchas comisiones por la transacci¨®n".
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