Cortes¨ªas imposibles

D¨ªas atr¨¢s, el alcalde de Alicante, Luis D¨ªaz Alperi, declaraba que los presuntos chanchullos financieros aflorados en la empresa Mercalicante, que ¨¦l mismo preside, no debieran utilizarse como munici¨®n electoral. Debo suponer que invocaba la condici¨®n sub judice que ampara este asunto en estos momentos y que obliga a proceder con ciertas cautelas en tanto no se produzca un fallo de los tribunales. Correcto. Pero nada impide que, con la debida prudencia y sin pisarle las flores a los jueces, se expriman las consecuencias pol¨ªticas de este esc¨¢ndalo, que tan directamente le ata?en. Otra cosa es que la demediada oposici¨®n considere oportuno hacerlo y que acierte a poner al edil contra las cuerdas de sus responsablidades.

Invocamos este episodio ¨²nicamente como pretexto para formular unas preguntas: al margen de los que establece el C¨®digo Penal, ?qu¨¦ l¨ªmites habr¨ªa que fijarle a la contienda por el voto municipal y auton¨®mico que ya est¨¢ en plena franqu¨ªa? ?Hay asuntos de Estado que deben soslayarse por mor del inter¨¦s general y, en todo caso, cu¨¢les habr¨ªan de ser y qui¨¦n lo decidir¨ªa as¨ª? Nos tememos que ¨¦ste es un campo que no se puede acotar y que las cortes¨ªas ser¨¢n cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªciles a medida que se caliente la campa?a. Prueba de ello ha sido y est¨¢ siendo la implacable explotaci¨®n del Plan Hidrol¨®gico Nacional que el PP valenciano est¨¢ llevando a cabo mediante la reducci¨®n al absurdo de sus discrepantes, crucificados cual lelos y antipatriotas.

Sin embargo, a¨²n con los inconvenientes de estas demas¨ªas demag¨®gicas y a pesar de la desigual disponibilidad de medios de comunicaci¨®n por parte de las candidaturas en liza, siempre ser¨¢ preferible discutir p¨²blicamente sobre problemas vivos que enzarzarse en descalificaciones personales, por m¨¢s ingeniosas que puedan parecer. De "f¨²nebre" motej¨® el PSPV a Francisco Camps y tiempo le falt¨® al PP para etiquetar de "enterrador" a Joan Ignasi Pla, postulados respectivamente para presidir la Generalitat. Fue el pr¨®logo con peste a cadaverina de una contienda que no deber¨ªa quedarse en los pronombres, sino fajarse con los conflictos, por m¨¢s que la ceremonia mu?idora de votos se nutra de simplismos m¨¢s que de reflexiones.

Verdad es, o con ella transigimos, que en la carrera electoral hay que deslumbrar a quienes no saben, no contestan, o se lo est¨¢n pensando. Los deudos y leales comulgan con lo que les echen, sobre todo si se alinean con la derecha y con el poder, si se nos permite la redundancia. As¨ª visto, cumple a la izquierda -y muy especialmente por estos pagos al PSPV- elevar en lo posible el nivel del debate a fin de reencontrarse con sus huestes naturales y potenciales, al tiempo que se subrayan las limitaciones o apocamientos del universo conservador.

Dicho con otras palabras: hay que apostar por los trabajos biogen¨¦ticos del profesor Bernat Soria y sacudir los esperpentos metaf¨ªsicos que los est¨¢n impidiendo y acerca de los cuales habr¨¢ de pronunciarse el partido que gobierna; y darle ca?a al desfase entre el apoyo a la investigaci¨®n y a las iniciativas l¨²dicas; y a la pol¨ªtica que ha convertido el acceso a la vivienda en un desider¨¢tum y etc¨¦tera, sin desde?ar los "mercalicantes" que vayan emergiendo. Sin dicterios, pero sin complacencias ni elusiones.