Partidazo en Riazor
Dos goles de Makaay suavizan la exhibici¨®n de un gran Mallorca en inferioridad
Makaay vive en estado de gracia, y no habr¨¢ muchos equipos que lo lamenten tanto como el Mallorca. Los de Manzano llegaron a Riazor a continuar la fiesta, y ni la primera pu?alada del delantero holand¨¦s ni la tarjeta roja que les hizo perder a Ibagaza a los 21 minutos pudieron con sus intenciones. El Mallorca se sobrepuso, empat¨®, se adelant¨® en el marcador... Y regres¨® Makaay, que anot¨® su d¨¦cimo gol en la Liga para poner coto a un partido que hubiera podido causar graves desperfectos en las entra?as del Deportivo. En el encuentro que contempl¨® el regreso de Valer¨®n, los de Irureta sufrieron como pocas veces su escasa capacidad para enganchar con la delantera, y vivieron gran parte de la noche achicando agua en su defensa. Pero un grupo con Makaay puede permitirse esos lujos, siempre subsanables con unos cuantos cartuchos de dinamita holandesa.
DEPORTIVO 2 - MALLORCA 2
Deportivo: Juanmi; Scaloni, C¨¦sar, Romero (Donato, m. 45), Capdevila; Sergio (Luque, m. 55), Mauro Silva; V¨ªctor, Trist¨¢n (Valer¨®n, m. 72), Fran; y Makaay. Mallorca: Leo Franco; Cort¨¦s, Olaizola (Marcos, m. 45), Nadal, Poli; Lozano; Novo, Ibagaza, Riera (Robles, m. 63); Etoo y Pandiani (Campano, m. 90). Goles: 1-0. M. 13. Centro de V¨ªctor con la izquierda con mucha rosca que Makaay remata en el ¨¢rea peque?a. 1-1. M. 31. Centro de Etoo que remata Pandiani. 1-2. M. 45. Penalti de Scaloni a Etoo que transforma el camerun¨¦s. 2-2. M. 71. Maakay engacha un bal¨®n largo lanzado por Capdevila. ?rbitro: Rubinos P¨¦rez. Expuls¨® por roja directa a Ibagaza en el minuto 21. Mostr¨® tarjeta amarilla a Lozano, Fran y Capdevila. Unos 20.000 espectadores en Riazor.
Al Mallorca no lo sac¨® del partido ni la expulsi¨®n de Ibagaza, cuando iba por detr¨¢s en un partido con pinta de final prematuro. Fueron apenas cinco minutos de recomposici¨®n, que dieron paso a nuevos ataques en masa del equipo de Gregorio Manzano. El escurridizo Ca?o, que cargaba con el peso de su equipo, debi¨® de decirle algo feo al ¨¢rbitro, que ech¨® mano de la roja sin apenas pens¨¢rselo. Y el protagonismo del argentino fue a parar a manos de Etoo, al que su entrenador envi¨® a pelearse con los centrales del Deportivo como si quedasen cinco minutos para el final.
No fue el camerun¨¦s, sino Pandiani, quien apuntal¨® su racha y nivel¨® un partido que Makaay ya hab¨ªa puesto a favor del Depor. Se adelantaron los gallegos con un gol del holand¨¦s, que deber¨¢ agradecerle a V¨ªctor su impecable servicio: un centro de terciopelo teledirigido al punto fat¨ªdico del ¨¢rea peque?a, adonde se dirig¨ªa el delantero con la certeza del camino que iba a emprender la rosca. Su tanto y la expulsi¨®n promet¨ªan una noche contemplativa en Riazor, pero este Mallorca se cree capaz de cualquier cosa. Al borde de la media hora, Riera, siempre emergente frente a Scaloni, puso un centro a Etoo de los que suelen acabar en gol que fue el anticipo del que dos minutos despu¨¦s el propio camerun¨¦s coloc¨® en las botas de Pandiani.
El Deportivo sufri¨® el s¨ªndrome de Valer¨®n -ingres¨® en el campo en los minutos finales- tanto como en aquellas jornadas que siguieron a su grave lesi¨®n. Con el canario en el banquillo, Irureta puso mucha dinamita sobre la pradera, pero su dibujo abri¨® un enorme boquete entre l¨ªneas que rode¨® a Diego Trist¨¢n. El andaluz estuvo en tierra de nadie: ni hizo de delantero ni apoy¨® a los medios, y en esa laguna acabaron la mayor¨ªa de los ataques deportivistas. El partido result¨® asim¨¦trico, porque fue entre las l¨ªneas del equipo de casa por donde se col¨® el Mallorca para complicarle la noche. Primero con Ibagaza y, tras su expulsi¨®n, por medio de Pandiani, que se retras¨® varios metros para intercambiarse con Etoo. El Mallorca se comport¨® siempre como un grande, uno de esos equipos que cada a?o pueblan la zona alta de la tabla con un f¨²tbol muy superior al nivel de sus futbolistas.
