La supervivencia de la empresa catalana de telecomunicaciones al-pi, en peligro
Uni2, dispuesta a forzar la quiebra del operador si la Generalitat no pone "dinero fresco"
La supervivencia del operador de telecomunicaciones catal¨¢n al-pi, fruto de la mayor privatizaci¨®n pilotada hasta ahora por el Gobierno catal¨¢n, pende de un hilo. Los propietarios de al-pi, que son Uni2 (France Telecom) y la Generalitat, no han logrado cerrar un acuerdo para capitalizar la compa?¨ªa, a s¨®lo 20 d¨ªas del plazo m¨¢ximo fijado para elegir entre una ampliaci¨®n de capital o, de forma irremediable, la disoluci¨®n de la empresa. Ante el desacuerdo, fuentes del sector se?alaron ayer que existe un "riesgo real" de que el socio franc¨¦s, mayoritario, opte por la disoluci¨®n de al-pi.
Las p¨¦rdidas acumuladas por la empresa catalana al-pi, fruto de la privatizaci¨®n de Catalana de Telecomunicacions hace tres a?os, son superiores a sus recursos propios, de modo que, por ley, o se ampl¨ªa capital o la empresa se disuelve.
Los dos accionistas de la empresa, que cada vez parecen mirarse con menos cari?o, deben hacer frente, como consecuencia, a una inyecci¨®n de fondos por valor de 52 millones de euros. La intenci¨®n de ambos socios es participar en este bombeo de dinero de acuerdo con su peso proporcional en el accionariado: France Telecom, representada por su filial espa?ola Uni2 y que controla el 75% del capital, con 39 millones de euros, mientras que a la Generalitat, con el 25% restante, le corresponder¨ªa poner 13 millones. El peso de ambas partes se mantendr¨ªa.
Pero fuentes solventes pr¨®ximas a los accionistas se?alaron que Uni2 est¨¢ "en total desacuerdo" con la posici¨®n oficial adoptada por la Generalitat: capitalizar deuda. Es decir, acudir a la ampliaci¨®n aportando ¨²nicamente el dinero que el Gobierno catal¨¢n tiene pendiente de cobrar de al-pi tras hab¨¦rselo prestado en el momento de la privatizaci¨®n con el fin de ayudarla a financiar sus inversiones, y que asciende a poco m¨¢s de 12 millones de euros. La deuda de al-pi ronda los 80 millones de euros.
Los franceses quieren "dinero fresco", porque, de lo contrario y siempre seg¨²n las mismas fuentes, la Generalitat convertir¨ªa la ampliaci¨®n de capital en una operaci¨®n para cumplir con "un puro tr¨¢mite jur¨ªdico" que evitar¨ªa la disoluci¨®n de al-pi sin que se garantizara la viabilidad financiera y, por tanto, el futuro del operador catal¨¢n. Preguntada al respecto, Uni2 se limita a reiterar su lac¨®nica respuesta sobre su "apuesta por al-pi".
"Todo, menos la quiebra"
Por su parte, la Generalitat mantiene que su posici¨®n "garantiza el restablecimiento del equilibrio patrimonial y la viabilidad futura" de la empresa.
El Gobierno catal¨¢n, que se ha convertido en un accionista atrapado por la crisis del sector de las telecomunicaciones y tambi¨¦n en su pol¨ªtica de telecomunicaciones err¨¢tica hasta hace un a?o, contempla diversos escenarios. Desde vender su 25% a la propia France Telecom, si consigue arrancarle garant¨ªas sobre el modelo de negocio del operador catal¨¢n, hasta recomprar al socio mayoritario su 75%, con la idea de poner la infraestructura de al-pi al servicio de otro posible operador.
"Todos los escenarios, menos la quiebra", afirmaron hace pocos d¨ªas fuentes de la Administraci¨®n. En el sector, la opci¨®n m¨¢s celebrada ser¨ªa la de una recompra por parte de la Generalitat, pese a los tintes de fracaso de la privatizaci¨®n que la operaci¨®n acarrear¨ªa. Pero est¨¢ por ver a qu¨¦ precio lograr¨ªa la Generalitat hacerse con ese 75%, un paquete accionarial por el que, en los a?os de euforia, France Telecom lleg¨® a pagar 78,13 millones.
La cuesti¨®n es si France Telecom est¨¢ realmente dispuesta a forzar la quiebra o si juega esta baza para intentar sacarle m¨¢s dinero a la Generalitat. Fuentes del sector subrayan incluso un posible inter¨¦s del socio franc¨¦s, que ¨¦ste rechaza, por disolver al-pi y desembarazarse de un problema, ante el lastre que supone para el segundo operador europeo una deuda de casi 70.000 millones y unas p¨¦rdidas hasta el primer semestre del a?o de 12.200 millones.
Una disoluci¨®n tendr¨ªa su precio. La Generalitat cuenta con los avales de 28,85 millones de euros asumidos por France Telecom para cumplir con sus compromisos de empleo e inversi¨®n en Catalu?a, que se cumplieron hasta 2001. Al-pi prometi¨® crear 540 empleos (hoy no llegan a los 300) e invertir hasta 288,49 millones hasta 2008. De momento, se han invertido en torno a 90 millones.
Sin olvidar otro problema a?adido: la Generalitat, adem¨¢s de accionista, no s¨®lo es el principal cliente de al-pi, sino tambi¨¦n el primer cliente del grupo Uni2. Una ruptura de su contrato de servicios no jugar¨ªa a favor de los ingresos de Uni2, que tiene previsto alcanzar sus primeros beneficios operativos a finales de este a?o.
Localret critica a toro pasado la privatizaci¨®n
El presidente del consorcio de ayuntamientos Localret, Jordi Valls, expres¨® ayer cr¨ªticas contra la privatizaci¨®n del Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat, que ha resultado en las empresas al-pi, vendida a Uni2, y Tradia, adjudicada a ACESA. Valls cree que con la privatizaci¨®n "se ha perdido una oportunidad", la de contar con un "embri¨®n" de consorcio p¨²blico de telecomunicaciones que emule el modelo de Euskaltel en el Pa¨ªs Vasco.Valls propondr¨¢ este s¨¢bado, en la asamblea general de Localret, un gran acuerdo con todas las administraciones para conseguir los fondos necesarios (en principio, 420 millones de euros) para poder desplegar una red de infraestructuras que permita las comunicaciones de banda ancha y que sea alternativa a la de Telef¨®nica y llegue a todos los municipios.A favor de un "pacto institucional" entre Generalitat, partidos y Localret para crear una empresa conjunta con el mismo objetivo se pronunci¨® ayer tambi¨¦n el secretario general de ERC, Josep Llu¨ªs Carod Rovira.Valls asegur¨® igualmente estar "abierto" a estudiar que los operadores eludan temporalmente el gravamen por el uso del dominio p¨²blico que deben pagar a los ayuntamientos si Localret consigue crear un consorcio p¨²blico que impulse las comunicaciones de banda.
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