La izquierda y lo social
La glaciaci¨®n social producida durante los ¨²ltimos 20 a?os por el liberalismo conservador y las distintas terceras v¨ªas (brit¨¢nica, brasile?a, etc¨¦tera) ha cumplido su ciclo y ha entrado en fase de deshielo. La en¨¦rgica reemergencia del escamoteado mundo del trabajo, a caballo de una pugnaz secuencia de reivindicaciones concretas apoyadas en el soporte de la huelga; el reflujo de los gobiernos socialdem¨®cratas a causa de la tibieza de sus pol¨ªticas sociales; la multiplicaci¨®n de los foros de base y de las manifestaciones masivas en muy diversos pa¨ªses han suscitado una hosca autocr¨ªtica de la izquierda convencional en un contexto de recomposici¨®n, inquieta y urgida, del campo pol¨ªtico. Dos grandes opciones han venido ocupando ese espacio en su totalidad: el polo gobernante, formado conjuntamente por la derecha liberal y la socialdemocracia liberalizada, y el polo radical, cr¨ªtico permanente de un sistema que se pretende que ya no puede funcionar y para cuya sustituci¨®n comienzan a presentarse una serie de propuestas alternativas.
Ahora bien, la estabilidad del polo gobernante se ha fragilizado por la aparici¨®n de numerosas quiebras del sistema que son diversamente interpretadas seg¨²n sus distintos componentes. Esto se ha puesto ¨²ltimamente muy de relieve en Francia, gracias a la agria pol¨¦mica que ha suscitado la publicaci¨®n de varios libros. Ve¨¢moslos al hilo del panfleto de Daniel Lindenberg La llamada al orden, superficial y provocador en sus continuos ataques ad hominem, pero sobre todo confuso y confundidor, pues descalifica, con argumentos que se contradicen entre s¨ª, a buen n¨²mero de intelectuales que figuran en el primer polo. A pesar de su tono y de su insignificancia, su extraordinaria circulaci¨®n se debe a que ha tenido grandes valedores que coinciden con su ideolog¨ªa b¨¢sica. En primer lugar, a Pierre Rosanvallon, profesor del Colegio de Francia, director del Centro Raymond Aron, pivote de la antigua Fundaci¨®n Saint Simon -que presidi¨® Fran?ois Furet y que acompa?¨® la hip¨®tesis modernizadora del socialismo franc¨¦s en la ¨¦poca de Mitterrand- y actualmente presidente del nuevo think-tank, La Rep¨²blica de las Ideas, que es quien publica el libro. Pero tambi¨¦n se apoya en la revista Esprit, que desde el personalismo de Emmanuel Mounier (catolicismo de izquierdas de los a?os cincuenta) ha pasado a ser en los noventa uno de los portavoces m¨¢s constantes de la izquierda antitotalitaria y es hoy uno de los n¨²cleos intelectuales m¨¢s importantes de Francia. Su director, Olivier Mongin, es vicepresidente del nuevo grupo. Y finalmente Le Monde, que ha presentado ampliamente el panfleto y se ha alineado no con la posici¨®n de su autor pero s¨ª de Rosanvallon y de su think-tank. Su prop¨®sito, que tiene en Lindenberg un mal promotor, es denunciar a quienes cuestionan la democracia liberal en su formulaci¨®n cl¨¢sica y/o en sus pr¨¢cticas actuales (Marcel Gauchet, La democracia contra s¨ª misma, Gallimard 2002); impugnar a quienes quieren renunciar a los espacios de libertad ya conquistados (Alain Minc); a quienes se niegan a asumir la mundializaci¨®n y el multiculturalismo y se enclaustran en lo nacional (Pierre Andr¨¦ Taguieff); conculcar a quienes exultan en el elitismo minoritario (Luc Ferry), descalifican la cultura de masa y excluyen lo popular (Alain Finkielkraut), sin olvidar a los revolucionarios convertidos a la tradici¨®n (R¨¦gis Debray) y a cuantos se oponen al ideal de progreso y a los valores de la Ilustraci¨®n. En definitiva, y m¨¢s all¨¢ de sus derivaciones en torno al doble tema semitismo/antisemitismo y racismo/antirracismo, se trata de una versi¨®n extrema del social liberalismo que quiere romper todos los lazos con la socialdemocracia estatalista y con el republicanismo nacional y autoritario.
En el polo radical se sit¨²an los pensadores de la izquierda real o izquierda de la izquierda -Alain Badiou, Pierre Vidal-Naquet, Daniel Bensa?d, Yves Salesse, Thomas Coutrot, Jean-Claude Michea, etc¨¦tera-, cuyo lema es la reapropiaci¨®n social y la reinvenci¨®n de la izquierda y su instrumento, la convergencia de los movimientos sociales y de las fuerzas pol¨ªticas en las luchas para transformar radicalmente no ya la pol¨ªtica, sino la sociedad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.