Por si fuera poca la metralla, Irureta quiso probar a sus tres delanteros, y en la segunda parte sum¨® a Luque a una n¨®mina en la que ya figuraban Makaay y Trist¨¢n. El experimento tuvo algo de artificial, porque de pronto nadie jug¨® en su lugar natural: Fran baj¨® a por el tim¨®n, Luque ocup¨® la banda y Trist¨¢n sigui¨® explorando rutas en el bosque del centro del campo. Pero el Mallorca acab¨® extrayendo una dura lecci¨®n: insisti¨® en su ataque como si buscara una goleada, y el Depor, poblado como estaba de delanteros, acab¨® empatando al contraataque, en un bal¨®n largo lanzado por Capdevila que Maakay, qui¨¦n si no, convirti¨® en un fogonazo que se incrust¨® en la red. Como Irureta hab¨ªa previsto, su equipo fue liberado a golpe de dinamita.
Vuelve el gran Valer¨®n despu¨¦s de 851 minutos de juego sin ¨¦l
Tanto le a?oraba el Deportivo que cont¨® los minutos de Liga en los no ha podido contar con ¨¦l, con su principal estrella, el centrocampista grancanario Juan Carlos Valer¨®n, de 27 a?os. En concreto, 851 minutos desde aquella aciaga tarde de hace nueve semanas, en el choque de Riazor ante el Valladolid, cuando el defensa boliviano Pe?a lo caz¨® en una entrada lateral y le rompi¨® el peron¨¦. Ayer Valer¨®n volvi¨® a pisar la hierba de Riazor (m. 71), recibido como un h¨¦roe por una grada puesta en pie, celebrando el regreso de su jugador m¨¢s determinante.
"Todav¨ªa me falta un poquito para estar en forma", confes¨® el jugador. "Claro que hab¨ªa que ser un poco valiente para reaparecer. Despu¨¦s de tanto tiempo inactivo, cuesta recuperar la forma. Por lo menos lo he intentado. La situaci¨®n del partido no era la m¨¢s id¨®nea para reaparecer, pero insisto en que alg¨²n d¨ªa ten¨ªa que ser", a?adi¨® Valer¨®n.
El jugador canario reconoci¨® que not¨® cierto cansancio despu¨¦s de dar un par de carreras, pero que el momento de saltar al campo fue muy emocionante. "Son sensaciones muy bonitas las que se viven cuando tanta gente te grita tu nombre como sucedi¨® en ese instante. Sale uno al terreno de juego con ganas de comerse el bal¨®n":
El Deportivo, sin embargo, recurri¨® ayer demasiado a su a?orada estrella. Pues si bien dej¨® en algunas acciones constancia de su gran clase, en otras mostr¨® la l¨®gica falta de frescura tras la lesi¨®n (perdi¨® sendos balones ante Pandiani y ante Eto'o). Aun as¨ª, Valer¨®n se atrevi¨® a encarar a los defensas y, en el caso de Robles, lo dej¨® sentado tras un quiebro con la cintura. Pinceladas insuficientes. Falta a¨²n que su delgaducho cuerpo acompa?e la agilidad de su privilegiada mente.
Riazor vivi¨®, sin duda, una tarde especial para los media punta. Regres¨® tal vez el m¨¢s grande. Y se fue del partido a las primeras de cambio otro de los mejores. El argentino del Mallorca Ibagaza hubo de acudir a la ducha (m. 21) expulsado despu¨¦s de que el ¨¢rbitro interpretara que le hab¨ªa insultado.
Nada m¨¢s salir del campo, Ibagaza dijo en Canal + que el grito que lanz¨® al aire como protesta por una falta que reclamaba (un "puta madre", seg¨²n el jugador), no iba dirigido al ¨¢rbitro sino a s¨ª mismo. Pero lejos de condenar al Mallorca, la marcha de Ibagaza espole¨® a sus compa?eros, que le dieron la vuelta al encuentro en una preciosa demostraci¨®n de coraje.
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