La propaganda de Blair
Amnist¨ªa acusa a Londres de oportunismo en sus denuncias contra el r¨¦gimen iraqu¨ª
El Gobierno del primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, intensific¨® ayer lo que parece ser una guerra de propaganda contra el r¨¦gimen de Sadam Husein. En su empe?o por darle la vuelta a unas encuestas que siguen mostrando el escepticismo de la poblaci¨®n ante una eventual guerra contra Irak, Londres hizo p¨²blico un informe-cat¨¢logo sobre violaciones de los derechos humanos cometidos por el r¨¦gimen iraqu¨ª.
Pero el texto, un elegante folleto de 24 p¨¢ginas, presentado por el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, corre el riesgo de convertirse en un documento bumer¨¢n, tan contraproducente como el esperado y decepcionante informe que present¨® Blair ante el Parlamento el 24 de septiembre sobre las armas de destrucci¨®n masiva de Sadam y en el que apenas hab¨ªa novedades de menci¨®n sobre lo dicho a?os atr¨¢s.
Como en septiembre, el texto presentado ayer es una recopilaci¨®n de informaciones ya divulgadas en el pasado por miembros del exilio iraqu¨ª, acad¨¦micos, organizaciones humanitarias y activistas de los derechos humanos, aderezadas con las suministradas por los servicios secretos. Como en septiembre tambi¨¦n, Amnist¨ªa Internacional ha lamentado el oportunismo demostrado por el Gobierno del Reino Unido.
"La situaci¨®n de los derechos humanos en Irak o en cualquier otro lugar no deber¨ªa ser utilizada de manera selectiva", declar¨® un portavoz de Amnist¨ªa en Londres. "En un momento en que se extiende el debate sobre la oportunidad de recurrir a la fuerza militar contra Irak nos olvidamos cruelmente de los derechos de los iraqu¨ªes, que son los que pagar¨¢n las consecuencias de cualquier acci¨®n militar", a?adi¨® el portavoz.
El documento divulgado por el Gobierno brit¨¢nico es un cat¨¢logo de crueldades atribuidas a Sadam Husein y sus ac¨®litos. Pero la denuncia pierde fuerza no s¨®lo por las acusaciones de oportunismo, sino porque los ejemplos recopilados se remontan en muchos casos a los a?os ochenta, antes de la guerra del Golfo, como la ejecuci¨®n de 4.000 prisioneros en la c¨¢rcel Abu Ghraib o la desaparici¨®n de m¨¢s de 100.000 kurdos entre 1987 y 1988.
Las matanzas contra los kurdos del norte, en las que se emple¨® gas mostaza, fueron atribuidas en su d¨ªa por EE UU al Ir¨¢n de Jomeini. En septiembre, tras el primer informe del Gobierno brit¨¢nico, la presidenta de Amnist¨ªa Internacional, Irene Khan, denunci¨® estos hechos, que las grandes potencias occidentales hab¨ªan cerrado los ojos ante las denuncias presentadas por las organizaciones humanitarias contra Sadam Husein en los a?os ochenta, cuando el dictador iraqu¨ª era un ¨²til aliado de esos pa¨ªses y que le hac¨ªa la guerra en su nombre al Ir¨¢n de los ayatol¨¢s.
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