Ritmo global

Son los pioneros del etnobeat, la fusi¨®n entre electr¨®nica y sonidos ¨¦tnicos; los precursores del ritmo global, desde que, en 1981, decidieron unir sus fuerzas estos tres disidentes del grupo alem¨¢n de rock progresivo Embryo. Antes, siguiendo la ruta inici¨¢tica de tantos hippies, hab¨ªan llegado hasta la India para fascinar a un maharaj¨¢ que los alberg¨® durante un a?o. Luego bajar¨ªan a T¨¢nger para encontrarse con Paul Bowles y conocer a excelentes m¨²sicos marroqu¨ªes.

As¨ª que estos berlineses viajaban ya por m¨²sicas ex¨®ticas cuando el panorama musical europeo distaba mucho del actual. Tampoco ellos son los mismos. M¨¢s que de etnobeat, cabr¨ªa hablar de etnoclub: sobre un ritmo b¨¢sico que marca siempre la caja de la bater¨ªa, desarrollan melod¨ªas hipn¨®ticas de car¨¢cter hind¨² o norteafricano. Tienen la voz blanquecina, de cantautora m¨¢s bien t¨ªmida, de la australiana Esther Bertram, y el canto de color asi¨¢tico del tamil Manickam Yogeswaran. Y para estos conciertos en Espa?a han vuelto a contar con un viejo conocido, el vitoriano Tom¨¢s San Miguel.

Las piezas estuvieron salpicadas de alusiones a canciones famosas. Los tiempos exitosos de Fata Morgana quedan lejos y Dissidenten se contentan con peque?os aforos. Uno de sus m¨¦ritos es el de no repetirse. Las versiones que hacen de sus temas m¨¢s conocidos -Instinctive traveler, Love supreme o Jungle book- ofrecen variaciones significativas, imbuidas del esp¨ªritu de las remezclas -house, drum & bass, tecno...-, y hasta el repertorio de sus conciertos cambia de una noche a otra.